17 noviembre 2009

Anatomía de un instante


En mi modesta opinión de lectora, Javier Cercas no es un novelista. Es un estupendo escritor, pero no un novelista, si entendemos la novela como una construcción, todo lo libre que queramos, pero una construcción de sólidos cimientos dentro de la ficción. Si entendemos la novela como la definía Cela, "cualquier escrito en forma de libro bajo cuyo título se ponga la palabra novela", entonces sí es novelista, pero me parece que la definición es demasiado amplia.
He leído de este autor dos libros. Uno se parecía más a una novela, que era "Soldados de Salamina", y llegué a la conclusión de que no era una novela, sino un relato precioso, espléndido, enmarcado con unas historias que no me interesaban apenas. El relato del que hablo es el núcleo central, el encuentro de Sánchez Mazas fugitivo, escapado de la muerte, con el soldado republicano. Lo demás era para hacer páginas y que aquello se pareciera a una novela. No vi la película, y creo que no hacía mucha falta.
Este que he leído hace poco, "Anatomía de un instante", me parece muy superior al anterior, y no sé si es novela o no, ni me interesa, porque leerlo ha sido un placer muy por encima de cualquier clasificación de género. La retórica es posterior a la poesía, aunque a veces y en épocas se tome prerrogativas de ordenanza municipal. Quiero decir que los escritores escriben, y luego los eruditos y críticos hacen las normas según lo que hayan escrito, dándole entonces categoría de género. Si los seguimos un poco, esta sería una novela ensayo o un ensayo novelado. Sea como sea, es un libro espléndido, con una escritura inteligente y tersa, como un pliego de papel blanco con líneas rectas y letra pequeña.
Como ya se sabe, trata del 23 F, ese día en el que todos los españoles con edad suficiente recordamos dónde estábamos y qué hacíamos en el justo momento en que la radio se cortó y se oyeron tiros a lo lejos. La estructura de la novela o lo que sea es sencilla pero absolutamente adecuada: parte de las imágenes de la entrada en el congreso de Tejero y las actitudes diferentes de cada uno de los protagonistas de esas imágenes. De ahí se lanza al análisis histórico, psicológico y político de cada personaje -Suárez, Tejero, Carrillo, Gutiérrrez Mellado, el Rey- con una agudeza extraordinaria. Hay artículos memorables -le llamo artículos y no capítulos, por lo ya dicho- como los dedicados a Suárez, cuya personalidad queda dibujada con potentes trazos combinados con finos matices observados. Pero en realidad esto mismo se podría decir de cualquiera de los retratos que aparecen.
En cuanto a las diferentes teorías sobre aquel intento de golpe de estado -me pregunto si finalmente no triunfó por caminos desconocidos-, Cercas se manifiesta en la línea más oficial. Podría haber sido cualquiera tratándose de una "novela", pero prefiere centrarse en el análisis de cada personaje y en su actuación y antecedentes, antes que aventurarse en un camino de ficción donde todo sería posible, pero no todo creíble. Si está a mano, merece la pena leerlo, y de paso recordar qué se estaba haciendo, dónde se estaba en aquel preciso instante. Seguro que Encarna se acuerda perfectamente, y seguro que le gustará esta lectura.

17 comentarios:

Leandro dijo...

Yo era casi un niño, pero lo recuerdo bien. Recuerdo dónde estaba, lo que hacía. Recuerdo lo que decían algunos de mis compañeros de colegio, que era básicamente lo que oían en su casa: muy contentos el día 23 y muy contrariados el 24. Hace unos días volví a ver uno de esos documentales de Victoria Prego; recordaba muchas de las cosas que allí se decían y se veían, pero no todas. No recordaba una segunda intentona frustrada en 1982, diseñada desde las prisiones militares por los mismos de 1981, pero esta vez con un plan mucho más cruento. Entre unas cosas y otras, entre lo que recuerdo, lo que me han recordado y lo que veo ahora, estoy casi seguro: no triunfó por caminos desconocidos. Claro que a lo mejor aquí también se podría aplicar eso de que la retórica es posterior a la poesía; me quedo con esa idea, que es una verdad como un templo

Mameluco dijo...

La novela ha muerto
¡Viva la novela!


Jejeje.
Los agoreros dicen, querida Fuensanta que este género ha muerto. Yo, aún no creyéndomelo mucho, leo novelas de cuando las novelas eran novelas, porque ya sabe usted mi gusto por lo decimonónico.

