Primero llegaron las jóvenes feministas. Habían tomado su fuerte frase de Mujeres Creando. No es que esté totalmente de acuerdo con la frase -lo de la licuadora suena muy duro- pero cualquier mujer se siente liberada, complacida, no sé cómo definirlo, con ese deseo expresado por mujeres jóvenes que se sienten siempre amenazadas. "Imagina que es de madrugada, que una muchacha va sola por la calle, y que no tiene miedo". Otra frase para nosotras, ésta para echarle mucha imaginación, desde luego. Estas jóvenes se atrevieron a dejar, quizás de madrugada, quizás con miedo, su grito de protesta en la pared.
Y tenían toda la razón para sentir el miedo que quizás sintieron, porque pasó por allí después un posible violador y, sintiéndose amenazado, escribió con pintura bien negra una frase que a mí me parece aún más agresiva. Además esbozó el torpe dibujo de una pistola. O sea, que con toda razón, a la licuadora. No recomiendo el zumo a nadie.
Y tenían toda la razón para sentir el miedo que quizás sintieron, porque pasó por allí después un posible violador y, sintiéndose amenazado, escribió con pintura bien negra una frase que a mí me parece aún más agresiva. Además esbozó el torpe dibujo de una pistola. O sea, que con toda razón, a la licuadora. No recomiendo el zumo a nadie.