27 mayo 2008

Mujeres en Murcia: Entrevista a Lola L. Mondéjar


Fotos de Ignacio de la Cruz Megías

Lola López Mondéjar, de cuya trayectoria y valía literaria he dado en cuenta en las dos entradas inmediatamente siguientes a ésta, ha tenido la deferencia de contestar a unas preguntas sobre literatura, sobre su literatura y, a través de ello, sobre su particular modo de ver la vida. Muchas gracias, Lola, por este derroche de sabiduría y sensatez.

P: Aunque sé que quien tiene una pasión no puede remediar ir hacia ello, y la literatura lo es, tanto desde el punto de vista del escritor como del lector o del estudioso, con el tiempo cualquier persona que escribe reflexiona acerca de esa tarea, pues no es un simple coleccionismo o una afición apasionante, sino una actividad compleja que implica todo el ser. ¿Cuáles son tus reflexiones al respecto? Por ejemplo, ¿para qué escribir? ¿Qué finalidad puede tener la literatura en nuestros días? ¿Qué supone para ti el hecho de escribir, una pasión, un modo de desbrozar el camino, una descarga, una satisfacción... todo a la vez o ninguna de estas cosas?

R: El ser humano siempre ha necesitado contar historias, somos narradores natos porque buscamos un sentido a nuestra existencia, una finalidad en nuestra vida. Para mí, la literatura es un modo de buscar un sentido a las experiencias que me interrogan y que creo, porque en el fondo no somos tan diferentes, que interrogan también a los lectores. Hoy más que nunca necesitamos de la literatura para comprendernos, la ciencia no es suficiente, deja un resto inexplicable que sólo la literatura puede abordar. Estamos solos, con pocos lazos sociales, y nos inquieta la presencia de los otros. La literatura que me interesa da cuenta de esos otros, de nuestras relaciones y de nuestros afectos, siempre ambivalentes, confusos y escurridizos.

P: Un diagnóstico. Hay voces predicando por ahí o bien la muerte de la novela o bien condiciones que debería cumplir para sobrevivir. ¿Cuál es tu opinión? ¿Necesita normas de supervivencia la novela, necesita ayuda, buenos amantes, novios, una ong o que se calle todo el mundo y siga la cosa su curso? ¿Quizás otra cosa que se te ocurre?

R: Hace años que se pronostica la muerte de la novela y, sin embargo, se publican más novelas que nunca. Creo que esta misma profecía que no acaba de cumplirse nos permite explorar fecundamente el territorio de la ficción, colocarnos entre los géneros, transgredirlos o seguirlos al pie de la letra, según nos vaya pidiendo la música de la historia que queremos contar.

P: ¿Literatura de mujeres, literatura femenina, literatura de hombres, literatura masculina? ¿Tiene sexo-género el narrador o el poeta? ¿Lo necesita? ¿Hay voz diferente, sintaxis o léxico diferente? Virginia Woolf decía que sí. ¿Y tú qué dices?

