27 marzo 2006

Claudia Montero

Sigo en mi búsqueda de mujeres músicas por el mundo discográfico y por la Red.

Ahora he descubierto a una mujer joven a la que los críticos llaman “neorromántica” sin que yo sepa muy bien a qué se refieren, ni me importe demasiado. Sé que su música me agrada mucho. Hace unos días pusieron unas piezas de piano en Radio Clásica, “Mitos de Buenos Aires” –ella es argentina– que me emocionaron, sin haber pisado esa mítica ciudad en mi vida. Ahora descubro su rostro y un cuarteto para cuerda. Os lo podéis bajar y escucharlo en la página:

http://webs.ono.com/usr045/claudiamontero/catlago.htm

Puede ser un descubrimiento.

21 marzo 2006


Recordando

Óleo de Manuel Muñoz Barberán
Retrato de su hija mayor (1990)

15 marzo 2006

Ya conocía a este eminente autor, pero no por ningún libro dedicado a la música, sino a la violencia. Su libro "Sobre la violencia" es de lo más sensato y esclarecedor que he leído sobre el tema. No me esperaba en absoluto que escribiera también sobre música, sobre psicología de la música, sobre el placer de escuchar, y lo hace, y además muy bien. Es un gran aficionado, según parece, intérprete y conocedor. He aprendido mucho con él sobre la disposición de la mente al escuchar música, he aprendido incluso sobre mí misma. ¿Alguien da más? Os lo recomiendo vivamente. Lo publica Paidós de Música.

11 marzo 2006

Me he encontrado en una página de la Red (www.letra.org) esta divertida explicación que una mujer brasileña envió por correo electrónico a una cadena de gimnasios.


Se vio hace un tiempo por las calles de Sao Paulo un cartel publicitario de Runner (que es una de las cadenas de gimnasios mas renombradas de Brasil) con la foto de una chica escultural, en su bikini y con la frase: "Este verano ¿Qué quieres ser, Sirena o Ballena?".

Dicen que una mujer de Sao Paulo (cuyas caracteristicas físicas nunca trascendieron) le envió a la empresa Runner por email la siguiente respuesta:

«Las ballenas estan siempre rodeadas de amigos. Tienen una vida sexual activa, se embarazan y tienen ballenitas de lo mas tiernas. Las ballenas amamantan.

Son amigas de los delfines y pasan el tiempo comiendo camarones. También suelen jugar en el agua y van nadando por ahi, surcando los mares, conociendo lugares maravillosos como los hielos de la Antártida y los arrecifes de coral de la Polinesia. Las ballenas cantan muy bien y tienen hasta CD’s grabados.

Las ballenas son enormes y casi no tienen predadores naturales. Las ballenas tienen una vida bien resuelta, son lindas y amadas por todos.

Las Sirenas no existen. Si existieran vivirian en crisis existencial: "¿soy un pez o soy un ser humano?"

No tienen hijos, pues matan a los hombres que se encantan con su belleza. Son bonitas, sí, pero tristes y siempre solitarias.

Querida Runner, prefiero ser ballena.»


07 marzo 2006

AQUÍ ESTÁ LA TRADUCCIÓN


LOS HOMBRES NO SON DE FIAR

Los hombres no son de fiar, me dijiste, madre:

¡Él es un sinvergüenza!

Yo no quise creerte

Hasta que yo misma enfermé atormentada.

Sí, ahora sé que él lo es realmente,

Yo, simplemente, me equivoqué al juzgarlo.

Tú me lo dijiste, madre:

Los hombres son infieles.

Ayer, a la caída silenciosa de la tarde,

En el bosquecillo a las afueras del pueblo,

Yo oí que alguien susurraba: “Buenas tardes”

Y un susurro: “Muchas gracias”

Me oculté y escuché,

Paralizada como si estuviera clavada allí.

Era él con otra.

¡Los hombres no son de fiar!

¡Oh, madre, qué tortura!

¡Tengo que decirlo, tengo que decirlo!

De los susurros se pasa a los saludos,

De los saludos a los besos,

De los besos a tomarse las manos,

De tomarse las manos a… ay, querida madre,

Los hombres no son de fiar.

