07 julio 2008

"101 dilemas éticos" de Martin Cohen


Es éste un libro para leer con tiempo, con calma y sin prejuicios. Para situarlo, tendría que decir que pertenece a la didáctica de la Filosofía, y en particular a la didáctica de la Ética. Demuestra que los conocimientos sobre temas duros y difíciles no son inaccesibles para el público medio, que puede ser utilizado en clases para adolescentes, que buena falta que hace en este mundo donde la globalización y el mercantilismo nos pone continuamente ante problemas de conciencia que nos pueden parecer irresolubles. Los problemas éticos que plantea Cohen son problemas cotidianos, que están en los medios de comunicación, en nuestra información diaria, que podemos encontrar con frecuencia en nuestra propia vida.
La estructura del libro obliga a una lectura con dos marcadores, pues está dividido, a mi parecer inteligentemente, en dos partes. En la primera se van presentando los dilemas éticos, capitulados y numerados; en la segunda, con el mismo número, capítulo y título, encontramos la discusión, con aportes de opiniones de los principales filósofos que han tratado el tema; resoluciones no hay, porque eso se deja al criterio de la persona que lee. Muy interesante, siempre, el debate planteado.
Los temas tratados, del máximo interés individual y social, se mueven en un amplio espectro, desde la ética empresarial, la bioética, los derechos humanos, hasta problemas como las relaciones de poder, las libertades individuales o las difíciles elecciones vitales.
Siento mucho no haber podido encontrar información en la red acerca del autor. Llamarse Martin Cohen debe de ser como llamarse Pepe Martínez, aparte el hecho de que es un filósofo dedicado a la didáctica y a la divulgación, lo cual quizás no tiene prestigio en las Universidades ni en los ámbitos académicos donde lo que se valora más es el hermetismo que imposibilita al ciudadano de a pie el acceso a los discursos filosóficos y éticos. Les conviene más así, me imagino. El poder es el poder. No tiene problemas éticos.


9 comentarios:

Atenea dijo...

Suena interesante la recomendación que haces del libro de Martin Cohen, primera vez que sé de la existencia tanto del autor como del libro.

Y si, es bueno ver que personas como él se dediquen a este tipo de temas dándole acceso al público en general, ya que los temas que mencionas en el libro son indispensables que todos los conozcamos un poco más a fondo.

Saludos

Atenea dijo...

Me olvidaba te dejé una respuesta en "Ellas en la historia" ;)

Sarashina dijo...

Hola, Minerva. Creo que es la relativa a las mujeres ajedrecistas. Me gusta pasar por tu blog, así que no me importa darme otra vez una vueltecilla. Sí, este libro tiene gran interés en los tiempos que corren. Gracias por tu comentario.

supersalvajuan dijo...

Prejuicios siempre tenemos. Es imposible, siempre partimos de premisas preconcebidas. Haces bien, la reclusión en el campo es lo mejor. ¿Ética y empresa en una misma frase? Imposible, casi siempre son antónimos. Riega las plantas, que si no se secan.

Sarashina dijo...

Pues parece que hay asuntos éticos en las empresas. Que carezcan de ética, puesto que su dios es el dinero, no impiden que sepan de su existencia y que, si les interesa, incluso contraten a un filósofo para que les dé soluciones éticas cuando la gente les hace boicot o pierden clientela por sus desmanes. Eso ya ocurrió, por ejemplo, con Nestlé, creo recordar.
Estoy en el campo instalada, pero ahora paso un par de días en la ciudad. Y riego las plantas cada día; el granado y todo lo demás. Si se secan en todas partes, en el campo de Ulea más aún. Un saludo, salvajuan.

supersalvajuan dijo...

Y si se secan, siempre puedes llevarlas a la planta de reciclaje. La ciudad está fatal.

Sarashina dijo...

Es que tengo un dilema ético. ¿Las llevo a la planta de no-reciclaje o las tiro por el campo, que parece mejor, aunque deberían ir a una planta de reciclaje? La planta de Ulea es una auténtica mierda, imagino que estarás enterado. Nosotros tenemos un depósito para hacer nuestro compost, porque lo que es allí, al vertedero más cercano.

Anónimo dijo...

Llévalas a un balneario, y échales cerveza fresca. Ya verás que hermosas se ponen, y qué agradecías.

Un abrazo fuerte.

Eugenio dijo...

Hola, me ha gustado la entrada valorando el uso didáctico de los libros de este autor.

Aquí tienes información sobre Martin Cohen (en inglés)

http://www.the-philosopher.co.uk/cohen.htm