R: Creo que el lenguaje no es el mismo para hombres y mujeres. La expresión de la agresividad, de la rabia, cuando se hace desde la voz de un hombre, encuentra metáforas anatómicas que no pueden ser aplicadas a las mujeres. En una novela de Lorenzo Silva, el protagonista está “hasta los cojones” de todo, y lo expresa sin rodeos, preguntándonos un grupo de escritoras, cómo podríamos nosotras transmitir con idéntica fuerza una experiencia semejante, careciendo como carecemos de semejante órgano, advertimos que decir “hasta el chocho”, quedaría mucho más ordinario, grosero, y poco literario; “hasta los ovarios”, adquiriría un matiz más culto que le resta fuerza a la expresión. Las dos opciones, lo que es aún peor, particularizan en el género femenino la experiencia, mientras que, por la fuerza de su uso, “estar hasta los cojones” parece que pueda referirse a la totalidad del género humano. Ahora bien, ¿estamos las mujeres hasta ahí exactamente cuando sentimos rabia? Pienso con Hélène Cixous que la mujer escritora está obligada a encontrar una manera de contar su experiencia acorde con su cuerpo, sus emociones y sus sentimientos, y que esta no es una tarea fácil que vaya a contar con generosos apoyos, sino, más bien, con incomprensión. En sentido estricto, pues, habría una literatura escrita por hombres y otra por mujeres; habría que dejar de considerar la literatura escrita por hombres como si fuese LA LITERATURA, y de particularizar la escrita por mujeres. Hemos de cuestionar, o deconstruir, un canon que ha sido hasta ahora masculino, que ha educado estéticamente a los lectores y a la crítica, de modo que ésta señalará con más frecuencia en una mujer que sus temas son femeninos, no haciendo lo propio de un escritor, que habla mayoritariamente de temas masculinos, por supuesto, con protagonistas masculinos, pero sin sufrir la desdicha de que su argumento sea particularizado como dedicado por y a los hombres. Las mujeres lectoras tenemos también el deber de acercarnos críticamente a los textos de los autores, de observar si comparten o no la mirada que sobre la mujer hacen, de distanciarse de ellos si lo consideran oportuno, sin incurrir en el error de creer que se trata de un modelo exportable a la totalidad de la literatura, o de lo humano.

P: Dinos algo acerca del feminismo y la escritura, lo que tú pienses, los techos de cristal, los obstáculos, etc. ¿Cómo ves la situación de la mujer en literatura y en la cultura en general? ¿Hay cenáculos masculinos y resistencias?

R: Creo que, todavía hoy, las escritoras no encuentran la misma cabida en los catálogos editoriales, en las reseñas críticas, en los medios de difusión, que sus colegas varones, aunque, como ha señalado Laura Freixas, se pretenda hacer ver que hay un boom de literatura femenina, desviando la atención hacia unas pocas escritoras muy conocidas. Habitualmente, los hombres, que ocupan los centros de poder y decisión (tomemos como ejemplo la Real Academia, que pretende hacernos creer que no hay mujeres capacitadas para ocupar sus sillones, eligiendo uno tras otro a los varones) no leen a las autoras actuales, no piensan en ellas cuando organizan sus congresos ni cuando dirigen tesis doctorales. Y esta exclusión, que quiero pensar que sólo es inconsciente, fruto de una larga tradición donde las mujeres estaban ausentes, se perpetua en cada una de las actividades que organizan. Es más, considero, junto con otras escritoras amigas, que viven la irrupción de la mujer en la literatura como una nueva competencia, y éste sí es un auténtico techo de cristal que se repite en todas las instituciones culturales ligadas a la escritura. Tengo una crítica que hacer también para nosotras: las mujeres, acostumbradas a que el saber sea patrimonio de los hombres, nos acercamos demasiado poco a nuestras contemporáneas y, siguiendo la presión del mercado editorial, leemos los nombres de los autores que más suenan, que suelen ser hombres.

P: ¿Literatura comprometida o ars gratia artis?

R: Creo que la literatura no está a priori comprometida más que con la verosimilitud de la historia que pretende contar. El arte no es superfluo, aunque carezca de utilidad aparente. Como he señalado, para mí el arte, y la literatura en particular, es otra forma de conocimiento, un acceso a lo inexplicable de la ciencia, de la sociología y de otras disciplinas que no tienen acceso a la subjetividad humana del mismo modo que la escritura.

P:¿Hasta qué punto tu literatura tiene que ver con tu otra profesión, la de psicóloga, psicoanalista, psicoterapeuta?

R: Escribo con la totalidad de lo que soy: mujer, psicoanalista, ciudadana, madre, compañera. Desde ese presupuesto no puedo dejar al margen ninguna de las experiencias que la vida me ofrece, y creo que todas ellas enriquecen mi escritura, la dotan de vida, si bien el lenguaje literario no tiene nada que ver con el del psicoanálisis, sino que se opone a él. Mientras la literatura muestra, el psicoanálisis describe, la primera es extensa y este sintético y conceptual. En mi escritura de ficción pretendo hacerme comprender por cualquier lector atento, mientras que en mis escritos de psicoanálisis utilizo un vocabulario que requiere una cierta iniciación en la materia.

