27 enero 2010

El otro Jorge Manrique





Un capricho mío en poesía es el otro Jorge Manrique. Siempre que se vaya a un manual de literatura, por extenso que sea, y se busque Jorge Manrique en sus páginas, se encontrará que hay en realidad registrados dos poetas. Al uno se le nombra y no se dice más. Del otro se hace un extenso estudio. Incluso se dice que este poeta ni se nombraría y habría quedado para siempre en la penumbra si no fuera por la aparición del otro. Un poeta, del que dicen que es adocenado, que sigue la línea de la poesía amorosa y burlesca de los Cancioneros de la corte de los Reyes Católicos, y un poeta excelso que escribe las Coplas a la muerte de su padre.  Yo siempre creí en esa dos seres que convivían en Jorge Manrique, pues lo decían todos los más sabios del lugar. Hasta que entendí algo: que no puede ser. Que si el hombre era bueno, era bueno para todo, incluso como poeta de Cancionero. Así que me fui al Cancionero y miré. Reconocí que en las formas era un poco retorcidillo, como solían serlo estos poetas cortesanos que necesitaban lucirse ante las damas y hacer rabiar a los demás poetas con sus juegos de ingenio formal; pero también reconocí que era el mismo poeta de las Coplas, o al menos uno muy parecido. Mi idea no es científica, es intuitiva y caprichosa.



Incluso descubrí un poeta que parecía un romántico desesperado, pues con los convencionalismos formales de aquella poesía cortesana, expresaba un dolor íntimo, unas contradicciones y desazones ante el mundo, y un amor a Thanatos, que no encontraba en otros poetas de su mismo estilo. De modo que seleccioné algunos para mi cuaderno. Le llamé "el otro Jorge Manrique".
Aquí dejo algunos de esos poemas doloridos en su fondo. Por cierto, que lo mismo que a Garcilaso, que se lanzó al asalto de una fortaleza sin ninguna protección, a este poeta soldado lo considero un suicida encubierto. Me solían decir que los escritores españoles, quitando a Larra y a Ganívet, no tenían a bien suicidarse, como es más común en otros países, pero nunca contaron a Garcilaso y a Jorge Manrique entre los suicidas. No podían por sus principios suicidarse directamente,  pero sí podían realizar hazañas temerarias e inútiles de las que ellos sabían que saldrían con los pies por delante, y eso es lo que hicieron. Ambos tienen mucho en común, a pesar de las apariencias, pero sobre todo esa desazón íntima ante la vida, ese malestar continuo que los marca como melancólicos. Y suicidas encubiertos.

"...el capitán don Jorge Manrique se metió con tanta osadía entre los enemigos, que por no ser visto de los suyos, para que fuera socorrido, le firieron de muchos golpes, é murió peleando cerca de las puertas del castillo de Garci Muñoz". (Crónica de Hernando del Pulgar)

SIN DIOS, SIN VOS Y SIN MÍ

(Una versión ligeramente modernizada)

Yo soy quien libre me vi,
yo, quien pudiera olvidaros;
yo soy el que por amaros
estoy, desque os conocí,
sin Dios, sin vos y sin mí.

Sin Dios, porque a vos adoro;
sin vos, pues no me queréis;
pues sin mí ya está de coro
que vos sois quien me tenéis.

Así que triste nací,
pues que pudiera olvidaros;
yo soy el que por amaros
estoy, desque os conocí,
sin Dios, sin vos y sin mí.

CANCIÓN

No tardes, Muerte, que muero;
ven, porque viva contigo;
quiéreme, pues que te quiero,
que con tu venida espero
no tener guerra conmigo.

Remedio de alegre vida
no lo hay por ningún medio,
porque mi grave herida
es de tal parte venida,
que eres tú sola el remedio.

Ven aquí, pues, ya que muero;
búscame, pues que te sigo;
quiéreme, pues que te quiero,
y con tu venida espero
no tener vida conmigo.

NI MIENTO NI ME ARREPIENTO

Ni miento ni me arrepiento
ni digo ni me desdigo,
ni estoy triste ni contento,
ni reclamo ni consiento,
ni fío ni desconfío;
ni bien vivo ni bien muero,
ni soy ajeno ni mío,
ni me venzo ni porfío,
ni espero ni desespero.

Conmigo sólo contiendo
en una fuerte contienda,
y no hallo quien me entienda,
ni yo tampoco me entiendo.
Entiendo y soy lo que quiero,
mas no entiendo lo que quiera
quien quiere siempreque muera
sin querer creer que muero.

