11 febrero 2009

Instrucciones previas

Ha tenido una enorme repercusión mediática. Ha sonado en todas las radios, ha hecho correr las palabras, muchas en vano, otras muy cargadas, porque las palabras también las carga el diablo, y todo el mundo ha tenido que opinar y todo el mundo ha sabido que esa foto de una hermosa joven hacía diecisiete años que no era real. Eluana, precioso nombre y preciosa muchacha. No voy a dar mi opinión. La tengo, y no me cabe la menor duda, se puede imaginar. Sólo tengo que decir que esta tarde mismo me he ido a una página de internet. No era fácil encontrar los documentos necesarios, a no ser que supieras que aquello se llama "instrucciones previas". Previas a la muerte, claro, a qué iba a ser. Bonito eufemismo. En otros sitios lo he visto como "testamento vital", que también tiene su cosa: tendría que llamarse testamento mortal, pero en fin, los vivos, ya se sabe, siempre disimulando que estamos aquí de alquiler.


Pues bien, me he bajado todos los documentos necesarios, a saber: documento de instrucciones previas, solicitud de inscripción en el registro de instrucciones previas, datos sanitarios del otorgante, nombramiento del representante, declaración de testigos y declaración de veracidad de los datos. Un tocho. Más dos fotocopias del carnet de identidad.
Y para que se sepa, digo (por si se me cae el techo encima esta noche y no da tiempo), entre otras cosas, como los casos calamitosos en que me puedo ver:

"Teniendo en cuenta que para mi proyecto vital es muy importante la calidad de vida, es mi deseo que no se prolongue cuando la situación es ya irreversible.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, y de acuerdo con los criterios señalados, es mi voluntad que, si a juicio de los médicos que entonces me atiendan (siendo por lo menos uno de ellos especialista) no hay expectativas de recuperación sin que se sigan secuelas que impidan una vida digna según yo lo entiendo, mi voluntad es que:
  1. No sean aplicadas -o bien se retiren si ya han empezado a aplicarse- medidas de soporte vital o cualquier otra que intenten prolongar mi supervivencia.
  2. Se instauren medidas que sean necesarias para el control de cualquier síntoma que pueda ser causa de dolor o sufrimiento.
  3. Se me preste una asistencia necesaria para proporcionarme un digno final de mi vida, con el máximo alivio del dolor, siempre y cuando no resulten contrarias a la buena práctica clínica.
  4. No se me administren tratamientos complementarios y terapias no contrastadas, que no hayan demostrado su efectividad para mi recuperación y prolonguen fútilmente mi vida".

Además, dono mis órganos, los que haya dejado en buen uso, que eso ya veremos con el trote que llevo, para trasplantes, digo que deseo ser inhumada, por decir algo, que ya más o menos me da igual, y que la asistencia deseo recibirla en mi domicilio. De la asistencia espiritual, nada, lo que buenamente me llegue sin nadie por medio. Si puedo decirlo, que tengo que consultarlo, deseo que nadie hable fuerte a mi lado y tampoco de mi situación, así como oír un poco de música y que esté todo en penumbra, que la luz siempre me molesta mucho. Y nada más. Morirme, y sanseacabó. De verdad, de verdad, yo preferiría no morirme en absoluto, nada, ni un poco ni un mucho, pero como no hay más remedio, por lo menos me doy el gusto de dejar instrucciones previas, que tal y como se están poniendo las cosas, ya no hay compasión para nadie.