El pensamiento mudo de los peces



Por medio de mi amiga Alicia Poza, de la que ya hablaremos en otra ocasión si ella quiere, conocí a Lola López Mondéjar. La primera impresión, que dicen que es la que vale, aunque yo no estoy tan segura, fue precisamente la contraria, la de una mujer que sí estaba segura. En todos los sentidos. Eso pasma siempre. De inmediato le supuse una sabiduría que yo en aquel momento no sabía de dónde podía venir. Mujeres que escriben somos muchas. Mujeres psicólogas, psicoanalistas, psicoterapeutas, ya no son tantas, pero tampoco podemos quejarnos de su falta. Mujeres simpáticas y vivas, abiertas, modernas, eso ya es legión. Pero lo difícil posiblemente es reunir en una misma persona todas esas cualidades. Si añadimos que escribe bien, muy bien, que su literatura es rica, imaginativa y entretenida, lo que para mí es mucho, y si añadimos además que como profesional del psicoanálisis es una persona muy valorada; si seguimos añadiendo que su simpatía y su vivacidad es además graciosa, no en el sentido que suele darse a este término, sino en el sentido más clásico, como un don recibido y natural, pues entonces, nos rendimos a lo evidente, estamos ante algo fuera de lo común.


********************

Esto vaya por delante, como un retrato de Lola. El de su rostro, con esa sonrisa que demuestra todo lo que digo, ahí está, junto a estas líneas, al otro lado de la portada de su último libro, “El pensamiento mudo de los peces”, (Páginas de Espuma, 2008) una colección de relatos, publicados por la Editorial Páinas de Espuma, que demuestran lo dicho acerca de su escritura: estilo, imaginación y entretenimiento. Aportaremos también unos cuantos adjetivos muy socorridos cuando se trata de una escritora: son, en muchos casos, relatos sensibles, delicados, tiernos, pero ni sensibleros ni banales. En su caso, el tópico se supera por el peso de la realidad.

*****************


Un libro de relatos es algo muy peligroso para la vanidad de la persona que escribe. Inevitablemente las personas que leen eligen, prefieren, apartan unos, tuercen el gesto ante otros, pasan con indiferencia sobre este otro, y además suelen, si tienen ocasión, comunicarlo a la madre o padre de las criaturas. Lo sé por experiencia propia y como lectora no me he privado de hacerlo. Muy mal hecho, lo reconozco, porque alguien que ha puesto mucho amor en cada uno de sus relatos, como una madre que ha criado con esmero a todos sus hijos, no gusta que le salgan con preferidos. Sin embargo, también un libro de relatos es una prueba de personalidad para quien lee: al igual que en cualquier hecho vital elegimos y nuestra elección es reflejo de lo que somos, en un libro de relatos la personal antología nos dirá mucho de nosotros mismos. Doy por supuesta la calidad literaria de todos estos relatos de Lola, pero yo también, como lectora, tengo mi antología personal. A ver otras personas cuáles eligen para su rincón.


Disfruté del descubrimiento de un personaje y de un misterio con “Tomy Amador”. Curiosamente, por las fechas en que lo leía, un estudiante de una universidad española había desaparecido en el Amazonas cuando iba a ver a su profesor investigador en aquella recóndita y amenazada selva.

Me pareció de una exquisita delicadeza “La tristeza del naranjo”. Este relato guardaba además una relación conmigo que Lola desconoce. Hace un año escaso escribí un relato muy diferente, desde luego, cuyo protagonista era un árbol, en mi caso un laurel. Como en el relato de Lola, no estoy muy segura -ella sí lo estaría- de que realmente el árbol fuera el protagonista. El naranjo de Lola es un fino reflejo del paso del tiempo, un ser querido que decae como decaemos todos los seres de este mundo.