Ahora a ver qué decís, si merece seguir este capricho en mi cuaderno o no. Digo que su lenguaje y sus formas están demasiado tocadas por la época y las modas, pero que hay un fondo, un algo de dramático, una melancolía que acepta a veces y a veces le hace rebelarse, que me sigue gustando. Si al menos con la elección de estos poemas, desvelo algo de lo que he sido y quizás de lo que sigo siendo, quizás merezca la pena.

25 enero 2010

Un cuaderno de poesía


Soy una lectora irregular de poesía. Con la novela o el teatro, soy una devoradora y siempre tengo algo que decir, incluso si se trata de un menor o si no ha sido totalmente de mi gusto. Con la poesía me pongo yo muy tonta, que para mí quiere decir, muy melindrosa y remirada.  No todo me agrada, no todo me dice algo. Por lo general tengo un libro de poesía rodando por la casa, y de vez en cuando leo algo, un poema o dos.  Luego hago mi selección, generalmente caprichosa y estricta.Cuando viajo me gusta llevarme algunos poemas conmigo. Pero como más que por poetas procedo a la selección por poemas, para llevarme mis compañeros entrañables, tendría que acarrear libros y libros, con lo cual la maleta se quedaría sin espacio para lo que se necesita en un viaje. Así que encontré la solución cuando mi hermano el archivero me regaló un bonito y pequeño cuaderno, que yo convertí en mi cuaderno de poesía. En él pego o copio mis poemas del alma. Ahora hace tiempo que no lo reviso, y ya no sé si los poemas que contiene merecen seguir allí, viajar y ver mundo, o tendría que renovarlo con gustos míos más actuales.



Ahora el libro está abierto por la primera página. Es un poema de Kavafis que siempre he apreciado mucho y que tiene una anécdota. No sé en qué ocasión estaba yo con mi hermana Pilar y con un amigo y tampoco recuerdo por qué me llamaron frívola, era algo acerca de un amante de Lord Byron. Entonces yo les dije: "Mirad a ver si los frívolos no sois vosotros al llamarme a mí frívola". Yo entonces no había leído a Kavafis,  que era muy joven entonces, así que ese amigo, que era y sigue siendo muy culto, me dijo que esa idea era del tal poeta. Yo le juré que no lo había leído, pero no sé si me creyó. Da igual. Cuando un pensamiento es verdad, se le puede ocurrir a más de una persona.
El poema dice así:

NOBLE BIZANTINO ESCRIBIENDO VERSOS EN EL EXILIO

Que los frívolos me llamen frívolo.
A los asuntos serios siempre estuve
atento. E insistiré,
nadie conoce mejor que yo
a los Padres de las Escrituras, o los cánones de los Sínodos.
Botoniates en cada una de sus dudas,
en cada dificultad con los problemas eclesiásticos,
me consulta, antes que a nadie.
Mas desterrado aquí (para alegría de la perversa
irene Dukaina), e increíblemente aburrido,
no encuentro extemporáneo distraerme
componiendo algunas estrofas de seis u ocho versos,
que me transporten en su mitología
con Hermes, y Apolo, y Dionisos,
o con los héroes de Tesalia y del Peloponeso;
y componer yambos perfectísimos,
como -permitidme decirlo- los eruditos
de Constantinopla no los escribirían.
Probablemente mi perfección es causa de su censura.

Después de tantos años desde que descubrí a qué poema se refería mi amigo y de quién era, y lo recorté de una fotocopia para pegarlo en mi cuaderno de poesía, a mí me sigue gustando, pese a todos los epígonos culturalistas que la poesía de Kavafis ha generado en nuestro país, con mayor o menor fortuna. Pues sí, sigue gustándome. Me he hecho más sencilla, es verdad, pero tiene algo este poema que me fascina.
Que la gente sabia me ayude a conservarlo o a desterrarlo. Si lo destierro, se aburrirá más todavía el pobre. Si lo conservo, volveré a tener mis conversaciones con él.

24 enero 2010

Media maratón internacional de Santa Pola

Hoy he ido de madre de la Pantoja. A ver cómo mi niña, que ya no es tan niña, corría la media maratón. El cinéfilo también ha ido de padre de la niña y de abuelo de los nietos, y hasta de suegro del marido de la maratonista. Amaia decía que su madre había ganado, porque era verdad. Ha ganado un montón de todo, de cuerpo atlético, de simpatía, de confianza en sí misma, de alegría, de superación personal, y además, que ha ganado, que Amaia lo dice y ya está. Después todos hemos ganado un pedazo de arroz a banda que no se lo saltaba un maratonista avezado. Y aquí dejo las fotos para quien las quiera ver. Mi hija iba tan rápida que no he podido pillarla con la cámara hasta que no ha llegado a la puerta del restaurante.

