15 marzo 2008

Mujeres en Murcia: Carmen Nicolás, la Amiga

Carmen tiene muchas y muy buenas cualidades. Todas lo sabemos. Pero si algo hay que destacar, es su calidad de AMIGA, y no sólo por su implicación en una asociación con ese nombre. Las mujeres sabemos lo que esa palabra, amiga, significa. Por eso es mucho lo que se dice de ella cuando así se la califica.
Con una larga trayectoria de compromiso político y social, Carmen mantiene una humanidad tierna, discreta y solidaria siempre. Es una mujer fuerte e inteligente, tranquila y positiva, que ha sabido estar donde correspondía en cada momento. Actualmente está implicada, como ella suele hacer siempre que una causa le parece justa, a fondo, sin escatimar esfuerzos, en la defensa de la salud de las mujeres en general, y con especial dedicación a la atención a las mujeres con cáncer de mama. Es su profesión y es su dedicación. Ella es una de las fundadoras de la asociación AMIGA, creada para el apoyo y la defensa de las mujeres con cáncer de mama.
Le he pedido que conteste a unas "sencillas" preguntas y ella, que dice que no son sencillas, ha tenido el detalle de contestarlas.

P: Primero le pedí que se definiera a sí misma, que nos diera en breves rasgos un retrato personal. Ella dice que es la pregunta más difícil. Yo también lo creo y por eso se lo agradezco más.

R: La 1ª pregunta es la más difícil de todas, destacaría la curiosidad por conocer sitios, creencias diferentes a las mías para entender otras formas de ver la realidad, Normalmente me alejo de las personas o situaciones que me dan mal rollo. No tengo miedo al compromiso social ni político, desde siempre he militado en la izquierda. El último trimestre del año 75 me lo pasé en la cárcel acusada de ser del FRAP, hoy estoy orgullosa de haber sido una más de las personas que luchamos en la clandestinidad aunque no esté muy contenta con la situación política y social actual.

P: La Asociación AMIGA está poco a poco abriéndose camino como una de las asociaciones más luchadoras por la salud de las mujeres, y concretamente, por las afectadas por cáncer de mama, un verdadero azote. Pedí a Carmen que nos contara algo acerca de ella.

R: La asociación AMIGA nació hace tres años, porque un grupo de personas (afectadas y no afectadas de cáncer de mama) creímos que sería bueno crear un espacio afectivo y físico donde compartir miedos, inquietudes, aprender a acompañar a personas que están en situación de crisis vital, reivindicar mejoras en la atención sanitaria y social de las mujeres afectadas de cáncer de mama, no podemos olvidar que vivimos la enfermedad como vivimos de forma habitual, con las desigualdades y características que nos obligan a las mujeres a cumplir ciertas expectativas del entorno y de nosotras mismas.

P: Siguiendo con nuestro interés por esta asociación murciana, le pedimos que nos dé más datos acerca de ella.

R: A la asociación AMIGA pertenecemos mujeres afectadas de cáncer y otras que no lo están, porque pensamos que todas las mujeres somos población de riesgo y porque una reclamación individual es una queja y una colectiva es una reivindicación. Pertenecemos a la federación de asociaciones de cáncer de mama (FECMA) y mantenemos contacto con asociaciones de las provincias limítrofes y con otras de Barcelona.

P: El nombre AMIGA suscita la curiosidad. Carmen nos expone las razones de ese nombre tan significativo para las mujeres.

La asociación se llama AMIGA porque así queremos sentirnos las mujeres que pertenecemos a ella y conseguir que las que se acercan a nosotras se sientan arropadas y acogidas como cuando hablas con una amiga. Yo he estado desde el principio porque trabajo en prevención, tratamiento del cáncer de mama y al acercarme profesionalmente he tenido la oportunidad de conocer problemas y necesidades que surgen durante el proceso de la enfermedad, he aprendido de la valentía y la generosidad de las mujeres en los momentos de crisis, espero servirles de ayuda a mis amigas cuando me necesiten.

P: Yo sé que Carmen es feminista, así que no tengo más remedio que hacerle esta pregunta, si considera que el feminismo sigue siendo necesario como movimiento social en nuestros días. Y Carmen nos dice esto.

R: Creo que el feminismo sigue siendo necesario, porque aunque se ha legislado sobre la igualdad, los malos tratos, los partidos tienen listas paritarias, la realidad nos dice que siguen muriendo mujeres, que las que nos responsabilizamos de los cuidados a las personas dependientes somos mayoritariamente nosotras aunque no dispongamos de más tiempo ni de más ganas que los hombres, que la educación trasmita que la corresponsabilidad es imprescindible para que las mujeres podamos participar social y políticamente siempre que lo consideremos necesario sin que esta decisión nos lleve a la triple jornada.

P: Queremos saber qué piensa Carmen acerca de la salud de las mujeres y si hay una relación estrecha entre salud y género. Es obvio que hay diferencias en este aspecto entre hombres y mujeres, pero ella es la especialista.

Anteriormente he dicho que enfermamos como vivimos, en general percibimos que nuestra salud no es buena aunque vivimos más años que los hombres, tenemos más “malestares”, vamos más al médico, pero ¡es que vamos por nuestros hijos, padres, maridos, novios, etc!. Las estadísticas dicen que cuando tenemos un infarto morimos más que los hombres porque acudimos más tarde al hospital. En fin, pienso que lo cotidiano (el malestar) es nuestro, lo extraordinario (la enfermedad) es más cosa de los hombres, porque incluso aquí a lo suyo se la da más importancia.

P: ¿Qué haría Carmen, nuestra AMIGA, si fuera ministra de Sanidad y tuviera poder para mejorar la salud de las mujeres?

