¡Qué divertido lo que dice Mefistófeles al joven estudiante, haciéndose pasar por Fausto, que anda a su vez recorriendo los espacios siderales en un viaje místico y onírico! Parece que el demonio es más realista que el hombre y sabe a qué atenerse. El muchacho le pregunta, después de muchas consultas profundas que Mefistófeles contesta haciéndose el interesante y engañándolo como a un chino, por el secreto de la eterna juventud, un remedio para estar siempre joven, y el demonio zumbón le contesta: "Eso está en otro libro".
¿En qué libro estaría? Ni el demonio mismo conoce el remedio, ese elixir perseguido por la Humanidad desde sus orígenes. A él, realmente no le hace falta y, pensándolo bien, tampoco a los seres humanos. Sería horroroso, así que con tanto corretear detrás de ese elixir, resulta que nos hemos pasado milenios pensando mal, pero que muy mal.
¿En qué libro estaría? Ni el demonio mismo conoce el remedio, ese elixir perseguido por la Humanidad desde sus orígenes. A él, realmente no le hace falta y, pensándolo bien, tampoco a los seres humanos. Sería horroroso, así que con tanto corretear detrás de ese elixir, resulta que nos hemos pasado milenios pensando mal, pero que muy mal.
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