Una media maratón es la mitad de una maratón completa, o sea, 21 kilómetros más o menos. Helena los ha corrido en algo menos de dos horas, que no está nada mal. Los tres primeros eran unos gamos, tres personas africanas, según me han dicho, que tenían unas piernas increíblemente largas y que daban zancadas de dos metros. Eran profesionales y han ganado en su categoría. Estos de la foto eran los populares.



También valía correr con silleta y niño dormido. No se detienen, a no ser que el niño se despierte, y llegan a la meta, que piano piano, se va lontano, pero no iban piano, que iban a toda marcha y parece ser que la silleta les sirve de liebre.

Y por supuesto, en silla de ruedas. Vivan los valientes. Habia atletas de medio mundo, de todos los tamaños y de todos los colores. Siete mil personas a la carrera. No sé cuántas mirando, que nos cansábamos sólo de verlos. Ambiente muy festivo.


Así iban los corredores. De los siete mil que eran, setecientos eran mujeres, que dicen que no es mal número para lo que suele ser. Apunta el cinéfilo que estos y estas serán los supervivientes si la salvación está en correr. A mí me va a pillar de pleno como sea eso.


Se permitía correr con todo tipo de caprichos indumentarios, jocosos y patrióticos, como este friki de paraguas en la mollera y bandera nacional al viento. He visto pelucas de todos los colores fosforitos y vestuario deportivo de lo más variado.


No sé cómo puede esta muchacha, que es mi hija, tener en brazos a la pequeña después de correr veintiún kilómetros a marcha rápida y encima ganar, según versión propia de "mi mami es la mejor", y no hay más que decir. Quiero decir que no están aquí todo lo guapas que ellas dos son, pero no hay otra foto mejor que poner.  Como vuelva a ganar otra maratón y se vaya a las cochimbambas a correr, me voy otra vez de madre de la Pantoja. Me ha gustado. Sobre todo el arroz a banda.

Apunte musical. En la meta los altavoces tenían una música de lo más variado. He podido escuchar, no en este orden, pero más o menos:

El coro de los gitanos de Il Trovatore.
Bienvenidos de Miguel Ríos
Dancing Queen
Aleluya de Haendel
Coro de soldados de Fausto
Canon de Pachelbel
Música disco variada

Para gustos eclécticos y bien formados. El caso es que en llegando corredores a la meta, todo parecía que acomodaba.

23 enero 2010

Canciones italianas

Para que todo el mundo sepa una verdad acerca de mi liosa persona, incluso caótica podría decirse, declaro en este sábado, un día antes de la media Maratón de Santa Pola, que yo sé por qué lo digo, y ya lo sabrán los demás; también a punto de salir para el Campo de Ulea con dos niños, una compra y un marido paciente... ¿por dónde iba yo? Ya, ya sé, una declaración. Que soy una gran aficionada a las canciones italianas. En Italia se compusieron innumerables canciones muy hermosas a lo largo del siglo XX. El pueblo italiano es cantarín, su idioma es propio para el canto, de hecho casi todas las óperas están en italiano, pues sólo a ellos se les pudo ocurrir contar historias dando gorgoritos. Lo del alemán me lo explico menos. Hasta Mozart lo comprendió y compuso sobre libretos en italiano. Cuando se pasaron a su idioma, les salió Wagner, que es otra cosa.
Pero yo no hablo hoy de música culta, sino de música popular. Esas canciones, y si son de raíz napolitana mejor que mejor, son las que me gustan. Y entre toda aquella gente melódica italiana, mi amor es para  uno solo, el más grande, el napolitano Modugno. Para que se sepa y se aprecie, dejo este vídeo de una canción que no todo el mundo conoce, pues a Modugno lo tenemos siempre volando por el blu dipinto di blu, como si fuera una cometa. Para mí hay cantantes que cantan con la cabeza, otros con el corazón y otros con toda su alma, que, como se sabe, sale de lo más profundo y orgánico del ser humano. Modugno es de estos; canta con todo su cuerpo, o sea, con toda su alma. Si se escucha con atención, se verá que la letra está en dialecto napolitano. Es esta una canción de amor, de amor a la vida. Señoras, señores, para todos y todas, Notte chiara.