Podría añadir otros relatos, como el de la joven oriental en París, con su muñeco de goma en el que deposita todo su amor y confianza, un amuleto de felicidad. El melancólico cumpleaños de una mujer que lo tiene todo, excepto el amor de su vida, más amor aún porque no lo tiene ni lo tendrá, pues la realidad se impone siempre al deseo como un velo de cotidianeidad anulador de nuestras secretas pasiones. O “Acrílico sobre lienzo”, una meditación sobre el triste problema humano de la envidia, que tanto sufrimiento interior provoca desde el remoto origen.

Son muchos los relatos interesantes que contiene este libro. No puedo reseñarlos todos ni es conveniente; cada persona haga su especial selección. Hay que leerlo. Como son hijos de una misma mente, todos tienen un tema común: la soledad, el silencio, el secreto. ¿Quién no guarda silencio, quién no tiene un secreto, quién no vive la soledad como un gozo o como un dolor? Profundamente humanos, todos los relatos de Lola.




Mujeres en Murcia: Lola López Mondéjar



Comienzo aquí una serie de entradas sobre una mujer en Murcia, una mujer cuya labor como escritora y como psicoanalista es del mayor interés. Para que nos hagamos una idea de su trayectoria, traigo aquí la información que aparece en su página web, que recomiendo visitar para una mayor información.

Estudió Psicología en la Universidad de Murcia, completando su formación como psicoanalista en Madrid, Alicante, Milán y París.

Sus intereses como psicoanalista abarcan desde la problemática de la adolescencia y los estudios de género hasta la revisión de la teoría psicoanalítica confrontada con los síntomas contemporáneos. Sobre estos temas ha publicado diferentes artículos en revistas especialibiográfica zadas y volúmenes colectivos. En la actualidad, compagina su actividad clínica con la docencia en cursos universitarios de posgrado, conferencias, seminarios y congresos.

Durante cinco años fue columnista del diario La Opinión de Murcia, con una sección semanal, "Desde el diván", donde reflexionaba sobre la actualidad desde el periodismo literario. Posteriormente, amplió el formato de sus colaboraciones con crónicas de viajes y la creación de perfiles humanos de personajes singulares y anónimos de la ciudad.

Del periodismo a la literatura, en 1997 publica su primera novela Una casa en La Habana (Editorial Fundamentos, Madrid) y, tres años después, la segunda: Yo nací con la bossa nova, en la misma editorial. Esta última recibió el premio Libro Murciano del Año 2000, en la modalidad de narrativa. No quedará la noche, tercera novela de la autora, apareció en el 2003 bajo el sello de la Editora Regional de Murcia. Algunos de sus relatos -Amazonas, El buda, Rehén, Pensamiento de amor, Cumpleaños feliz- han sido publicados en diferentes revistas y antologías. Actualmente prepara una novela, y un libro de relatos de próxima publicación.

Desde 1999 dirige el programa literario La mar de letras, del Festival Internacional de Músicas del Mundo "La mar de músicas" donde cada año se presenta una muestra de la cultura y la literatura de un país. Entre sus invitados: Joao Ubaldo Ribeiro, Joao Silverio Trevisan, Jaime Bayly, Gustavo Martín Garzo, Anita Nair, Sujata Bhatt, Clara Janés, Vicente Molina Foix, Ignacio Padilla, Fietta Jarque, Laura Restrepo, Rodrigo Fresán, Hugo Mujica, Alan Pauls, Sergio Bizzio, Elsa Osorio, Clara Obligado, Achmat Dangor. La mar de letras concede el premio literario internacional del mismo nombre, que descubre para los lectores españoles una novela inédita del país invitado a la correspondiente edición del festival. La novela ganadora es publicada por Ediciones El Cobre, copatrocinadora del premio.

Coordina, desde octubre 2005, diferentes Talleres de Escritura Creativa, en la Biblioteca Regional de Murcia.


Para seguirla por la red, una serie de enlaces interesantes:

Página web de Lola López Mondéjar

Entrevista en Molina Digital

Un artículo sobre psicoanálisis para curiosos y especialistas

Crítica de "El pensamiento mudo de los peces" en Soitu.es

Crítica del mismo libro en el diario Público

Un artículo para el Foro Ciudadano de Murcia


25 mayo 2008

Princesas: más ilustraciones


Preciosas, ¿verdad? Porque son princesas.

