21 mayo 2009

Un niño prodigio, de Irene Nemirovsky


Muchas circunstancias, no todas agradables, me han tenido apartada por un poco de tiempo, desde mi enfermedad, que duró poco por fortuna, hasta el incordio de haber pasado lo que se llama una valoración docente, que consiste en que un inspector te persiga durante días haciéndote preguntas reiterativas y pidiéndote documentos. Esto llega a ponerte la autoestima por los suelos, porque parece que no haces nada de lo que tendrías que hacer y que todas las cosas que hago son algo así como tonterías. Yo por mi parte pienso que tal intento de valoración de esta labor es como querer cazar elefantes con un cazamariposas. No se puede captar el hecho complejísimo que es la enseñanza a base de preguntas y papeles. Pero depende de lo que el inspector considere para que se emplee a fondo con sus cuestionarios o lo haga todo más liviano. El que me ha tocado a mí no puedo decir que adolezca de liviandad. Cada vez me decía a mí misma que había hecho una locura solicitándola, y que casi renunciaba, pero ya que se había molestado al equipo directivo, a los compañeros de Departamento, y hasta a los alumnos, pues que adelante y que ya veríamos. Espero que la percepción de ser un desastre de profesora sea algo solamente mío y que el inspector no piense lo mismo, que si no es así, voy dada. En fin.
Mientras tanto, una lectura ligera, pero muy hermosa. Esta novelita juvenil de una de las autoras que más admiro: Irene Nemirovsky. De ella he leído hasta el momento, me parece, todo lo que ha ido saliendo a las librerías. Me la descubrió mi amiga Alicia Poza, que tuvo la deferencia de regalarme "El baile", un cuento agrio y descarado que me impresionó. A partir de ahí, la "Suite francesa", su mejor obra sin duda, me convirtió en una incondicional. Esta obra está inacabada, sencillamente porque la escribía con prisa refugiada en el bosque, esperando que de un momento a otro la detuviera la Gestapo, como así ocurrió. Nacida en Kiev, en 1903, hija de un adinerado banquero, la familia inició un periplo europeo que culminó en Francia, donde les sorprendió la entrada de los alemanes. Irene Nemirovsky ya estaba casada y tenía dos hijas. Su marido, Michel Epstein, no pudo creer lo que estaba pasando y tanto se aireó por todas partes, inquiriendo por judíos detenidos, que al final lo detuvieron a él mismo y lo mataron. Irene sabía que detrás iba ella y sólo pudo alcanzar a dejar a sus dos hijas a buen recaudo, junto con una maleta que contenía sus escritos de la "Suite francesa". Ya adultas, las hijas rescataron esos manuscritos de su madre, muerta en el campo de concentración de Auschwitz, el17 de agosto de 1942.
Sobre una de sus obras, "David Goldberg" escribí un artículo crítico cuyo enlace aquí dejo. Sobre esta que he leído ahora, sólo diré que es una novela juvenil, la primera. Cuando la presentó por correo a un editor, el buen hombre pensó que era original de algún autor consagrado que se presentaba bajo ese seudónimo, por lo que su sorpresa fue mayúscula cuando se encontró con una frágil jovencita como autora de esa pequeña joya. La novelita es una verdadera delicia, algo retórica en su lenguaje, aún no tan depurado como en obras posteriores, pero de desarrollo impecable y encantador. Su tema, una meditación sobre la naturalidad del arte como don; su argumento, bien sencillo. Un niño de la calle es recogido por una dama de gran poder, belleza y riqueza, porque es poeta natural. La vuelta a sus orígenes viene al final, cuando él ya no puede ser la persona que era. Una breve y delicada lectura para un fin de semana.

16 comentarios:

Cabopá dijo...

Hola Clares: me alegro que estes en plenas facultades y soportando inspecciones, por la forma de contarlo se nota que estás recuperada..No pude ir al M.de la Ciudad, ¿a quién se le ha ocurrido esa hora? ... Leí "Suite francesa". Me gusto muchisimo, tanto,qué parecía que huyera a la vez que los personjes.Unas vidas conmovedoras una autora desgraciada y de final fatal. Besicos.