Y la foto que he puesto no tiene nada que ver con esto, aunque en el fondo sí. Era una niña de porcelana que tenía mi abuela María en su vitrina; a mí de niña me gustaba mucho verla, por esas ropas tan bonitas, porque le faltaba un zapato y lloraba con el dedo en la boca. Ahora la tiene una prima mía, porque a mí me dio gusto dársela, ya que por circunstancias la tenía yo. Sabía que ella la quería, así que pensé que le hacía unas fotos y que se la daba. Al final, de todo hay que despedirse. Si me despedí de mi abuela, que yo la quería mucho, con menos pena me iba a despedir del bibelot, ya que la niña que era yo mirando aquella otra niña de porcelana, con esas ropitas, sin un zapato y llorando, hacía mucho tiempo que ya no existía. Mi prima, me parece, no filosofa tanto como yo. Que la disfrute mucho, que es muy buena chica y se lo merece.

23 comentarios:

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Vale, Fuensanta, firma y rubrica, si esta es tu voluntad. Y guárdalo en un cajón de tu escritorio después de haber informado a los tuyos de dónde lo tienen disponible.
Pero, ¡por favor, NO TE MUERAS TODAVÍA! Déjame y déjanos disfrutar todavía de tu filosofía.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Estoy harto de eufemismos, de que no se llame a las cosas por su nombre. Ocurre en infinidad de campos y en éste de la muerte no podía ser menos.
Es importante tenerlo claro y dejarlo preparado, aunque a la mayoría nos cueste...
Gracias por estas reflexiones, querida amiga.
Un fuerte abrazo, Clares.

Atenea dijo...

Yo prefiero no pensar en mi dia final, jajaja, todavía quiero hacer muchas cosas en este mundo :).

Pero si te deja tranquila dejar instrucciones bien por ti, aunque tengo la impresión de que todavía hay Clares para muuuuuuuucho rato :).

Sobre la donación de órganos, aqui en el DNI existe una opción en la que pones si o no para donar órganos, me parece una alternativa muy práctica, no sé si en España tienen esa opción para sus documentos de identidad.

Un abrazo Clares! :)

Sarashina dijo...

Ay, Miguel Ángel, de eso tengo yo la intención, de no morirme, pero no ahora, sino nunca, lo que pasa es que no voy a poder evitarlo. Soy muy consciente de este hecho, aunque me cueste aceptarlo, como a todo bicho viviente. Creo, por otra parte, que morimos día a día, y que el último día, como dice mi amiga Minerva -ella es una cría, muy joven- sólo es la culminación del proceso de la vida misma.

Sí, Eusebio, todo son eufemismos en esta sociedad. No hay quien llame a las cosas por su nombre, ni yo misma a veces. Se van cargando las palabras, ya digo, las carga el diablo, y la gente termina por creer que son mágicas o algo así, y que con disfrazarlas dejan de existir.

Joselu dijo...

Post valiente. A nadie le gusta hablar de esto, pero tarde o temprano nos llegará a todos. Comparto y suscribo tu testamento vital. Un día de estos iré a un notario y lo haré, aunque no sé si es necesario este trámite para que te cobren innecesariamente. El caso de Eluana y otros semejantes hacen reflexionar. ¡Qué calvario el del padre, y qué campaña de difamación contra él! Por él, y por Eluana cuyo rápido final ha dado por fin término a su estar sin estar.

PMM dijo...

Creo que muchas personas han pensado lo mismo que tú. No sólo decirlo a tus familiares y amigos, sino tomar la decisión de dejarlo por escrito por lo que pueda pasar. Yo también he buscado esa documentación, y pienso exactamente lo mismo que tú. No quiero estar muerta en vida. Ni vivir cuando ya estoy muerta.

Desastrilla dijo...

jobar me ha dado yuyu tu entrada...yo también donaré mis órganos ejejeje y lo otro pues seguramente también, aissssss buena reflexión, sí señora :)))) un besazo

Ramón de Mielina dijo...

Es un tema difícil... Depende de lo que haya dejado dicho/escrito la persona, depende de los que lo sufren desde fuera porque son ellos quienes toman la decisión, depende de muchas cosas... En realidad este tema lo veo difícil en todos los sentidos, no así el aborto (tema gemelo porque otros deciden si alguien debe o no vivir), que veo cláramente que es un asesinato.

supersalvajuan dijo...