22 enero 2010

Un correo electrónico pasado

Por el mismo hecho de ser profesora en un centro educativo de esta región que es la mía y la de ustedes, que no en vano estamos bajo la protección de la Matrona del Almudí (*), pues la Consejería de Educación me pone un correo electrónico para enviarme comunicaciones y para lo que yo quiera. Pero es el caso que yo no quiero nada, y que de uvas a peras, o sea, unas dos veces al año, miro a ver si me han dicho algo interesante. Nada. Lo cual me desanima mucho y vuelta a esperar las peras o las uvas. Pero hoy, hoy ha sido un gran día, porque se me ha ocurrido mirarlo y me he encontrado tres mensajes. Uno de la Fábrica de Moneda y Timbre, que me pregunta si estoy yo contenta con sus servicios. Como no lo sé, no les contesto. Si es con las monedas y los sellos, pues más o menos me arreglo. Para decir eso, ni caso. Otro correo es para decirme que ya han puesto los teléfonos que les dije y no los del año de maricastaña que tenían. Y el tercero, la verdad, no sé cómo me lo había perdido. Por no mirar antes. ¡La felicitación de Navidad del Señor Consejero! ¡Qué ilusión! Una monada. En toda la línea de happiness total. Así es como tenemos que vivir, que es que no sabemos ni vivir, ni celebrar la Navidad, ni poner regalitos sobre la alfombra, ni agenciarnos un árbol de Navidad como es debido. Ni tener a los niños limpios ni entretenidos, ni nada de nada. que somos unos patanes todos. Pongo el enlace como medida pedagógica de educación de adultos, a ver si vamos aprendiendo, entre otras cosas, a felicitar la Navidad como es debido.


(*)Palacio del Almudí. En el exterior destaca un relieve de la Matrona de Murcia, obra de Hernando de Torquemada. Es la representación de una mujer, una matrona, que amamanta a un niño que está al lado del suyo propio y que viene a simbolizar y rendir homenaje a la Hospitalidad de la ciudad de Murcia. El pelícano que corona el relieve viene es símbolo de la abundancia.

19 enero 2010

Libros de teatro y libros de otras cosas


Este breve libro me lo regaló mi jefa de departamento. Dicho así suena muy mal, la verdad. Voy a probar otra vez. Este libro me lo regaló una amiga muy querida, que aunque mande mucho, respeta también mucho, así que creo que ahora suena mucho mejor. Gracias, Concha.
La recomendación del escritor, Gonzalo Hidalgo Bayal, la hizo un compañero, y sin embargo amigo, que es José Ángel. Gracias, José Ángel. Ha sido una estupenda recomendación y Concha hizo muy bien en hacerte caso. Yo lo leí con gusto doble; por una parte, está estupendamente escrito y tiene una estructura muy agradable, episódica y cronológica, según lo que el narrador va sabiendo de la triste trayectoria de un amigo de infancia y juventud, en aquellos años en que todos imaginábamos un mundo mucho mejor con Lennon y otros visionarios. Por otra parte, lo leí con el gusto nunca bien valorado de la añoranza, de la "extraña flor de la melancolía", que decía Leopardi. Infinidad de referencias que traen recuerdos juveniles de una generación marcada por el vislumbre de algo diferente aparecen en el relato. Me ha ocurrido leyéndolo que me parecía conocer al protagonista, aquel del cual habla el narrador, que su camino un poco perdido en esta vida era el derrotero de algunos que yo he conocido, e incluso, si lo miramos a fondo, el de cualquiera de nosotros, los que fuimos un día soñadores.


Bien distinto es este otro, que es de una autora muy de mi gusto, Irene Nemirovsky, y de la que leo todo cuanto se publica, por varios motivos, el principal de los cuales es que me parece ir de su mano viendo escenas y que me comenta como a una amiga lo que a cada personaje le ocurre, hasta el momento en que se marcha, una vez cerrado el libro, y yo me quedo pensando en todo lo que me ha dicho, comentado, analizado. En este caso, el título dice mucho. La referencia al alma es justa, pues si bien el protagonista, un médico de origen europeo oriental, se convierte en "maestro de almas", en falso analista y psicólogo, para salir de su miseria, ello le supone pervertir su alma, venderla, renunciar a su honradez profesional y aprovecharse de una clase rica y ociosa en el París de los años veinte.



Luego están los libros de teatro, que no paran de desfilar por mi escritorio, por mi mesilla, por la mesa del salón, debajo de las camas y por todas partes. Ya está, estos son. Pero no pienso comentarlos. Quien quiera saber de qué van que se dirija al blog de Artes Escénicas, pinche en bibliografía y mire por allí.

 
Y hay más, hasta quince leídos y anotados desde octubre, pero no pongo más, que me canso de tanta portada y de acordarme. Así que ustedes perdonen que tenga este blog un poco a la remanguillé.
Es que estoy como ausente. 