Y aquí van unos enlaces para quien quiera saber más acerca de la ilustración y la moda.

DIDA, joven en la illustración.

Ilustraciones de moda:



Princesas: ilustraciones



Estas son dos de las ilustraciones que se exponen en la Escuela de Arte y Superior de Diseño hasta el 30 de mayo. Los cuadros están a la venta entre 80 y 90 euros. Ya hay bastantes vendidos, así que quien tenga interés, que se apresure. Merecen la pena.

El artículo aparecido en La Opinión de Murcia es el siguiente:

Princesas

El miércoles 21 de mayo de 2008, a las 19,30 h. se inaugura en el salón de actos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Murcia la exposición "PRINCESAS" elaborada por los/as alumnos/as de 2º curso del Ciclo formativo de Grado Superior de Ilustración. En ella con imaginación y destreza y mediante técnicas digitales muestran sus obras inspirada en las "Princesas."

Princesas surge como primera aproximación de los alumnos de ilustración al mundo de la ilustración de moda. un tanteo a la representación de estilos de vida y ambientes sugerentes mediante técnicas digitales y tradicionales.

La ilustración en el campo de la moda se ha convertido en un referente para publicistas y diseñadores gráficos pues es capaz de expresar estilos, ambientes, volúmenes y tejidos mediante la utilización de recursos gráficos-plásticos con gran libertad. La moda no pone el énfasis en la prenda en sí sino en el concepto que transmite, un modo de vida, un estilo, una ideología.

Las ilustraciones de los estudiantes del ciclo formativo de grado superior de Ilustración expresan de una manera original e individual la visión que cada uno de ellos tienen del concepto de princesa, no como aquel concepto idealizado y sublimado de la mujer como objeto que admirar y con un papel pasivo sino como el que,en la actualidad, se ha visto transformado por la participación activa de la mujer en la sociedad. Las princesas actuales son mujeres capaces de trabajar, pensar y tomar decisiones solas, pero también bailar, jugar, vestir y sentirse guapas. En definitiva, tener espacio en la sociedad y para sí mismas.

Princesas: una exposición de moda

Hasta el 30 de mayo se puede ver en la Escuela de Arte y Superior de Diseño esta interesante exposición, que muestra trabajos de diseño de moda de alumnos y alumnas de este centro formativo. El tema que une todos los trabajos, original y diferente, "Princesas". La princesa ya no es el sueño de las niñas, pero según explica Helena García, la profesora de Proyectos de Ilustración, en cada mujer hay una princesa. Un concepto especial que define a la mujer dueña de sí misma, segura y firme. Una mujer que no rechaza la delicadeza ni el buen gusto. La reseña de la exposición apareció en la contraportada de La Opinión de Murcia, pero no podemos ofrecer el enlace, puesto que no aparece en Hemeroteca. Sin embargo, sí se puede visitar la exposición, muy atractiva y muy originalmente montada, desde las 8,30 de la mañana hasta las 21 horas, de lunes a viernes. Recomendada especialmente para amantes de la moda y futuros diseñadores.

en

24 mayo 2008

Selección de haikus


Esta es la caligrafía que corresponde al haiku más célebre de Basho y, al parecer, el primero que compuso y que representa el puro espíritu de la poesia zen.

En el estanque antiguo
salta una rana
el ruido del agua


Para la realización del taller realicé una selección de aquellos que no habían aparecido en la presentación de diapositivas y que, sin embargo, a mí particularmente me parecían más hermosos. Aquí va.



El cazador de libélulas,
¿hasta qué región
se me habrá ido hoy...?

Chiyo
(la única mujer compositora de haikus)


Al amanecer el monte,
arrebata el rojizo
de las hojas del arce.

****

¡Sol poniente de primavera!
Pisa la cola
del faisán salvaje.

****

Te marchas tú;
verdes son los sauces,
largo el camino.

****

Lluvias de primavera;
¡pobre de aquel
que nada escribe!

Buson


No lloréis, insectos.
Se acaban amores
aun entre las estrellas.

