"Estáis en la muerte mientras permanecéis en la vida; porque, cuando ya no estáis en vida, estáis más allá de la muerte; o, para decirlo mejor y terminar de una vez, la muerte no os concierne ni vivo ni muerto: vivo, puesto que sois; muerto, puesto que ya no sois".
La mano encantada
Gerard de Nerval
La mano encantada
Gerard de Nerval
Sinceramente, prefiero la literatura realista. Sin embargo, de vez en cuando, me adentro en las fantasías de algunos escritores y, de una manera que puede llamarse adolescente, disfruto de ese refugio interior que busca todo inconforme inmaduro. Ahora leo esas fantasías con gran distanciamiento, y lo paso bien.
La mayoría de los relatos contenidos en este libro, que recoge una novelita corta, "Aurelia", y tres relatos fantásticos de Gerard de Nerval, pertenecen a la fascinación por lo oculto, por lo que un pueblo o un ser individual puede imaginar para distraerse de la realidad o alejar de sí aquello que no comprende. Hay un único relato que a mí particularmente no me parece fantástico, sino el relato de un loco, lo cual lo convierte automáticamente en realista. Si alguien cuenta sus sueños y sus delirios en una época de crisis psiquiátrica, ¿diremos que es literatura fantástica? Yo al menos no. Diré que nos están contando un rincón oculto de la realidad. Eso es exactamente "Aurelia" de Gerard de Nerval, el cual, como todo el mundo sabe, conocia perfectamente la realidad de la locura. Al empezar a leer se puede pensar que es uno de esos relatos románticos donde un enamorado venera el cadáver de su amada. Conforme se avanza en el relato se comprende que es el relato realista de los delirios de un loco. Ahí reside su interés y su calidad. Y aún otro detalle interesante: las continuas referencias al sueño lúcido, algo que la mayoría de los mortales experimentamos alguna vez, pero que algunos agraciados dominan perfectamente. Dicen que el dominio de este tipo de sueños favorece la salud mental. Nerval parecía reconocerlos y dominarlos, y no es precisamente un ejemplo de cordura.
Una cita de "Aurelia" sobre el sueño y su conexion con la vida de vigilia:
La mayoría de los relatos contenidos en este libro, que recoge una novelita corta, "Aurelia", y tres relatos fantásticos de Gerard de Nerval, pertenecen a la fascinación por lo oculto, por lo que un pueblo o un ser individual puede imaginar para distraerse de la realidad o alejar de sí aquello que no comprende. Hay un único relato que a mí particularmente no me parece fantástico, sino el relato de un loco, lo cual lo convierte automáticamente en realista. Si alguien cuenta sus sueños y sus delirios en una época de crisis psiquiátrica, ¿diremos que es literatura fantástica? Yo al menos no. Diré que nos están contando un rincón oculto de la realidad. Eso es exactamente "Aurelia" de Gerard de Nerval, el cual, como todo el mundo sabe, conocia perfectamente la realidad de la locura. Al empezar a leer se puede pensar que es uno de esos relatos románticos donde un enamorado venera el cadáver de su amada. Conforme se avanza en el relato se comprende que es el relato realista de los delirios de un loco. Ahí reside su interés y su calidad. Y aún otro detalle interesante: las continuas referencias al sueño lúcido, algo que la mayoría de los mortales experimentamos alguna vez, pero que algunos agraciados dominan perfectamente. Dicen que el dominio de este tipo de sueños favorece la salud mental. Nerval parecía reconocerlos y dominarlos, y no es precisamente un ejemplo de cordura.
Una cita de "Aurelia" sobre el sueño y su conexion con la vida de vigilia:
El sueño ocupa un tercio de nuestras vidas. Es el consuelo a las penas de nuestras jornadas o la pena de sus placeres; pero nunca he experimentado el sueño como descanso. Tras un adormecimiento de algunos minutos, una nueva vida comienza, libre de las condiciones del tiempo y del espacio, y sin duda semejante a lo que nos espera después de la muerte. ¿Quién sabe si entre las dos vidas no existe un lazo de union y si no es posible para el alma trabarlo desde ya?
2 comentarios:
¡Claro que existe ese lazo entre sueño y vigilia! ¡Cuántos cambios han sido posibles en mi vida gracias a él, gracias a poder beber destiladas las sensaciones de frustración que de día creemos un simple prurito! Supongo que este hombre no lo veía así, de otro modo es bien posible que hubiese decidido quedarse un rato más.
Me alegro del feliz accidente de haberte encontrado por aquí, pequeña saltamontesa, vendré a visitarte de vez en cuando si no te parece mal. Venga, me voy a saludar a Santiago.
Abrazos, Miguel Barberá
Hola, Miguel, gracias por tu comentario. Claro que me agrada mucho que te pases por aquí cuando quieras. A veces cuento algo que quizás te guste. Un abrazo.
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