16 enero 2010

Últimas lecturas : memorias y tebeos


Lo dicho en anterior entrada, tengo este blog un poco abandonado por culpa de las Artes Escénicas, un proyecto del que estoy disfrutando mucho, pero que también me absorbe mucho tiempo y esfuerzo. Hoy me he dedicado la mañana, y voy a aprovecharla para hacer un resumen de lecturas. No incluyo entre ellas la novela de Rubén Castillo, "Las grietas del infierno", porque le han dado un importante premio y quiero dedicarle una entrada para él solo, que se lo merece.
El medio de los blogs comenzó siendo algo distinto a lo que ahora es: en realidad, su comienzo fue una página en la que un tipo ofrecía los mejores enlaces acerca de una noticia de actualidad, algo así como simplificar las tareas de búsqueda de información sobre un tema determinado. Y luego pasó lo que pasó, pero otro día entraré a fondo en esto de la historia de los blogs. Lo que ha quedado de aquello es que al nombrar un autor, un libro, una ciudad, una referencia cualquiera, se suele hacer, y hasta se debe, incluir enlaces que amplíen la información, y que el lector, si así lo quiere, recurra a esos enlaces indicados a recabar conocimientos más amplios y variados. Así lo suelo hacer cuando tengo tiempo y así lo voy a hacer en esta entrada.





En primer lugar, voy a darme el gusto de comentar un librito encantador, que compré en un baratillo de libros en Toledo (que yo no puedo viajar y no hacerme con alguna cosa encuadernada y que tenga hojas como los árboles), y ese delicioso librillo es "Por tierras de Murcia", en una edición facsímil de Editorial Maxtor. A Encarna, cuando termine los tochos que se está leyendo, le encantará. Se trata de un libro de memorias del paleontólogo Daniel Jiménez de Cisneros, caballero nacido en Caravaca de la Cruz, y abarcan sus experiencias infantiles y juveniles desde 1872 a 1892, con reflejo de todas las turbulencias políticas y sociales de tal época histórica y reflexiones personales muy sustanciosas. Al mismo tiempo, se va conociendo, a través de sus narraciones, entre Lorca, Caravaca y Cartagena, lo más interesante del sistema educativo de ese tiempo, el caciquismo, la miseria de los maestros y profesores, los contenidos y los métodos de enseñanza. Es un libro que se lee con gusto y con mucha ternura, con un estilo directo y entrañable. Destaco la anécdota de la criada, que estaba aterrorizada con los "facciosos", o sea, los Carlistas, y llegó toda contenta a la casa después de ver la entrada de estos "facciosos" en Lorca, diciendo que en realidad eran hombres. Como también habla de la llegada de la Primera República, pongo aquí el anuncio a los ciudadanos de Lorca de tal evento, por una comisión de próceres lorquinos, entre los que se encontraba mi tatarabuelo, don Carlos María Barberán, donde tranquilizan a la población y les piden un comportamiento cívico. Una curiosidad histórica.



Algo muy diferente es un tebeo. Parece que el género tiene su destino en niños y jóvenes. Ya no es así; en realidad, hace mucho que no es así, pero no nos enteramos. El tebeo, el cómic, dicho a la americana, es un género literario gráfico más, con grandes creadores y grandes obras. En España tenemos uno de esos grandes creadores, Carlos Giménez, medalla de oro de las Bellas Artes y eterno candidato al Premio Príncipe de Asturias. Tiene un pequeño inconveniente para conseguirlo, y es que el artista es más bien rojeras, de hecho, más rojo que las candelas, así que se lo pensarán un par de veces, no sea que les salga con un discursito antimonárquico o tan comprometido como el de Gervasio Sánchez en su momento. Yo conocí a Carlos Giménez por el blog de Mameluco, un joven cordobés gran lector de tebeos, agudo como él solo, y muy culto. Este verano nos visitó en el campo de Ulea y nos hizo un espléndido regalo: "Todo Paracuellos", de Carlos Giménez. Se trata de una impresionante novela gráfica sobre los orfanatos e internados de Auxilio Social, puestos en marcha inmediatamente después de la Guerra Civil española, con la intención de recoger a las criaturas huérfanas de guerra o cuyos padres estuvieran en la cárcel. Como se comprenderá, parte de la misión era su reeducación, pues los consideraban los hijos de los malditos rojos, educados en el mal y en el pecado. La novela es dura, cruel, muy dolorosa, pero muy tierna también. Está basada en los recuerdos personales de Carlos Giménez, que fue uno de esos niños, y también en conversaciones y recuerdos de otros internos de Auxilio Social, que compartían esa triste memoria con el artista. El sector joven de la familia nos lo  quitaba de las manos, de modo que yo fui la última en leerlo. Impresionante, con un dibujo magnífico y una estructura episódica, las historias son vistas desde el punto de vista de una criatura, el alter ego del novelista gráfico. Gracias, Mameluco, un regalo espléndido y un descubrimiento.




