Una santa sábana que no es tan santa. Una denuncia gráfica de lo que todo el mundo -al menos los más conscientes- saben: que la cruz del sacrificio se cubre con el dólar sin ningún escrúpulo. Sin una palabra. Todo dicho en un dibujo sencillo pero efectivo. Es una imagen dolorosa para quien en algún momento creyó que la cruz podía ser el verdadero signo de la justicia y la bondad en este mundo. Es la confirmación de un proceso histórico y la negación de un proceso espiritual. Pero es absolutamente cierta la significación de la imagen. No es que la cruz se haya vuelto materialista, no es que la cruz haya retorcido sus brazos para convertirse en el signo de lo material; es que la cruz ha sido envuelta y tapada por el lienzo, aparentemente limpio y abstracto, del dólar; es que le sirve de pretexto y de soporte.
25 noviembre 2006
20 noviembre 2006
Graffiti: "Soy rapera..."
Como se ve, la pared es un poema gráfico de colorido, tierno colorido rosáceo y celeste. La expresión, juvenil como ella sola, declara la autosuficiencia y la omnipotencia de la mujer joven. Disparo la foto con una sonrisa y luego me voy pensando si es necesario ser rapera a tal fin. Pienso que sólo hace falta tener tiempo, buena disposición, unas sencillas habilidades sociales y, sin ninguna duda, estar entre los quince y los veinte. No tanto por el atractivo juvenil, sino por la ilusión que hay que ponerle a la experiencia. A partir de cierta edad, como decía un buen amigo, ya no se tienen ganas de hacerse el simpático. Pero mientras la ilusión dure y el cuerpo aguante, pues nada, de rapera.
Obsérvese que hay disponible una sencilla adaptación para varones, que yo me he apresurado a idear: "Soy rapero y me tiro a quien quiero". La diferencia es que, arrastrando las mujeres la historia que arrastramos, en él sonaría a chulería más bien, mientras que en ella, añadida una divertida chulería femenina, encontramos más bien la autoafirmación de una sexualidad libre a la que le parece dar vía el hecho de ser ¡¡rapera!!
Obsérvese que hay disponible una sencilla adaptación para varones, que yo me he apresurado a idear: "Soy rapero y me tiro a quien quiero". La diferencia es que, arrastrando las mujeres la historia que arrastramos, en él sonaría a chulería más bien, mientras que en ella, añadida una divertida chulería femenina, encontramos más bien la autoafirmación de una sexualidad libre a la que le parece dar vía el hecho de ser ¡¡rapera!!
16 noviembre 2006
Historias de mujeres
Desde Mujeres en Red me he ido a un blog muy interesante: Historias de mujeres. Dejo aquí el enlace para que se compruebe lo que digo.
Carmen González, periodista, vive en Pakistán y nos relata las luchas incansables e inacabables de las mujeres pakistaníes por lograr una vida más digna y justa para ellas y para sus hijas.
Carmen González, periodista, vive en Pakistán y nos relata las luchas incansables e inacabables de las mujeres pakistaníes por lograr una vida más digna y justa para ellas y para sus hijas.
15 noviembre 2006
GRAFFITI
Inicio con esta entrada una serie de fotos y comentarios sobre los grafitti de mi ciudad.
Me interesan los escritos de las paredes, muros, puertas, monumentos, porque son la expresión de lo oculto, de lo clandestino, de lo juvenil. Son la rebeldía de la expresión. Son la salida nocturna y subrepticia del inconsciente colectivo -¿sigue existiendo algo así?, me pregunto. Sigue existiendo, a pesar de este mundo de pensamiento uniforme sólo variado en las diferentes formas de la publicidad.
Nos encontramos en estos grafitti lo políticamente correcto, lo políticamente incorrecto, el pensamiento reaccionario, el pensamiento progresista, el no pensamiento, la gracia y la mala hostia, la inteligencia y la denuncia.
Puedo imaginar, de hecho me gusta imaginar, al joven solitario, al grupo de muchachos y muchachas con su spray negro, con su plantilla de dibujo, o con los colores nebulosos, en la madrugada, en el silencio de las altas horas, abrigados y escurridizos, vigilantes, poniendo en un rapto de inspiración su pensamiento o su sentimiento inmediato, o la frase largamente meditada, la consigna política, subrayada a veces por la A encerrada en el círculo ácrata.
Comienzo con un grafitti muy reciente. Llevo desde mayo siguiendo por el blog de León los broncos acontecimientos de Oaxaca. Hasta principios de otoño no se han conocido en los medios estos sucesos y la lucha del pueblo oaxaqueño contra un gobernador dictatorial que ganó las elecciones de aquella manera, o sea, a la manera del pucherazo. Hoy por primera vez, en un oscuro callejón de Murcia, aparece un grafitti alusivo, firmado por un partido muy, muy minoritario, casi ya olvidado. Da igual quien lo firme, si en el fondo late la solidaridad con gente que está luchando día a día contra la pobreza y la injusticia. Ya van once muertos allí. Menos que en Irak, desde luego, pero la maldad no se mide por muertos, se mide por maldad, simplemente.
Desde esta ciudad, vuelan hasta México, hasta el estado de Oaxaca este grito gráfico en un oscuro callejón.
Nos encontramos en estos grafitti lo políticamente correcto, lo políticamente incorrecto, el pensamiento reaccionario, el pensamiento progresista, el no pensamiento, la gracia y la mala hostia, la inteligencia y la denuncia.
Puedo imaginar, de hecho me gusta imaginar, al joven solitario, al grupo de muchachos y muchachas con su spray negro, con su plantilla de dibujo, o con los colores nebulosos, en la madrugada, en el silencio de las altas horas, abrigados y escurridizos, vigilantes, poniendo en un rapto de inspiración su pensamiento o su sentimiento inmediato, o la frase largamente meditada, la consigna política, subrayada a veces por la A encerrada en el círculo ácrata.
Comienzo con un grafitti muy reciente. Llevo desde mayo siguiendo por el blog de León los broncos acontecimientos de Oaxaca. Hasta principios de otoño no se han conocido en los medios estos sucesos y la lucha del pueblo oaxaqueño contra un gobernador dictatorial que ganó las elecciones de aquella manera, o sea, a la manera del pucherazo. Hoy por primera vez, en un oscuro callejón de Murcia, aparece un grafitti alusivo, firmado por un partido muy, muy minoritario, casi ya olvidado. Da igual quien lo firme, si en el fondo late la solidaridad con gente que está luchando día a día contra la pobreza y la injusticia. Ya van once muertos allí. Menos que en Irak, desde luego, pero la maldad no se mide por muertos, se mide por maldad, simplemente.
Desde esta ciudad, vuelan hasta México, hasta el estado de Oaxaca este grito gráfico en un oscuro callejón.
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