He sido una lectora bastante fiel de las novelas negras de Manuel Váquez Montalbán. De él me ha gustado la llaneza del discurso, el gusto por la buena mesa y sus incursiones a los sitios más peregrinos que uno se pueda imaginar, por ejemplo, Albacete o ciudades así, que nada parecen tener de novelesco. Sus intrigas policíacas siempre te arrastran, que también es de agradecer entre tanto novelista poetiso. El pobre ya se murió, no en Albacete ni en su querida Barcelona, sino en un aeropuerto asiático, de un telele que le dio, y ya no va a deleitar más a seguidoras como yo con sus negras maquinaciones.
Hace poco, una compañera -gracias, Concha- me regaló esta novelita, no sé si la última que escribió antes de decirnos adiós en el aeropuerto. La he leído con gusto. No con arrebato ni encantamiento, pero sí con gusto. Es una novela bien construida y meditada. No es, desde luego, una gran novela, pero se lee bien, sobre todo por aquellos que tengan inclinación a las narraaciones en las que se demuestra que la literatura antigua tiene vigor aún en su creación de personajes y situaciones: que basta vestir a la gente con ropa de otro siglo para que siga reconociéndose el eterno ser humano. También hallarán placer en su lectura aquellas personas gustosas de la materia de Bretaña y del ciclo artúrico, pues la base fundamental de la novela está en ese origen. Y sencillamente los que gusten de las historias de aventuras, lo que en el fondo es "Erec y Enice", con una parte de novela psicológica y social.
De todos modos, algo tengo que decir. Creo que Manuel Vázquez Montalbán se las arreglaba mejor en las novelas policiacas que en una narración común, general, psicológica. Como imagino que el escritor no creía en la vida del maś allá, no digo nada para él desde aquí. Total, no lo va a oír.
Hace poco, una compañera -gracias, Concha- me regaló esta novelita, no sé si la última que escribió antes de decirnos adiós en el aeropuerto. La he leído con gusto. No con arrebato ni encantamiento, pero sí con gusto. Es una novela bien construida y meditada. No es, desde luego, una gran novela, pero se lee bien, sobre todo por aquellos que tengan inclinación a las narraaciones en las que se demuestra que la literatura antigua tiene vigor aún en su creación de personajes y situaciones: que basta vestir a la gente con ropa de otro siglo para que siga reconociéndose el eterno ser humano. También hallarán placer en su lectura aquellas personas gustosas de la materia de Bretaña y del ciclo artúrico, pues la base fundamental de la novela está en ese origen. Y sencillamente los que gusten de las historias de aventuras, lo que en el fondo es "Erec y Enice", con una parte de novela psicológica y social.
De todos modos, algo tengo que decir. Creo que Manuel Vázquez Montalbán se las arreglaba mejor en las novelas policiacas que en una narración común, general, psicológica. Como imagino que el escritor no creía en la vida del maś allá, no digo nada para él desde aquí. Total, no lo va a oír.
10 comentarios:
Tomo nota para el verano que empezaré...En cuanto me suspenda Mr Chivas. Chaíto.
No tiene por qué suspenderte el Chivas. A lo mejor no se acuerda de ti y apruebas. Tranquilo, todo saldrá bien, ya verás.
¡Hola!
Si eres amiga de Mameluco no puedes ser mala persona :)
Cuando acabe exámenes me pasaré más a fondo, gracias por desearme suerte, a estas alturas y con este buen tiempo en la cale ya no apetece ni estudiar así que la suerte viene guay.
Un beso :)
Hola, Ana
A Mameluco lo encontré en la red, en enlaces de blog, pero creo que hemos tenido muy buena sintonía y nos comunicamos por medio de nuestros blogs. Creo que no, que no soy mala persona, aunque tenga mal genio.
Gracias por tu comentario, y lo dicho, mucha suerte en todos tus trabajos y exámenes.
Vaya, vaya, que encuentros más formidables se dan en la red de redes...
Fuensanta y Ana.¡Que bien!
Ana, querida Clares, es de lo mejor que puede encontrarse uno por aquí. Y lo digo con el corazón en la mano...
bueno... ya...
me lo vuelvo a meter en la caja torácica que me está faltando el riego...
uff... que alivio...
ya siento otra vez el líquido vital surcando las venas y arterias...
el colesterol sigue donde estaba, pero bien.
Jejeje...
Que eso, que me alegro...
:)
Me da gusto este encuentro, la verdad. Creo que este es el comienzo de una larga amistad, y también que siempre nos quedará París... pero mientras tanto, nos hablamos por aquí.
¿Qué tal tu comienzo de oposición, Mameluco? Espero que afortunado.
Un beso a los dos amigos.
Volvemos a coincidir, me gusta el Vázquez Montalbán de Carvalho, y la novela que comentas la leí bien, es interesante y curiosa pero nada más, no es una gran novela. de todas formas aconsejo s lectura.
Saludos
Eso es, que en esas novelas su estilo y su pensamiento se mostraba en toda su propiedad. Esta novela, me parece a mí, fue un intento de salir de la novela negra o quizás su testamento literario. Es bonita y tiene fácil lectura, pero no parece de Vázquez Montalbán, no es él propiamente.
Hola:
Vengo del blog de Ana… No conocía este libro de Montalbán (pensaba que los había leído todos).
Si os gustan sus novelas negras os recomiendo al siciliano Camilleri. Su policía, Montalbano, es un homenaje a… Efectivamente. Muy recomendable (las historias, el ambiente creado a partir de lo cotidiano de la vida rural en Sicilia).
Hola, Adrián. Gracias por participar en mi blog. Ya ves, yo tampoco conocía esta novela, hasta que una amiga me la regaló y he tardado un poco en leerla, la verdad. No me ha vuelto loca, pero está bien, es recomendable, aunque algo diferente a lo que conocemos de MVM.
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