Mameluco dijo...

¿Una auditoría docente? Da mal rollo. Me acuerdo que de pequeños nos decían, hoy tenéis que ser buenos que viene el inspector. Como si nos fuese a mandar a la cárcel o algo.
Fueraparte le comunico que me voy a Murcia a trabajar unos cuantos meses (no es la beca solicitada, es aún mejor -pero corto en el tiempo-) así que ya nos veremos por allí, ¿no?
Tengo que buscar piso y firmar el contrato. Me iré para todo eso la semana que viene, porque el martes me examino del teórico del carnet.
En fin, que nos veremos las caras (esto último parece de duelo de película, jejeje...)

supersalvajuan dijo...

Como dice un buen amigo mío, los inspectores educativos se han convertido en comisionados políticos. Agüita.
Ciao!

Sarashina dijo...

La "Suite francesa" es una verdadera obra maestra y se queda una con las ganas de continuación, pero ya sabemos lo que pasó. El horror, el horror. Cabopá, creo que es culpa de Soren, que es el organizador. La verdad es que estuvo muy bien todo, incluida yo misma. En breve, subo el texto por si alguien lo quiere leer.

Mameluco, qué alegría. Te pongo luego un correo con mi teléfono, y vamos que si nos vemos, y lo que haga falta. Tú pregunta, que lo que yo pueda, a tu dispo. Me alegro mucho, mucho.

Super, este no ha sido muy comisario político, pero ha sido minucioso. Era una persona agradable, pero melindroso. Lo que más siento es que lo he pedido yo. Ahora ya veremos lo que hace. Nos vemos la semana que viene en cualquier antro, ¿no? Ya he hablado con eme de eso.

Rubén Castillo dijo...

Un amigo común comentó una vez en mi presencia, querida Fuensanta, viendo lo mal que le había salido una experiencia de este tipo, que lo mismo no lo dejaban seguir siendo profesor... Bueno, pues imagino que ésa tiene que ser la sensación. En todo caso, sólo hay un juez válido para estas cosas: el alumno o la alumna a quien te encuentras veinte años después, con edad y conocimiento. Y te dice lo que piensa de las clases que le diste. Ése es el quid. Ni ahora lo ven claro (son hormonas con vaqueros), ni los inspectores son quiénes. Así que la frente alta, y a seguir leyendo, guapísima. El presente es un arma cargada de futuro.

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Inspectores, inspectores... Ya se podían estar quietos! Un Bsito!

Joselu dijo...

He creado un wiki para hacerle un homenaje a Mario Benedetti. Me encantaría que te unieras y participaras poniendo tu voz a alguno de sus poemas. Está en HOMENAJE A MARIO BENEDETTI. Un abrazo. Por la poesía.

Joselu dijo...

He leído El baile y la Suite francesa y coincido contigo en apreciar a la autora, más cuando sabes las circunstancias de la escritura de la segunda. Me sorprendió que Suite francesa recrea una especie de relación sentimental entre un oficial alemán y una francesa (si no recuerdo mal)que lo acoge en su casa. Me asombró la mirada positiva hacia el oficial alemán perteneciente al ejército que posteriormente la detendría y la deportaría a Auschwitz. Un hermosa novela que leí hace un par de años. Esta que comentas hoy no la he leído.
En cuanto a la inspección docente no puedo sino manifestar mi apresión, mi alergia y urticaria. Ya he pasado una en que dos inspectores se metieron en una clase de lengua que estaba impartiendo. Todo fue muy bien y no me puse nervioso, incluso el informe que hicieron fue excelente, pero todo eso de los papeles, la burocracia, toda esa terminología que se utiliza, qué mal lo llevo... Me produce urticaria. Un cordial saludo.

Sarashina dijo...

Rubén, creo que es la sensación mía, porque a tenor de lo que sé, él está convencido de que soy incluso buena, pero es que la cantidad de preguntas reiterativas, pesadas, que ya ni sabes cómo contestar, llegan a agobiarte. Yo sigo, y a veces, como tú dices, me encuentro con el fruto de mi trabajo, y entonces parece que todo cobra sentido.

