23 junio 2008

Somerset Maugham: El filo de la navaja


En muchas ocasiones los libros llegan a mí de una manera casual y, naturalmente, no los leo en ese momento. Éste fue lanzado por El País en una colección de 2003, llamada Clásicos del siglo XX. No parecía mal que se hiciera una recolecta de las novelas, y libros en general, más populares o significativas del siglo pasado. Yo las recogí todas, pero tengo que decir que no las leí todas. Ésta se quedó en el montón de más adelante.
Había leído con anterioridad los cuentos de este autor británico, todos muy elegantes y, sobre todo, inteligentes. Recientemente leí "El velo pintado". Luego vino la correspondiente película, pero no fui a verla. Me suele ocurrir así, porque la "echaron" en el Thader. creo, y no estoy muy dispuesta a coger un coche para ver una película. Supongo que la veré cuando esté disponible en vídeo. De "El filo de la navaja" también hay película. Tendré que buscarla.

Ahora, hace una semana, cuando dejé a mi pobre Vázquez Montalbán, no sabía por dónde seguir mi afán devorador de libros. Encontré esta novela abandonada durante tanto tiempo y me decidí a leerla de una vez.

No me ha defraudado. Es larguísima y muy completa. Lo más valioso para mí es que retrata en determinada clase social bien acomodada los personajes que vitalmente han podido resultar más significativos del siglo pasado. Logra además que pensemos, como en una suerte de transmgración de las almas, que sucesivamente nos vayamos identificando en cada uno de ellos. Creo que eso ocurre sólo con las personas que hemos pasado buena parte de nuestra vida en el siglo anterior. No sé qué efecto perverso causaría en las nuevas generaciones de lectores. Quiero decir con esto que es una novela clásica por completo. Una herencia magnífica del siglo XIX. Está escrita en primera persona por un narrador testigo, el propio escritor, que se convierte en personaje hilo de todos los sucesos de la historia sin estar implicado en ninguno de ellos.

Presente en todas las historias está el enfrentamiento secular entre la espiritualidad y el materialismo. Gran conocedor de las líneas de pensamiento orientales, Maugham les da cabida en el personaje más simpático y atractivo de todos los que pueblan sus páginas: Larry Darrell.

Él llama a su novela "una novela apacible". Sí que lo es. Para leer tranquilamente, sin prisas, con la seguridad de que avanzará por sus propios medios.

Un precioso pensamiento sobre la belleza, recogido al paso de la novela:

"Aunque la rosa a mediodía haya perdido la belleza del alba, la belleza que entonces tenía no deja de ser verdadera".

Y a continuación nos aconseja:

"No hay nada permanente en el mundo, y somos necios cuando pedimos que algo perdure, pero no cabe duda de que seríamos aún más necios de no solazarnos con lo que tenemos mientras dura".

4 comentarios:

Mameluco dijo...

Ah, bueno, perdón...
es que tengo el blog abandonao después de la resaca opositoril...

Me pusieron uno de los temas que me había mirado, pero no me lo sabía del todo bien, pero me defendí con garras y dientes. Estuve escribiendo las dos horas, vaya. Ahora me preparo los orales de defensa de Programación Didáctica y el de la Unidad, que me supongo me tocará el Martes que viene o por ahí...

Esta noche ya escribiré algo con normalidad...

Un saludo.

Sarashina dijo...

Qué bien. Aunque el tema no lo tuvieras completo, si le echaste unas pocas tablas, seguro que muy bien. Algún día te contaré mi oposición. Todavia algunas noches me despierto y pienso que tenía que haber elegido "el otro tema" en la encerrona. Fíjate el trauma.

Anónimo dijo...

Fuensanta. Me ha gustado el artículo. Debo decirte que hay una errata en la palabra transmigración. Has escrito, sin duda un error de teclado, transmgración. Lo digo por si quieres corregirlo.

Un beso fuerte. Y leeré la novela. (Cuando termine Ulises, claro)

daniel dijo...

si ven la pelicula vean la de Tyrone Power es la mejor, la otra es mala