****

Ante todos ustedes,
respetable público...
¡el sapo de este matorral!

Issa



¿Estoy viendo flores caídas
que retornan a la rama?
¡Son mariposas!

Moritake


Por este camino
ni un solo hombre va:
tarde de otoño.

****

Todo calmado.
Taladra las rocas
el canto de la cigarra.

****

Al oscurecerse el mar
las voces de los patos
son vagamente blancas.

Basho


Si a la luna
le pones un mango
¡qué buen abanico!

Sookan




Haiku para principiantes

23 mayo 2008

Taller de haiku






Todos estos libros, además de los anteriores, consulté y manejé para preparar el taller de haiku.
El orden para el taller era el siguiente: primero, una presentación en Power Point, que siento no poder subir, aunque veré si hay forma de hacerlo, con las explicaciones básicas acerca del haiku y el arte zen, incluido el ikebana y el kyudo, la caligrafía y la pintura. Se siguió con una lectura de haikus clásicos en voz alta y con la revisión de los libros utilizados para preparación del taller; no podía faltar un paseo por el jardín, con reconocimiento de los árboles y arbustos, en silencio y atentos a los sonidos y demás sensaciones; finalmente, de regreso a la biblioteca, con cartulinas rojas, blancas y negras, rotuladores gruesos en los mismos colores y un poco de inspiración, creación de haikus. Los resultados no fueron nada despreciables, para un taller de dos horas sin conocimientos previos.

De todos estos libros, recomiendo vivamente el de Octavio Paz, una colección de sus traducciones de poetas de todos los países, que en la sección oriental incluye una bellísima traducción de "Sendas de Oku" de Matsuo Basho.

El cuaderno de primavera


En enero comencé un cuaderno precioso cuya portada estaba ilustrada por una pintura japonesa, la Geisha en la Nieve. Como si así me lo hubiera propuesto, acabé su última página el treinta y uno de marzo. Le llamé cuaderno de invierno y lo cerré con melancolía. Salí a buscar mi cuaderno para los meses siguientes y había una escasez alarmante de cuadernos para gente de diario con gusto por el papel. Al fin encontré este, que no es tan hermoso como el anterior, pero que tiene su encanto; al menos ahora, después de casi dos meses trabajando en él, le he tomado cariño y le he puesto, como es natural, el nombre de cuaderno de primavera. Para mí, y en estas tierras, ya ha comenzado el verano. Calculando lo que suelo escribir diariamente, creo que lo terminaré para el treinta y uno de mayo, y mientras tanto dos magníficos cuadernos me esperan; aún no sé cuál se llevará los meses siguientes, quitado el tiempo de viaje, para el que continuaré con aquel que representa a Europa raptada por el toro y que comencé en Florencia.
Escribí cuando comencé este del pajarito de azul brillante:

"Comienza aquí el cuaderno de la primavera. Con doble y contradictorio sentimiento, cerré ayer el cuaderno que me ha acompañado los tres meses del invierno, los tres meses primeros de un duelo por la pérdida de mi padre, que aún no he cerrado del todo, pero a través del cual comienzo a ver un punto de luz cada vez más cercano, más conforme, más asentado en la melancolía gozosa de la vida.
Siento gozo, en efecto, de haber terminado ese cuaderno, que en sí mismo, como objeto, era precioso, por su solidez perfecta y por el delicado dibujo de sus tapas; gozo porque ha sido concluido hasta la última página y he sido capaz de someterme a la disciplina de escribir todos los días; gozo porque ha concluido en el último día de un mes, justo cuando hacía diez días tan sólo que había llegado, según todos los cálculos oficiales, la primavera, aunque aún, oficiosamente, quedaran restos de frío por la noche y al amanecer, y el viento nos haya azotado sin misericordia; gozo también porque lo he cerrado con las notas de un viaje, a cuyo regreso me ha parecido que he aumentado un poco mi escasa sabiduría, mi comprensión humana, mis sentimientos, en el que me he reconciliado con mi propia vida y he recuperado un tiempo en que, lo sé con certeza, fui muy feliz, mi paraíso, el que hay que perder para tener fe en la vida".