06 marzo 2006

Esta es la deliciosa letra, escrita por 
Johann Gabriel Seidl, que Schubert utilizó
para su lieder del
mismo título.
La versión que suelo escuchar es la de Barbara
Hendrick, un remedio para melancólicos.
En próximas fechas, la traducción.


DIE MÄNNER SIND MECHANT
 
      Du sagtest mir es, Mutter:
      Er ist ein Springinsfeld!
      Ich würd' es dir nicht glauben,
      Bis ich mich krank gequält!
      Ja, ja, nun ist er's wirklich;
      Ich hatt' ihn nur verkannt!
      Du sagtest mir's, o Mutter:
      "Die Männer sind méchant!"
     
      Vor'm Dorf im Busch, als gestern
      Die stille Dämm'rung sank,
      Da rauscht' es: "Guten Abend!"
      Da rauscht' es: "Schönen Dank!"
      Ich schlich hinzu, ich horchte;
      Ich stand wie festgebannt:
      Er war's mit einer Andern -
      "Die Männer sind méchant!"
     
      O Mutter, welche Qualen!
      Es muß heraus, es muß! -
      Es blieb nicht bloß beim Rauschen,
      Es blieb nicht bloß beim Gruß!
      Vom Gruße kam's zum Küsse,
      Vom Kuß zum Druck der Hand,
      Vom Druck, ach liebe Mutter! -
      Die Männer sind méchant!

03 marzo 2006

Cuando Félix Mendelssohn visitó Inglaterra en 1846 tuvo una audiencia privada con la reina Victoria. Ella le contó al compositor que le gustaban mucho sus canciones y le preguntó si podía cantarle su favorita, Italien, de su colección Op.8. Después que la reina la cantó, Félix admitió que la obra no era de él sino de su hermana Fanny.

Fanny nació en una próspera familia judía en Hamburgo y era nieta del filósofo Moises Mendelssohn. Recibió su formación musical inicial de su madre y, como su hermano menor, estudió composición con Zelter, quien le dio a conocer la música de J.S.Bach. Desde temprana edad su talento musical fue evidente y pronto recibió el apoyo de su familia. Sin embargo, sus logros fueron limitados debido a la actitud existente entonces contra las mujeres que asumían roles profesionales en la música.

Fanny también encontró un apoyo en su hermano, quien motivaba sus aventuras creativas y constantemente le ayudaba en asuntos musicales. Por otro lado, su esposo, el artista Wilhelm Hensel, colaboró con la compositora para que su música llegara a ser publicada. Sin embargo, las obras de Fanny se enfocaron al salón familiar donde se realizaban semanalmente veladas musicales que atraían a importantes personajes de la cultura local.

Precisamente a través de algunas canciones y obras de cámara Fanny pasó a la posteridad. Sus canciones son comparables con las mejores creaciones en el género, mientras que sus piezas instrumentales pudieron ejercer cierta influencia sobre su hermano, sobre todo sus Canciones sin Palabras para piano.

01 marzo 2006



Por fin he conseguido el disco que buscaba: los tríos para piano de Fanny Mendelssohn y Clara Schumann. Aún no he podido oírlos, pero están ahí, esperando. De momento recupero el rostro de estas dos mujeres románticas que vivieron junto a grandes músicos sin poderse permitir, ni siquiera, ser unas músicas medianas. Quizás podrían haber sido tan grandes como los hombres a los que acompañaron. La dama de la izquierda es Clara, la de la derecha, Fanny. Sus rostros me producen una dulce melancolía. Incluso si juzgara que no son tan buenas como los músicos de su época, que creo que lo son, a pesar de las limitaciones a las que fueron sometidas, me parece que oigo algo más que música en las notas. Me ocurrió con los lieder y con un trío de cuerda que escuché.
Cualquier buen narrador sabe que contarlo todo es un error. Las historias se vuelven tediosas y demasiado parecidas a la vida cotidiana. De todo cuanto sabemos contamos lo relevante; de todo lo relevante contamos sólo la mitad. ¿Es necesario contarlo todo a todo el mundo? Nuestra vida es un relato de situaciones intermitentes que creamos nosotros mismos con la ayuda del gran escritor que es la memoria. No, no pienso contarlo todo. No lo considero estético.