Tú lo has visto en directo, eme, acoso y derribo, pero no es mala persona ni mucho menos, es que es minucioso. La verdad es que al final más o menos cambio de estilo y de cara.

Joselu, con mucho gusto participo de ese homenaje. Me buscaré el poema adecuado y que nadie lo haya elegido ya y adelante. Eres un cielo, amigo.

La del Planeta dijo...

Querida Fuensanta, ¿a quién se le ocurre? es que, es que, derde luego...

Un besazo.

Sarashina dijo...

Pues tienes razón, la del Planeta, pero es que cuando quieres algo bueno, te lo cobran caro, como me ha pasado a mí. Pero creo que si llego a saber cómo era la cosa, no pido nada y me estoy en mi sitio calladica. Pues nada, ya la tengo hecha y ya veremos lo que resulta.

Atenea dijo...

Por tu manera de escribir me da la impresión que también eres muy ágil a la hora de expresarte oralmente :), asi que de hecho pasas la inspección ;).

Me encanta como describes los libros y sus autor@s, no conocía a esta escritora pero la tomaré en cuenta para futuras lecturas :). Yo ahora me estoy leyendo "El conde de montecristo" hasta ahora me está gustando bastante :D.

Espero pases un bonito fin de semana!

Un besito

Sarashina dijo...

Minerva, ¡El Conde de Montecristo!, qué pasada, que dicen los jóvenes. De cría me encantó, y no lo olvido, sobre todo cuando ya es rico y poderoso, que ahí se cumplen todas las fantasías de omnipotencia de un adolescente. Disfrútalo, niña, que es un puro arrebato. Luego ya leerás a esta mujer, que nada tiene que ver.

Pilar dijo...

Te entiendo bien, lo pasé y con un inspector interino haciendo méritos, lo cual empeoró bastante las cosas.

Dos cuestiones me llamaron especialmente la atención de su "trabajo"= reunió a los delegados de las clases, cosa que yo desconocía que haría, y me daba igual por otra parte, y les dijo: "entonces, vuestra profesora, os pone ejercicios y mientras ella en la ventana se fuma un cigarro, por ejemplo..." IMPRESIONANTE jajajaajajaj
bueno, los niños no daban crédito, quedaron tan impresionados de si eso era posible que se hiciese, que nada más salir me buscaron para decírmelo. Ideica tenía él del tema.
La segunda fue que cuando ya me había pedido todo tipo de documentos, habíamos mantenido no sé cuántas charlas incluso haciéndome perder clases --no pasa nada, decía jajajaajaj, ayyy-- insistiendo en que las cosa no podíans er tan positivas, me dijo pues... ¿ y entonces, a qué corriente pedagógica crees tú que PERTENECES? jajajajaajajajajaj
pues tú sabrás, le dije yo, que eres pedagogo oficial del reino.

En fin, un poema aquello.

Por cierto, el pedagogo jamás había pisado un aula de secundaria. Cosasss
NO será el mismo, no, espero. En tu centro se llevarán más cuidado. Lo mío de verdad, fue un abuso. En fin, que se joda que me la dieron. jajajaajajajaj

Sarashina dijo...

Pilar, el mío no es mala persona, porque ese tuyo, para mí que sí lo era. Reunió a los delegados, pero no les dijo nada de esos disparates, que son de verdad de juzgado de guardia. Supongo que a mí también me la darán, y que la calificación no será mala. Tampoco me ha tratado mal ni me ha preguntado a qué corriente me adscribo. Si me lo llega a preguntar le digo que a la del maestro Ciruela, qué tío. Yo lo único que he surido ha sido el cuestionario de dos mil preguntas reiterativas, y no me ha hecho perder clase. Al contrario, se me ha metido en tres sin parar de tomar notas. En fin...

Anónimo dijo...

Solo para decirte que Nemirowsky murió antes de que detuvieran a su esposo, aunque éste nunca llegó a saberlo y murió sin conocer el destino de Irene, a la que siguió buscando e intentando cuidar después de su muerte. Triste el destino de ambos.