Siempre podemos poner el ejemplo de Crosby.

Cyd Charisse dijo...

El otro día, escuchando en la radio las 'razones' del Papa para que Eluana siguiera viviendo como un vegetal y dado que no entendí ni papa le pregunté a alguien qué significaba... él me dijo que la iglesia no quería que muriera esta chica porque aunque estuviera prácticamente muerta, seguía teniendo la regla. Me quedé estupefacta... ¿y eso...?, pregunté. Y me respondió: "a la iglesia lo único que le importa de esta chica es que sigue siendo un ser reproductivo y es lo único que a la iglesia le importa de las mujeres, que tengan hijos".
Reconozco que me quedé lívida, pero ¿a qué es verdad?.

Sarashina dijo...

No me lo puedo creer, Cyd Charisse. Si es así, entonces ya tengo la última prueba que necesitaba para saber qué piensa la iglesia de las mujeres, vamos, que seríamos como una especie de animales de reproducción para la excelsa raza de los varones, entre ellos los clérigos. Vamos, vamos.

Super, ¿y quién es Crosby? Yo sólo me acuerdo de Bing Crosby, demasiado antiguo como para que tú lo conozcas. Lo investigaré, a ver a qué te refieres.

Para todos en general, diré que os habéis convertidos en testigos de mi voluntad. Aparte los que legalmente lo sean en cuanto presente los papelotes.

Sencillamente, tal y como están las cosas y como se pueden poner en adelante, no quiero que me pase lo de Eluana. Que me atienda Montes y que no lo metan en la cárcel ni lo quiten del servicio, porque así hará lo que yo he dicho que hagan. Cuando me toque, de moemnto, aquí estoy y ya veremos.

Fernando Manero dijo...

No es necesario hacer acopio de tanta documentación y de tan complejos formularios. El tema que abordas es una cuestión que cada vez está más desarrollada en nuestras sociedades y que, como tantas otras conquistas del ser humano, acabará lográndose por la propia evolución de la sociedad y de sus leyes. No es necesario que te plantees dar instrucciones sobre lo que ha de pasar. Disfruta de la vida, compártela con quien quieres, sonríe de vez en cuando y mira por tu salud. Hiciste bien en dar a tu prima la muñeca. Es lánguida y no invita en exceso al optimismo. Mejor conservarla en el recuerdo que no tenerla todos los dias a la vista porque seguro que no levanta el ánimo cuando se la contempla.

Sarashina dijo...

No sé, Fernando, yo no soy muy previsora. Yo vivo felizmente con mucho trabajo, mucho cariño y una vida pasable, disfruto de la vida, como tú dices, pero quiero que mi muerte sea pacífica, dentro de lo que cabe, y no quiero que se me prolongue la vida inútilmente. Luego, vete a saber las circunstancias. Creo que lo mío es más testimonial que otra cosa. Ya hay casi cuarenta mil personas que lo han hecho. Es presión social, sencillamente. Y de la evolución social no me fío un pelo, tal y como veo el patio.

Mameluco dijo...

Yo también pienso hacerlo ya. Y creo que voy a donar mi cuerpo a la ciencia, también. Para que me rebanen y me profanen. Para que todo lo pudoroso que fui en vida no lo sea después de muerto.
De todas formas en mi familia, por si llega el caso (aún no he rellenado los papeles, saben lo que tienen que hacer llegado el caso).
Menos lo de donar mi cuerpo a la ciencia. Que eso es como un secreto, jajaja, no porque lo sea, sino porque no lo he dicho.

Yo, que soy de los que creo en el derecho al suicidio (como última de las libetades supremas), creo en la eutanasia activa si alguien la pide, por supuesto.

Sarashina dijo...