Esto decía y más cosas que no paso a esta página para no cansar.


22 mayo 2008

Camino del haiku












De enero a abril, me dediqué a estudiar y a leer sobre el haiku, un tema que ya había estudiado en su momento, hace bastantes años, pero que ahora me interesaba por motivos profesionales. Estos son parte de los libros que manejé, aunque hay muchos otros que iré subiendo para completar una bibliografía, aunque no completa, sí al menos básica para quien quiera saber algo al respecto.
El haiku es una forma de poema breve que nació en Japón, procedente de otras formas poéticas más extensas, y que tiene su máximo florecimiento con el poeta Basho (1644-1694). Por mi afición a la literatura oriental, tengo en mi biblioteca algunas joyas, como esa edición de los haikus de las Cuatro Estaciones o Los haikus inmortales de Hiperión.
Definiciones de estos hermosos poemas hay muchas, algunas muy interesantes, pero el mismo Basho lo definió como nadie: "Haiku es aqui y ahora"
Como se trataba de dar un pequeño taller, para el cual me estuve preparando durante dos meses, yo también me atreví a componer algunos. No pongo aquí ninguna de esas "joyas" personales, simplemente por vergüenza: mi escaso talento para la poesía va acompañado de una severa autocrítica. Sin embargo, ofreceré algunos de los que seleccioné en su momento para que los participantes en el taller se inspiraran.
Para quien quiera saber bien lo que es este tipo de poesia recomendaré el libro de Rodríguez Izquierdo, "El haiku japonés", en el que, además de un completo estudio histórico y literario, se ofrece una perfecta selección, ilustrada con ideogramas y comentada con magnífico acierto.
El libro del Tao Te King lo incluí entre las lecturas necesarias, como otros sobre zen, porque no se puede entender la poesía japonesa sin conocer las bases fundamentales del taoísmo y el budismo zen.
"Ise Monogatari" no son exactamente poemas zen ni haikus, pero lo leí por tratarse de una especie de "Libro de Buen Amor" japonés, tierno, delicado y divertido. Da una idea del ambiente y el modo de pensar oriental, literariamente hablando. Es una pequeña joya literaria.

16 mayo 2008

Monjes tibetanos en Murcia










Ayer tarde nuestro amigo Lorenzo Baños nos avisa de un acontecimiento en Murcia que, por nuestro persistente aislamiento, nos íbamos a perder como unos tontos. Venían unos monjes tibetanos con su espectáculo místico folklórico a Murcia, dentro del Festival de las Tres Culturas. Un festival que lleva ya varios años de andadura y que proporciona una de las pocas ocasiones en esta ciudad de asistir a eventos interesantes y de calidad; además, el festival se predica "por la tolerancia", lo que parece muy conveniente cayendo la que que está cayendo. Me parece muy bien que nuestro Ayuntamiento haga estas cosas, y que siga por muchos años haciéndolas, le toque a quien le toque, pero que añada otros trabajos también a pie de obra por el respeto y la tolerancia en el día a día.
El caso es que al salir del tai chi -muy propio-, vestidos de kung fu o algo parecido, directamente, con el ritmo que da ejercicio tan oriental, nos vamos al Claustro de la Merced y vemos, oimos, sentimos, este precioso espectáculo entre lo religioso y lo folklórico, como ya he dicho.
Las fotos son de Lorenzo, nuestro buen amigo, porque nosotros no llevábamos cámara. Gracias, Lorenzo, por enviarlas.

