19 noviembre 2012

Raúl Guerra Garrido, un autor descubierto

 Realmente no sé cómo llegué a este autor, a Raúl Guerra Garrido. Nadie me lo recomendó, no leí ninguna reseña, no lo vi en televisión ni lo escuché promocionarse en la radio. Mirando libros, no en las mesas de novedades, sino en los estantes giratorios que presentan colecciones o libros de autores, encontré este nombre. Los títulos me atrajeron: son realmente títulos muy sugerentes. Compré primero "La costumbre de morir", porque prometía ser una especie de novela negra o de intriga al menos. Dicho esto, se agradecería a los editores que no dieran tantos datos al respecto en la contraportada. Quien se anima a leer un libro es siempre un ser inteligente que sabe colegir un argumento de unas pocas palabras. Si alguien se decide a leer este libro, que no lea la parte de atrás antes de haberlo terminado. Demasiada información. Es un libro interesante y atractivo, con mucha intriga. No puedo decir que esté maravillosamente escrito; es limpio y transparente, ágil y sin florituras, como corresponde a un libro de suspense. No me explico cómo a nadie se le ha ocurrido convertirlo en un guión de cine. Quizás no sea políticamente correcto o agrave ciertos asuntos pendientes, quizás no convenga. Para mí fue un descubrimiento. Con lo cual, cuando terminé de leerlo, quise seguir con el mismo autor y me hice con este otro libro delicioso.



Para los provincianos que visitamos Madrid de vez en cuando, y que tenemos especial predilección por la Gran Vía y calles aledañas, es una verdadera delicia. Para los madrileños, supongo que lo será en otro sentido, más de reconocimiento de lo propio. Es un libro misceláneo, donde se combina la historia de la emblemática calle madrileña con relatos que bien pueden transcurrir en ella, si es que son pura ficción, que a veces no lo parece, conversaciones escuchadas al vuelo, anuncios de comercios, personajes, miradas retrospectivas, historia, esplendor y decadencia de nobles edificios. Como éste sí tiene un estilo bien marcado, y está muy bien escrito, aunque no renuncie el autor al sentido del humor y a la agilidad narrativa, no se lee con la premura de una novela de intriga, sino con el recreo del paseante observador.

En la mesa tengo un par más de Raúl Guerra Garrido, pero el comentario vendrá cuando los haya leído y disfrutado como estos dos.

8 comentarios:

Cabopá dijo...

¡Holaaaaaaaaaa!

Estás por aquí otra vez, cuánto me alegro...

El otro día en la presentación de "Linaje Oscuro", se que estuviste por la reseña que hacía Isabel de tus fotos, esta visto que lo nuestro no es conocernos je,je,je...

Volveré a ver este "Jardín de Floridablanca" en otro ratico, ahora no puedo. Me ha hecho mucha ilusión verte por mi ventana...

Besicos

Sarashina dijo...

No me digas que estabas allí... de haberlo sabido, te busco hasta debajo de la mesa de los ponentes. Qué pena... Pero habrá muchas más ocasiones, ya lo verás. Date una vuelta por aquí cuando quieras, este blog es tu casa, ya lo sabes. Besos

PMM dijo...

Tengo tanta lectura pendiente que no sé si será bueno que me apunte tu propuestas, pero ya está hecho, ya me has metido el gusanillo en el cuerpo así que me temo que lo sumaré a mi lista de "pendientes"
Un abrazo

Sarashina dijo...

Es sólo una sugerencia, para cuando se tenga tiempo. Acabo de descubrir al autor y me ha gustado muchísimo, por su amenidad, por los temas polémicos que a veces toca, por su estilo sencillo, pero expresivo. Sé que eres una mujer ocupada, lo contrario que yo ahora mismo. Encima me han regalado un reader, o sea, que leo de los dos modos: en papel y en digital. Más que nunca. Bueno, no, en mi adolescencia, leía así de vorazmente.
Por cierto, me encanta verte de nuevo en mi casa bloguera.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Me suena desde hace mucho tiempo este autor, de artículos, de reseñas favorables, de críticas igualmente favorables, pero nunca lo he leído. Estoy en deuda, y más tras lo que nos cuentas de él.
¡Es tremendo: cuanto más leo, más me falta por leer!
Un besazo, preciosa.

Thornton dijo...

Agradezco estos chivatazos -gracias a otro de tus chivatazos descubrí a Irène Némirovsky-.
Al autor lo conozco pero tomo nota de su "Gran Vía..." y pronto estará en la buchaca.

Besos

P.S. ¿A que, como te dije, no sabes de dónde sacabas tiempo para ir al instituto?

Miguel dijo...

Si lo recomiendas tú, no tengo otra opción más que apuntármelo. Y eso hago. Lo que pasa en esto de los libros es que tengo tantos para leer que a veces me desbordan. Hoy mismo he empezado a leer uno (recomendado por mi mujer) y claro, tendré que ponerlo a la cola...

Un beso.

Sarashina dijo...

Isabel, esa sensación de no haber leído todo lo necesario, la tenemos todas las personas apasionadas por la lectura. Ánimo, que hay mucha vida por delante. Lo principal es disfrutar con los libros.

Thorton, estoy segura de que leerás eso y mucho más. Y sí, claro que sí, no sé cómo me las arreglaba para ir al instituto. Puedo decir que no lo echo nada de menos. Estoy, como dicen, más feliz que un choto.

Tranquilo, Miguel, es una sugerencia. Lo que tiene este hombre de atractivo, aparte lo dicho, es que ha tocado temas muy polémicos, como el terrorismo etarra, y eso le ha valido no pocos disgustos. Es interesante.