Yo del 23F recuerdo que pusieron muchos dibujos animados y la música clásica por la radio. Y que después sacaron una cinta de cachondeo que se llamaban "Sevillanas del Golpe". Me acuerdo más del Mundial 82, la verdad.

Sarashina dijo...

Leandro, en el casi está la clave. Tú te acuerdas de todo, de lo que pasaba y de lo que hacías, porque eras "casi" un niño, pero Mameluco es que casi no había nacido. Debía de ser casi un bebé.
No estoy de acuerdo con él en que la novela haya muerto. Está un poco variopinta y alocada, pero no muerta. A mí también me gusta lo decimonónico, más de lo que quisiera, pero a veces leo novelas de ahora mismo que no están mal.
Y gracias, Leandro, por quedarte con mi frase, que no sé si es mía. Es algo que sé y que vivo como experiencia, pero no sé si la habré pillado por ahí y ahora la suelto. En todo caso, si es verdadera, da lo mismo.

Laura dijo...

No he leido el libro, pero el 23F lo recuerdo muy bien; trabajaba en el hospital de Elche y estábamos dando las cenas, la supervisora de tarde pasó por todas las plantas para avisar de que no nos podríamos ir a casa hasta que no estuviera el relevo de la noche. Mi marido de entonces, abogado laboralista me llamó por telf. para recogerme en el Hospital. Miedo, preocupación y toda la noche oyendo la radio como "in ilo tempore"( no sé si está bien escrito).
Nada poético, ni épico si acaso un drama que pudo convertirse en una tragedia. Un abrazo

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Ay Fuensanta!, te cambiaría a tus alumnos por los míos, si hubieras estado en el manifiesto de ayer por la tolerancia te aseguro que te hubiera parecido una pantomima, por parte de algunos alumnos, claro. De todas maneras he añadido alguna frase más a lo que escribí ayer porque creo que no me expresé bien. Un beso

Sarashina dijo...

Hola, Eme, he pasado por tu blog, te he querido dejar un comentario, y no sé qué ha pasado que no me lo ha publicado, pero en fin, ya sabes, no hay malentendido, es sólo que a veces no se sabe en qué circunstancias se escribe algo; sólo te he dicho lo que opino, y pensé que ibas a tener un aluvión de "varones" apoyando la idea de que no haya día de nada, mayormente relativo a las mujeres, quitando el día de la madre, que con sus críticas y todo, les parece muy bien.Ahora voy a decirte algo, guapa.

Ernesto dijo...

A mi también me pareció un buen libro, más ensayo histçorico que novela histórica.

El día en cuestión me enteré de los hechos por la radio de mi flamante "600", camino de una reunión con un abogado laboralista en la sede de la CNT. Llegué y estaba cerrado y sion nadie alli, así que me fui a casa a estar con Pilar y seguir el dsarrollo de los acontecimientos.

Joselu dijo...

De los libros leídos este año, pocos me han interesado más que Anatomía de un instante. No pienso que pretenda que sea una novela. Creo que el nombre de Crónica es expresivo. Pero lo cierto es que en su fabulación de los hechos, en su descripción de los protagonistas como personajes literarios casi y sin casi, interviene mucho la literatura. ¿No fue Max Aub en La gallina ciega quien noveló una crónica de su visita a España, detallando día a día, pero introduciendo morcillas inventadas. Creo que Crónica de un instante no se ajusta al género histórico. Hay demasiada construcción literaria -apasionante por cierto- pero tampoco es una novela al uso. Es un híbrido interesantísimo en que la literatura y la crónica se dan la mano. ¡Qué retratos más fascinantes los de los protagonistas de los hechos! De Suárez uno no sabe si pensar si fue un héroe o un pobre advenedizo al que le tocó jugar un papel estelar. Pero lo cierto es que la España que vivimos hoy es producto de la mente, la improvisación o de la chapuza de Suárez, pienso esto último más en mi fuero íntimo. La España de las autonomías fue invento suyo, pero gracias a él, Murcia, La Rioja o Aragón cuentan con estatutos de autonomía aunque en sus regiones apenas hubiera demanda de autonomía; luego nadie quiso ser menos que los demás, menos que vascos y catalanes. Suárez supo hacer un pastel para todos los gustos. Javier Cercas describe aquellos momentos con maestría. Un libro que para mí es lo mejor que he leído en los últimos meses.