12 enero 2010

Los sentimientos y las vidas de Pedro García Montalvo


Portada del libro sobre P.G. Montalvo 


Aunque se vea tan serio en esa foto, se ha de tener en cuenta que corresponde a un momento de su juventud, donde toda seriedad parece poca y uno se puede permitir dar imagen de severidad intelectual. No obstante, Pedro es serio, porque piensa, y por la misma razón tiene un gran sentido del humor, que llena siempre de ternura y piedad por todos los que, como él mismo, somos humanos, y, por tanto, precarios y necesitados. En fotos actuales, que se ven dentro de este libro homenaje, Pedro ha perdido ese aire de icono intelectual y ha entrado en una dimensión de humanidad amplia, profunda y comprensiva. En el barrio lo conocemos, sus amigos lo disfrutamos, y sus lectores, que son muchos, lo adoran. Porque en su literatura trasciende todo esa amplia y comprensiva humanidad por la cual, con todos nuestros conflictos y nuestras luchas, con todos nuestros pecados pequeños y grandes, siempre somos salvados. Si no recuerdo mal, Pedro tiene esa teoría generosa de la salvación universal, que es muy de agradecer cuando somos los juzgados, y que hace que se revuelva dentro el niño justiciero que desea que los malos queden fritos en una cazuela de aceite hirviendo, como las brujas de los cuentos. Pasó la infancia, y ahora ya sabemos que no hay cazuelas de freir malos, y Pedro nos lo recuerda. 
Este libro es un sencillo recorrido por su literatura donde se entreveran declaraciones personales de Pedro García Montalvo, pequeños fragmentos ilustrativos de sus palabras, tomados de sus obras, y opiniones de escritores y críticos, como Santiago Delgado, Andrés Trapiello, Pascual García, Eloy Sánchez Rosillo y otros. Las ilustraciones son fotos referidas al mundo literario y personal de Pedro. Son muy tiernas aquellas que nos traen a Pedro de niño, en el colegio, haciendo el papel de un sabio médico en una función escolar, o la preciosa fotografía de su pequeña familia, cuando era un escritor joven recién casado, donde la belleza juvenil de Encarna ilumina la escena, con sus dos niños, que hoy son unos hombres cabales y buenos. De sus amistades, encontramos fotos con el pintor Ramón Gaya, con su inseparable Eloy o con el escritor leonés Trapiello.
De textos y palabras, no puedo decir sino que son de Pedro García Montalvo, cuya prosa es un lujo de limpieza y poesía contenida. Algunas claves de su novelística se descubren en sus declaraciones; casi todas las conocíamos quienes hemos seguido paso a paso su trayectoria literaria, pero siempre da gusto recordarlo en sus palabras.
El libro va acompañado de un dvd que reproduce más o menos lo contenido en el libro, con bellas tomas de ciudades y parajes, con imágenes del propio Pedro contando sus vivencias como escritor y como persona.
Esta Navidad hemos disfrutado en nuestro campo de Ulea de este precioso regalo que nos hicieron y por ello quiero dar las gracias a los que lo hicieron posible y a la generosidad de Pedro y Encarna, con los que nos une una entrañable y ya larga amistad.

11 enero 2010



"Demasiadas gentes decían demasiadas cosas:
     esto es seguro y cierto.
      Mas volviendo sobre sus pasos, cambiaban de opinión.
      Y de esta nueva opinión también decían: esto es cierto.
      Entonces yo me dije: De todas las cosas ciertas
      la más cierta es la duda".



Arianne Mnouchkine, directora de escena,
fundadora del Theatre du Soleil, dijo:

"Un teatro no es ni una boutique ni una oficina ni una fábrica. Es un taller para encontrarse y compartir. Un templo de reflexión, de conocimiento, de sensibilidad".



"El singular y verdadero oficio del poeta consiste en fingir las palabras de las gentes que en compañía dialogan, y sólo estas palabras corresponden al sentido del oído en tanto naturales, pues, creadas por la voz humana, son, en efecto, naturales en sí mismas".





Oscar Wilde dijo, como siempre, algo ingenioso y con fondo:

"Amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio eterno".

 

"Puedo ser libre por mi propia voluntad, ser mi propia creadora y guía. Mi crecimiento y desarrollo dependen de lo que elija o rechace en la vida. En mí se hallan las semillas de mi vida futura".




 
 Y William Shakespeare dijo:

"Completad nuestras imperfecciones con vuestros pensamientos:
       en mil partes dividid a un hombre,
        y formad el poder imaginativo.
     Pensad, caundo hablamos de caballos, que podéis verlos
        estampando sus cascos orgullosos en la tierra que los recibe".


Visto lo visto, me parece que ha ganado el concurso THORTON, que aunque no conocía a Arianne Mnoushkine, porque la verdad es que no era nada fácil, acertó en todos los demás. Para él, este montón de dinero.