Lo de donar mi cuerpo a la ciencia, yo qué sé, es la última prevención que me queda... es que tampoco me fío mucho de la ciencia últimamente, por lo menos de la ciencia médica. Yo también estoy de acuerdo en la eutanasia activa, siempre y cuando la persona esté en sus cabales y pueda pedirlo por sí mismo, por ejemplo en el caso de Sampedro, ¿por qué no permitirle morir como él quería? Ahora, eso sí, tiene que ser un caso tan claro como ese, porque hay por ahí cada heredero...

Mameluco dijo...

Lo mejor, no tener nada, jajaja...

Sarashina dijo...

Lo mejor, tener una cosa media, que no te quieran matar para heredar, pero que permita que no te mueras de asco.

Anónimo dijo...

"…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;..."

¡Qué penita da! Que triste es morirse y qué le vamos a hacer.
Así es la vida.
Besitos para todos.

Anónimo dijo...

Una declaración de intenciones, de buenas y finitas intenciones.

Coincido contigo en el testamento "vital" que has expuesto, ya que la vida ha de ser digna para que sea vida.

Eluana era un ser vivo, pero ya no era una persona: no pensaba, no hablaba, no sentía, no se comunicaba. Ni siquiera era un vegetal (los vegetales crecen, florecen, reverdecen, dan frutos, se llenan de hojas).
Esta muchacha sólo era materia biológica y con un corazón latente; su cerebro estaba totalmente desactivado y su cuerpo iba menguándose y atrofiándose de forma irreversible.
Por desgracia,ya murió hace 17 años.

¿ Cómo puede el impresentable de Berlusconi hacer un "casus belli" con este tema, cuando en Italia habrá montones de niños y personas que estarán pasando hambre, enfermedades y miserias -como los rumanos gitanos- ?


Saludos vitales. Toni Sagrel.

Miguel dijo...

Saber morir es una de las máximas aspiraciones del ser humano. Sólo está, hoy por hoy, al alcance de los pocos sabios que el mundo ha dado. Y yo me pregunto, si es tan cierta la muerte, que en fin, es eso lo único que tenemos por seguro, por qué no nos enseñan a morir bien.

Sarashina dijo...

Y yo me iré y se quedará todo cantando por aquí, Matapollos, pero... sí, es pena que lo tengamos que dejar en un momento, pero creo que la muerte da valor, un enorme valor, a la vida. No sé cómo me lo tomaré, pero de momento voy haciéndome a la idea.

Coincidimos, claro que coincidimos, Toni, es que sólo hay que pensar un poco, tener humanidad y sensibilidad y todo lo demás es sensatez. Lo del impresentable de Berlusconi es una cuestión de política perversa, sencillamente. Italia está terminal.

Eso quisiera yo, Miguel, que hubiera una cultura de la vida, una cultura de la verdad, de la valentía, para que también aprendiéramos a envejecer y morir. No es comparable a nacer, porque al nacer no somos nada ni nadie, todo está en potencia, y es nuestra madre la que tiene que aprender a parirnos, luego empieza la andadura, y morir no es tan pasivo como nacer. Séneca decía algo magnífico: "La vida es un lento aprendizaje de la muerte". Ojalá fuera así.

Anónimo dijo...

COincido contigo. Oí a un obispo de estos decir que jesucristo no había muerto con paliativos, que qué nos creíamos los humanos, y ahí abominé de nuevo de las doctrinas porque se empeñan en pensar por los demás y eb apropiarse del bien y el mal, del dolor y del amor, de la inquietud y bienestar.
Pues, hala, bien clarito lo has dejado. Pero no te mueras, por favor.

Sarashina dijo...

Que no, mujer, que no tengo intención ninguna de morirme, era solo por hablar y por dejar las cosas, como tú dices, bien claras. Ahora que lo sabe medio mundo me quedo más tranquila. De todos modos, llevaré los papelotes al registro ese, por dar testimonio de que somos mucha gente la que estamos de acuerdo en tener una muerte lo más humana posible.