PMM dijo...

Pue syo me acuerdo, pero no sé porqué siempre lo veo en blanco y negro. Cosas de la tele cosas del subconsciente

Sarashina dijo...

Últimamente coincidimos bastante, Joselu, lo que me da una enorme alegría. Este libro lo leí al principio sin saber muy bien si me iba a gustar, pero como estaba al final de las vacaciones, pues me lo tomé como un entretenimiento, hasta que leí las primeras páginas y me di cuenta de que era estupendo, de que estaba muy, pero que muy bien escrito, y que aclaraba desde un ángulo, como tú dices, literario, muchas extremos de aquellos días y de aquellos personajes.
Para mí es también de lo bueno que he leído últimamente, mejorando lo presente, que se dice. Muy bueno.

Pilar dijo...

Desde luego que hay un panorama variopinto novelístico, pero creo que eso no es un argumento para decidir lo que es y no es novela, que por otra parte ha pasado por muchas etapas formalmente. Particularmente entiendo la novela como un relato de unas dimensiones en prosa, simplemente, no hace falta que tenga una receta ni que sus elementos se disputen salir a su debido tiempo. Es un tema largo, y en el que desde luego no seré yo la que ponga límites. A mí Javier Cercas me parece un buen narrador. "Soldados de Salamina" e la leí en un par de ratos, me resultó muy fácil para ese momento preciso e intenso que cuenta. Me parece que es un escritor que tiene mirada fotográfica, y densa. Leeré esta, me ha dado gana, así es que te agradezco las sugerencias, las tendré en cuenta cuando la lea y ya te digo.
Besazo

Cabopá dijo...

Sea novela o no, es verdad que tiene un título muy atractivo y desde que se publicó me sugiere su lectura,sí tu lo recomiendas no hay nada más que comprarlo y leerlo
Gracias Clares, y besicos.

SuperWoman dijo...

Qué importa lo que sea, si es bueno y está bien contado.
Un supersaludo

Sarashina dijo...

Amigos y amigas, perdonad que no pase, como suelo, por vuestros espacios, hasta mañana por lo menos. Es que estoy con el agua al cuello, agobiada de trabajo, que parece mentira, pero es verdad.
Vuelvo en cuanto pueda. Abrazos.

Alfa79 dijo...

No he leído este ensayo histórico novelesco, pero sí que me he informado respecto a las críticas en todos los ámbitos.
Carrillo, por ejemplo, era muy crítico con el contenido y el trato dado a los personajes. Según él, una novela podía incluir todo tipo de ficción e imaginación, pero un ensayo debía de ser más cuidadoso y fiable respecto a las personas de quienes trataba.

En todo caso, creo que Javier Cercas ha incluído algo más -y mejor- en todo aquello del 23-F. Poco a poco iremos ahondando en la verdad de aquellos días (los previos y posteriores) tan inquietantes.
De momento, tanto el rey como Suárez y Carrillo se convirtieron en los héroes permanentes de nuestra "democracia".
Por supuesto, había muchas ganas de cimentar la monarquía franquista, así como de levantar aquella figura demacrada de Suárez, y por supuesto, consentir -por fin- la legalización del demoníaco PCE (tan denostada en su día -sábado de gloria del 77- por los poderes ultra-fácticos) y a través de un Carrillo reconvertido a lo más rancio del PSOE.

Aquel golpe ya se sabía que iba a producirse, así que, todas las especulaciones son y serán posibles. Tejero no era un simple desconocido (ya con la operación Galaxia se hizo famoso hasta en Interviú).

Soy de los que piensa que, en los momentos malos de la vida, siempre (o casi siempre) son los aprovechados quienes se llevan los honores más inmerecidos.

Por cierto, el 23-F me encontraba en una librería que regentaba un hermano del líder comunista Felipe Alcaraz. Ninguno de los allí presentes (todos afiliados al PCE) se asustó o amilanó por el tejerazo. Reaccionaron con una honestidad más que ejemplar.

Salud y abrazos republicanos. Toni Sagrel.

Sarashina dijo...

Estoy viendo que todos tenemos una valoración muy parecida de este escritor y concretamente de esta obra. Me han gustado mucho los lugares en que cada uno estaba en ese momento, porque es una pequeña radiografía de un pequeño grupo. Ya contaré dónde estaba yo en aquel crítico momento, también muy propio de mi vida.