 

Fuera hay sólo treinta euros y unos céntimos, pero dentro del monedero hay mucho más y encima tiene en un lado la tarjeta de crédito, así que ya lo sabe, todo eso para él. Dice mi yerno, que es profesor de dibujo, que no tiene nada de perspectiva, el dibujo, quiero decir, pero es dinero, vaya que si lo es, y ya se sabe, el dinero no tiene perspectiva ni nada de nada, es sólo dinero.
Y para los demás, calabacitas, que son de la huerta de mi consuegra y adornan mucho.


Para:

Que además de no haber acertado casi nada, o nada en aboluto, tienen unos blogs muy chulos y que merece la pena visitar. De Matapollos, como siempre, nada puedo decir, que es la comentarista secreta de este blog, pero si le gustan las calabacitas, que se las lleve también.

Todo esto, como ya sabéis, es un concurso muy bien organizado, cuyas bases estaban depositadas, como siempre, en la papelera del día seis de enero del notario de Quintanar de la Orden, al cual le habían dejado la susodicha papelera los Reyes Magos de Oriente, que en Quintanar de la Orden son estos:









08 enero 2010

Nuevo concurso blogger: ¿Quién lo ha dicho?

Vuelven los concursos del blog, a ver cómo andamos de ingenio y sabiduría. No sé realmente qué premio daré al más listo o a la más lista, pero tengo todo el fin de semana para pensarlo.
Aquí tenéis unas fotos truncadas de grandes personajes, la mayoría de los cuales han tenido que ver con el teatro o con el cine o con ambas artes., aunque hay uno que nada tuvo que ver en tales asuntos A continuación pongo una cita de cada uno de ellos, algo que dijeron con esas bocas sabias y prudentes. Y, hala, a descubrir quién es cada personaje y qué se le ocurrió decir a cada uno.





 Las fotos se numeran de arriba abajo y de izquierda a derecha. Uno, dos y tres son las de la izaquierda y cuatro, cinco y seis las de la derecha.








1. Demasiadas gentes decían demasiadas cosas:
     esto es seguro y cierto.
      Mas volviendo sobre sus pasos, cambiaban de opinión.
      Y de esta nueva opinión también decían: esto es cierto.
      Entonces yo me dije: De todas las cosas ciertas
      la más cierta es la duda.


2. Un teatro no es ni una boutique ni una oficina ni una fábrica. Es un taller para encontrarse y compartir. Un templo de reflexión, de conocimiento, de sensibilidad.

 3. El singular y verdadero oficio del poeta consiste en fingir las palabras de las gentes que en compañía dialogan, y sólo estas palabras corresponden al sentido del oído en tanto naturales, pues, creadas por la voz humana, son, en efecto, naturales en sí mismas.

4. Amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio eterno.

5. Puedo ser libre por mi propia voluntad, ser mi propia creadora y guía. Mi crecimiento y desarrollo dependen de lo que elija o rechace en la vida. En mí se hallan las semillas de mi vida futura.

6. Completad nuestras imperfecciones con vuestros pensamientos:
       En mil partes dividid a un hombre,
        y formad el poder imaginativo.
     Pensad, caundo hablamos de caballos, que podéis verlos
        estampando sus cascos orgullosos en la tierra que los recibe.

A pensar y a mirar y a buscar, que hay tiempo hasta el lunes. Buen fin de semana a todos.

Un regalo de Cabopá



Esta preciosa foto me la envió ayer una buena amiga bloguera, Cabopá. Una visita a su blog siempre nos dejará la retina llena de imágenes bellas. Publica unas estupendas fotos y yo me quedo atónita mirándolas. Dice que su cámara es buena, pero yo creo que la buena es ella, en todos los sentidos. Aparte el valor expresivo de la foto, para mí tiene un gran valor sentimental, pues vivimos durante cinco años muy cerca de ese faro que se ve al fondo, que no es otro que el de Cabo de Palos. Esos cinco años cruciales en la infancia de mis hijos transcurrió cerca de allí, y para ellos fue como un paraíso; en esas aguas se bañaron muchas veces y en esa arena jugaron a levantar castillos y hacer hoyos con agua. Muchas gracias, Carmen, por este espléndido regalo.

06 enero 2010

Los Reyes Magos



Los Reyes Magos están enterrados en la Catedral de Colonia. Yo he visto las tumbas, pero lo que haya dentro no lo sé. En realidad, no se sabe nada de ellos, sólo lo que dice Mateo en su Evangelio:

Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del Rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?
Mateo 2,1-2

Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
 Mateo 2,11


Lo demás lo pone la leyenda y la Catedral de Colonia: que eran tres, que se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar, nombres sospechosamente medievales, que cada uno era de una raza, como representación de la gente del mundo... Y que son seres mágicos, que lo decía mi madre, para explicarnos cómo podía ser que les diera tiempo a poner tantos juguetes a todos los niños y niñas, conociéndolos a todos por su nombre y llevando cuenta en un enorme libro del comportamiento de cada criatura para dejar juguetes o carbón, según correspondiera. Sabiendo lo que sé, ahora mismo, digo que mi Rey ha sido, es y será, Melchor, porque es el más viejo y el menos exótico. Mi madre decía que le dejaba su café y sus mantecados y una copita de anís, porque era viejecico y estaría cansado de tanto viaje. Al día siguiente no quedaba ni rastro de café ni de anís ni de mantecados, así que eso lo confirmaba todo.