R: Si fuera ministra de Sanidad pondría en marcha programas de salud para la mujer, coordinaría recursos que actualmente están muy repartidos (servicios sociales, ayuntamientos, Instituto de la mujer, etc) y potenciaría el empoderamiento de las mujeres en cuestiones sociosanitarias. Aumentaría los ensayos clínicos con medicamentos para tratar enfermedades que afectan a hombres y a mujeres por que actualmente muchos de los medicamentos que se utilizan en enfermedades crónicas como son la hipertensión y la diabetes han sido estudiados sus efectos en hombres mayoritariamente.

P: Compromisos sociales actuales de Carmen.

R: Actualmente ando metida en asociaciones más que en partidos políticos o sindicatos. Estoy afiliada a la Asociación en Defensa de Sanidad Pública (ADSP) y mantengo contactos con la Comisión 8 de Marzo.

P: Finalmente le pido a Carmen Nicolás que nos diga algo para el futuro, algo esperanzador, desde su punto de vista de luchadora incansable. Y nos lo dice.

R: El futuro viene condicionado por lo que vivamos ahora y creo que cada vez nos hacemos oir , aunque no haya un número alto de militantes feministas, si hay muchas mujeres que hacen oir su voz en el ámbito familiar, laboral, social y político, cada vez se nos ve más.

Yo quiero jugar en el centro del patio, no en la periferia tropezando con la valla.


Todo esto nos ha dicho Carmen Nicolás, una persona de la que siempre se aprende. Al igual que ella se ha molestado en pensar estas preguntas y contestarlas, quiero yo desde aquí dedicarle un brevísimo poema de Benedetti, un haikú, porque sé que estará de acuerdo completamente, que le llegará al alma y que lo guardará como un tesoro. Carmen es así. Como el poema.

PUEDO MORIRME
MAS NO ACEPTO QUE MUERA
LA HUMANIDAD

06 marzo 2008

Un gouache de Muñoz Barberán


En el 2001 mi padre expuso en la galería Thais de Lorca, que era y es aún de unos muy apreciados amigos suyos, Paco Fernández Salvador y Paquita, su esposa. En el catálogo figuraba este gouache alegre y ligero que he recuperado en imagen. El original estará, me imagino, en la casa de algún afortunado cliente de la galería. Me gusta también lo que mi padre escribió entonces para el catálogo, así que lo transcribo aquí.

"He buscado mis viejas fotografías lorquinas de Semana Santa en los primeros años del XX, que también son mis años primeros. En algunas de ellas aparezco yo mismo. Según esas viejas fotografías he pintado.
Si hubiera hecho algo sin ayuda de esas fotografías, el resultado habría sido falso surrealismo, y aún así contando con ellas a veces aparece algo surrealista. Me gustaría interpretar bien a los demonios azules y a los recién afeitados ángeles blancos. Azules y blancos aparecen en estas pequeñas obras que, lo diré, están realizadas sobre tabillas preparadas con Geso, abocetadas con acrílicos y acabadas con pastel, lápices de colores y acuarela, según se me ocurría. Fijadas con barniz de óleo, eso sí.
Los Azules están con sus triunfos del Cristianismo, con su trono de la Virgen de los Dolores; los Blancos con su trono y palio de la Amargura y con sus auténticas glorias o visiones de San Juan.
También -¿cómo no, si pinto en Águilas?- aparece Águilas con sus animadas playas, siempre las de poniente. En estos cuadros está igualmente Lorca, la ciudad y los alrededores, si ha podido ser, con apuntes viejos, pues siendo de mi juventud son ya irremediablemente viejos. Está mi estudio de Sangonera y su entorno inmediato con juguetes de mis nietos.
Diré que esta muestra es una especie de confesión de mis debilidades o preferencias. Un pintor, al dejar la niñez y la juventud, abandona todas las inclinaciones de aquellos años de aprendizaje para buscar en la madurez de los que han ido por delante. Sobre todo en la de unos pocos que sirvieron esencialmente a la pintura y, por qué no decirlo, también en la de los que llegaron empujados por los grandes negocios, e incluso en la de otros que se ayudaron de una ccrítica servil. Todos llegaron y en su obra siempre habrá motivos para el elogio. Son esas preferencias las que, sin más consideraciones, se aglutinan en estas obras pequeñas que he pretendido densas en su contenido".


05 marzo 2008

Antonio Lino, el portugués

Rescatada entre las carpetas de mi padre, esta acuarela me devuelve también la dulce memoria de un amigo. Lino, que yo siempre llamé Lino, creyendo que era su nombre de pila, y que ahora descubro como apellido, Antonio Lino, éste era su nombre completo, salvó mi infancia de uno de esos sucesos penosos que sumen a la niñez en la tristeza. Lino (Antonio Lino), el pintor portugués amigo de mi padre, un hombrón grande como un oso y bueno como como una tórtola, lleno de fe y de cariño, cuyas cartas llegaban llenas de sellos de goletas y de animales raros. Lino, que escribía en portugués siempre, en la seguridad humilde de que entenderíamos su lengua. Lino, que ya ha muerto también.
A Lino lo convertí en literatura en un cuento de mi colección "Mixtura", y es de las cosas de las que nunca me arrepentiré. Si está en algún sitio, con su gabán y sus barbas valleinclanescas, que me perdone y me sonría un poco. Él era un artista. Lo comprenderá. Que recuerde también la corrida de toros incruenta en la que yo era espectadora atentísima, la única vez en que he asistido, porque era un ingenuo espectáculo en su honor. Las trenzas que se ofrecen a los dioses cuando la niña se hace una joven, yo se las ofrezco a Lino. A su sonrisa y a su dulce acento lisboeta.