Tuve
la suerte, en uno de mis últimos años de profesión, de compartir
curso con un compañero excepcional, Paco Gómez. Su discrecion, su
sentido del humor y su estupenda profesionalidad sin estridencias, me
cautivó. Gran aficionado al jazz, a pesar de sus audífonos, y
hombre tranquilo donde los haya, se jubiló unos años antes que yo y
pasó a disfrutar de sus aficiones y de su tranquilidad. Pero su
conocimiento añadió otro buen hallazgo para mí, y fue que tenía
un hijo llamado Gonzalo G. Montoro, el cual escribía muy bien y era un
excelente traductor, además de ser un excelente muchacho, cuyo blog recomiendo visitar para comprobarlo. Desde entonces voy siguiendo sus andanzas de emigrante en Montpellier, como tantos jóvenes valiosos de nuestro
país, sus traducciones y sus artículos en periódicos digitales, y
puedo decir que nunca me defrauda.
Edith Nesbit |
Esta autora no es muy conocida en nuestro país, quizás sólo la
conocerán los estudiosos de la literatura infantil, género en el
que alcanzó gran fama en su tiempo, y gracias al cuál llegó a
disfrutar de una situación desahogada tras muchos años de
estrechuras. Su literatura ha influido en autores contemporáneos de
gran éxito, como J.K. Rowling, la creadora de la saga de Harry
Potter. Recomiendo seguir el enlace propuesto y conocer su biografía, pero también leer el excelente prólogo del libro que propongo, donde se proporcionan ideas muy acertadas acerca de sus relatos y pinceladas de su vida muy interesantes.
También escribió esta autora relatos para adultos, y sobre
todo es celebrada por sus cuentos góticos. Con la traducción de
Gonzalo G. Montoro entramos en un mundo de sombras y misterios de la
mano de esta inglesa excepcional y escandalosa para su época.
Para
un análisis muy detallado de cada uno de los cuentos, recomiendo
acudir a un blog que tiene el hermoso nombre de Leer sin prisa.
A mí los relatos de Nebit me han producido muchas emociones. El género gótico es muy previsible y, por tanto, para lectores avezados, poco emocionante, pero en este caso la tensión de la intriga, la voz viva del narrador en primera persona, el ambiente natural en que se desarrollan los extraños acontecimientos, sin artificios ni excentricidades, hace que lo misterioso y sobrenatural parezca algo cotidiano y por tanto mucho más inquietante.
También quiero agradecer esta publicación a las dos editoras, María
Pérez de San Román y Sheila Correa, por la cuidada selección de
los relatos, que pone al alcance de los que leemos en lengua española
una autora poco traducida y accesible.
La
edición, en sus aspectos externos, es correcta y apropiada, con
clara referencia en su colorido y presentación al tono de los
relatos.
A
mi parecer, un libro muy recomendable. Enhorabuena a Gonzalo por su
traducción, y a todos los que lo han hecho posible.