Un año me pusieron los Reyes un muñeco al que llamé Miguelito. Era un bebé de goma. Los Reyes lo habían vestido con los restos de tela que habían quedado del ajuar de mi último hermano nacido, con su jersey azul, su pañal, su camisita y su faja, como un bebé de verdad de los de entonces. Miguelito no tenía los ojos azules, como el de mi vecina, ni era rollizo; más bien se parecía a uno de mis hermanos, de ojos castaños y no tan gordo como los bebés de mi vecina, y creo que por eso lo eligieron los Reyes para mí. También se habían preocupado sus Majestades de Oriente de ponerlo en un moisés con faldetas de organdí, con su colchoncito y su almohada, sus pequeñas sábanas y una toquilla. Eran muy laboriosos los Reyes de entonces. Miguelito sobrevivió a todas las batallas infantiles durante muchos años.





Otro año me pusieron una cocinita de petróleo que podía encenderse de verdad, aunque nunca conseguí que mi madre me diera el combustible para hacerlo. En casa de mi abuela me pusieron los cacharritos, una campanita y un mortero diminuto de bronce. Todo esto me convirtió en una cocinera voluntariosa y en una madre de las del montón. La cocinita no era como ésta, que es la que han dejado los Reyes para Amaia.







Cuando dejé de creerme lo de los Reyes, ya estaba así de mayor.





Un día, mis hermanos encontraron por mi habitación, abandonado ya a su suerte, al pobre Miguelito. Decidieron que había muerto y le hicieron un solemne entierro. Yo no me enteré en el momento, porque estaba en otras cosas. Mi hermano Alejandro me contó luego que él había oficiado de cura y que lo habían enterrado detrás de un aparador en una caja de madera que en su momento contuvo fruta confitada. En la siguiente limpieza general, lo encontró mi madre, más amarillo que un limón en su cajita de madera. Yo ya no sabía dónde ponerlo, y no quise saber dónde lo puso mi madre finalmente. Desapareció de mi vida. Sic transit gloria mundi. Y todo lo que hay. Qué le vamos a hacer.

04 enero 2010

Píos deseos para empezar el año


 La catedral de Murcia iluminada en la Navidad

Píos deseos para empezar el año

Jaime Gil de Biedma

Pasada ya la cumbre de la vida,
justo del otro lado, yo contemplo
un paisaje no exento de belleza
en los días de sol, pero en invierno inhóspito.
Aquí sería dulce levantar la casa
que en otros climas no necesité,
aprendiendo a ser casto y a estar solo.
Un orden de vivir, es la sabiduría.
Y qué estremecimiento,
purificado, me recorrería
mientras que atiendo al mundo
de otro modo mejor, menos intenso,
y medito a las horas tranquilas de la noche,
cuando el tiempo convida a los estudios nobles,
el severo discurso de las ideologías
-o la advertencia de las constelaciones
en la bóveda azul...
Aunque el placer del pensamiento abstracto
es lo mismo que todos los placeres:
reino de juventud


Cada año nos hacemos propósitos al comienzo de un año nuevo. Pues yo este año no he pensado en eso, ni por asomo. Como ya hablaré de mi retiro espiritual de estas vacaciones, con que diga ahora mismo que a lo más que aspiro es a lo mismo que aspiraba Gil de Biedma, pues ya es bastante. Sólo que tendría que hacer algunas salvedades. La casa ya la levanté, mal que bien, en el campo de Ulea. A estar sola nunca me acostumbraría, pero más casta ya no puedo ser, más que nada por falta de tiempo para tener malos pensamientos y peores obras, así que esa parte me la ahorro. Todo lo demás, suscrito queda. Quiero seguir contemplando los paisajes de mi vida desde el otro lado, pasada la cumbre. Para mí, deseo el orden de la sabiduría, la meditación de la noche, esa mirada al mundo, mejor y menos intensa. También quiero para mí la ironía final del pensamiento abstracto, que, como casi todo, es placer juvenil; lo miraré con esa distancia risueña que él propuso. ¿Y qué más? Nada más. Lo de siempre. Que haya alegria y paz, y amistad, y un poco de consuelo para los golpes de la vida. Son mis píos deseos para comenzar este año. ¿Alguien puede pedir más?