09 enero 2008

Remedio de eterna juventud

El cuadrito es de Germán Hernández Amores.
Margarita y Mefistófeles en el templo


¡Qué divertido lo que dice Mefistófeles al joven estudiante, haciéndose pasar por Fausto, que anda a su vez recorriendo los espacios siderales en un viaje místico y onírico! Parece que el demonio es más realista que el hombre y sabe a qué atenerse. El muchacho le pregunta, después de muchas consultas profundas que Mefistófeles contesta haciéndose el interesante y engañándolo como a un chino, por el secreto de la eterna juventud, un remedio para estar siempre joven, y el demonio zumbón le contesta: "Eso está en otro libro".
¿En qué libro estaría? Ni el demonio mismo conoce el remedio, ese elixir perseguido por la Humanidad desde sus orígenes. A él, realmente no le hace falta y, pensándolo bien, tampoco a los seres humanos. Sería horroroso, así que con tanto corretear detrás de ese elixir, resulta que nos hemos pasado milenios pensando mal, pero que muy mal.

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