Mi madre tiene ochenta y dos años. Ella dice que no puede leer mucho, que se cansa y le duelen los ojos, pero el caso es que no damos la ida con la venida aportando novelas, que luego nos critica y explica con agudeza. Yo acababa de leer esta novela de Javier Marías, y como habla de los muertos que regresan o que se resisten a irse, pensé que quizás le interesaría en su especial y constante proceso de duelo. Resulta que no estaba en su casa, sino en la peluquería de abajo. No le llevaba el libro todavía, hasta que ella diera su visto bueno, pero me fui para allá, y me la encontré en pleno proceso de acicalamiento. Hablamos de esto y de lo otro, y voy y le digo que si quiere leer "Los enamoramientos" de Javier Marías. Sorpresa: ya lo ha leído. Esto me recuerda que los hermanos debemos hacer un cuadrante para poner qué novelas le hemos pasado y no insistir varios con la misma. A continuación, la crítica: no le ha gustado mucho, y la razón es que el escritor "se enrolla mucho", que a ella le gusta que vayan al grano. Me quedo de piedra, porque se acaba de leer "El cuarteto de Alejandría" de Lawrence Durrell o las "Leyendas" de Bécquer sin emitir la menor crítica de que no vayan "al grano", y luego confiesa que le encantan las descripciones, por ejemplo, así que me imagino que debe de ser otra cosa, en la cual tal vez coincido con ella.
Reconozco que es la primera novela que leo de Javier Marías, y que no me ha defraudado, en el sentido de que escribe muy bien, tiene una trama interesante, incluso en algunos momentos muy tensa, y que la novela se desliza fácilmente para un lector avezado. Supongo que este escritor escribe sólo para lectores avezados, avisados y avispados, no para lectoras incansables de ochenta y dos años. Los problemas son estos, me parece: el exceso de digresiones y explicaciones enrevesadas, que a mí no me desagradan, pero que hacen perder fuerza a lo narrado (esto es lo que mi madre, lectora implacable pero inocente llama "no ir al grano"). Por otra parte, todos los personajes parecen más o menos el mismo, o sea, el mismo narrador (escritor, diría yo) que nunca pierde su voz ni su psicología. Y más aún, que todos los personajes saben muchísima literatura, aunque se vaya justificando por las profesiones, aunque no por las edades. A mí me ha parecido un alarde de artificiosidad bien construida, pero falto de hechizo y encanto.
Voy a ver si me hago con otra novela de Marías, la leo y luego se la dejo a mi madre, a jugar al juego de las coincidencias, yo como lectora pedante, ella como lectora inocente.
Por cierto, sobre muertos que vuelven sin tener que volver, y los efectos perniciosos sobre los vivos, que se toman la cosa como una ofensa, hay un cuento maravilloso de doña Emilia Pardo Bazán, el cual se puede leer en este enlace:
9 comentarios:
A mí me chirría el señor Marías, no le cojo la sílaba.
Me parece que eso mismo le pasa a mi madre. Cuánto saben los viejos.
A mí sí me gusta mucho Marías en general: me gustó mucho "Corazón tan blanco" y la trilogía "Tu rostro mañana". Coincido contigo en que en "Los enamoramientos", que no está mal pero que no es para tirar tantos cohetes, todos los personajes parecen el mismo. También que pudo haber sido algo más de lo que es: se le da muchas vueltas a la misma idea. A mi las famosas digresiones de Marías me gustan, pero siempre que progresen y no que se queden en dar vueltas cual tiovivo. Un abrazo, Clares. Espero que nos sigas teniendo al tanto de las lecturas de tu madre (y de las tuyas, por supuesto!!).
Saben muchísimo.
Carlota, en todo lo que dices coincido contigo. No dejaré de leer otras cosas de Marías. A mí también me gustan las digresiones, cuando están justificadas y no se enrocan, como tú dices. Le daré una vuelta a este escritor, que, a pesar de todo, es interesante.
Vaya, a mí me gustó. Reconozco que está plagada de disgresiones, de pensamiento, que el narrador está siempre presente de forma abrumadora... Pero me gustó. Será porque Javier Marías escribe como los ángeles, será.
Un abrazo.
Coincidimos en dos cosas, mi madre de 91 años lee, y mucho. Dice se me está acabando este libro, a ver si me dejas uno que tenga muchos diálogos, que tenga cosas que entienda, vamos que tenga enjundia...(Ha leído en estas dos últimas décadas más que en toda su vida)
Yo leí a Marías esta primavera y también por primera vez. Me afirmo en todo lo que dices sobre él, tendré que leerlo más (un poco defraudada, me sentí) Tanto pavoneo me resultó pesado. ¡Qué le vamos a hacer!
Puedes usar mi cuento todo lo que quieras y modificarlo al gusto del niet@...
Un placer venir por aqui, amiga.
Besicos
Hola, Fuensanta, buenas noches, encantado de pasar por aquí de nuevo, después de tanto tiempo y comprobar que tu cibercasa vuelve a lucir contenidos actualizados y llenos de interés. En relación a la novela de Marías, la leí hace algún tiempo, y la verdad es que me gustó, aunque no tanto como algunas de sus obras anteriores (de las que he leído buena parte; no la totalidad, pero casi...). Y si ésta es (cierto, así es) disgresiva, no veas lo que te vas a encontrar con, por ejemplo, la trilogía precedente, en la que sobre un episodio zanjable narrativamente en cinco líneas (o en siete palabras, si te lo trinca el Monterroso...), se monta el tío una novela de más de quinientas páginas. Pero ése es su juego, si entras en él, fenomenal, a disfrutar cual marranillo en charco; y, si no, mal asunto, malo. En fin, Marías y sus 'maríadadas'...
Otra cosa es el Marías columnista u opinador, con el que guardo más que serias discrepancias de diversa índole (a ellas dediqué un artículo en mi blog hace ya bastante tiempo). Supongo que algo debe pesar en ello (aunque sea a nivel inconsciente) el que él sea un merengón irredento y yo, colchonero hasta el tuétano. La vida...
Un abrazo muy fuerte, amiga, y hasta pronto.
P.S. ah, y disculpas por no contestar a tu comentario en mi blog hace algún tiempo. Ando en espera de retomar la actividad a partir de enero.
Qué alegría más grande reencontrarte. Ya noté que el blog tenía poca actividad, pero no me preocupé, porque a veces hay que hacer una pausa, que me lo digan a mí. Eso sí, esperaba como agua de mayo tus críticas y tus recomendaciones cinéfilas, porque en mi casa el cine es algo diario, o en sala grande o en sofá pequeño. Un día de estos recontaré las pelis que he visto últimamente.
Lo de javier Marías, eso va en gustos. A mí me ha gustado la novela, pese a sus "defectos" o a los inconvenientes que le pueda poner mi madre. Y le daré muchas más oportunidades, porque escribe bien, algo engolado a veces, o sea, demasiado seguro de sí mismo, ya que habla él todo el tiempo, y eso molesta a veces, pues la novela me parece el género de la relatividad.
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