En mi cuaderno de notas diarias, escribí:

"Tres cosas muy hermosas pude ver. Una fue una danza ritual de ciervos; dos monjes con enormes máscaras de ciervos imitaban la lucha de estos animales al son de las trompetas broncas. Era algo a la vez muy primitivo y muy sofisticado. Otra danza impresionante que el presentador llamó algo así como "el amo del cementerio" era, sin embargo, no tan macabro como se podía esperar, pues resultaba cómico, burlesco, como una danza de la muerte. Dos monjes con máscaras de calaveras danzaban jocosamente. Lo que más gracia me hizo fueron sus manos, enguantadas en rojo, con unos largos dedos colgantes que imitaban los huesos descarnados. Sin embargo, lo más hermoso, a mi parecer, fueron unas oraciones cantadas, con esas voces profundas, que no se saben de dónde salen, pues apenas mueven la boca ni hacen ningún gesto, por cuatro monjes sentados, con sus túnicas amplias azafranadas y unos curiosos gorros ceremoniales, como mitras cuádruples; se interrumpía el cántico para tocar unas flautas sordas hechas con huesos humanos y otras veces para hacer sonar esos tamborcillos de doble mazo que se golpean volviéndolos a un lado y a otro".





13 mayo 2008

El americano tranquilo


No se puede decir que sea muy ordenada para mis lecturas, a la vista de la variedad y diferencia entre lecturas muy cercanas. Pero también puedo dar pruebas de lo contrario, cuando un día de estos hable de todos los libros leídos desde enero en torno a un determinado tema literario, no demasiado solicitado.
De momento, ahí va esta última lectura. Vi la película de Joseph Mankievicz, que descubro como no demasiado fiel a la novela, ya que, según he sabido, se consideró la obra de Graham Greene demasiado antiamericana y sufrió una adaptación para hacerla aceptable. me propongo ver también la versión de Noyce, con Michael Caine en el papel de Fowler, para comprobar las diferencias. Después de ver la película más antigua, recordé que sólo había leído de este autor británico una novela, "El tercer hombre", junto con una revisión de la magnífica película, ya un clásico, de Carol Reed, con Orson Welles en el papel del villano traficante de antibióticos en la Viena de postguerra. Como no sabría qué es mejor, si la novela de Greene o la película de Reed, decidí que en el caso de "El americano tranquilo" quizás sí podría tomar una decisión. No he visto la moderna versión de Noyce, que por cierto se usó como arma moral contra la guerra de Irak, pero respecto a la película más antigua, ya sé que la novela es mejor, ligeramente mejor, que la película.
La sinopsis de la obra se puede encontrar en cualquier página, por ejemplo pinchando en el enlace que aparece en la palabra sinopsis. Yo particularmente querría destacar tres valores de la novela: la sequedad del lenguaje, no exento sin embargo de literatura, seca y distante, pero literatura; el magnífico personaje de Fowler, narrador en primera persona de su propia historia, con una distancia cínica, que sería la misma del carácter dibujado a lo largo de la novela, y que, por qué no decirlo, puede haber inspirado la figura del televisivo doctor House; en tercer lugar, la espantosa visión de la guerra, como no podía ser de otro modo, ya que no hay guerra que no lo sea, y Graham Greene no es precisamente un autor de ficciones fantásticas.
Recomendación triple, la tercera de las cuales me aplico yo también: leer la novela, que interesa todavía aunque trate acontecimientos tan lejanos ya como la guerra de Indochina, ver la película más antigua, que también sigue teniendo interés, y, por supuesto, ver la moderna, la de Noyce y Caine. Una revisión completa a un tema literario y cinematográfico.

06 mayo 2008

Judy Frankel

El tres de mayo aparece en El País el obituario de Judy Frankel, una cantante judía residente en San Francisco. En realidad había muerto el 20 de marzo pasado, pero El País lo publica más tarde. Tenía sesenta y cinco años.
Publicó cuatro discos y actuó en numerosas capitales del mundo. Cantaba en ladino original. El ladino (de la palabra latino) es el español hablado por los judíos sefarditas.
Nacida en Boston, con treceaños canta y tocaba en bodas, bares y emisoras de radio. En 1969 llegó a San Francisco y allí conoció al músico Ken Frankel, que sería su marido. De familia askenazy (judíos rusos) se interesó por la música sefardita y la interpretó con gusto exquisito. Su trayectoria recuerda en algún modo la de Sarah Gorby, también judía askenazy e interesada en el legado musical y literario de Sefarad.
Para escucharla cantar en ladino la canción Hanuka, pinchad en el enlace siguiente: