No he escrito hasta ahora sobre este asunto, porque, con el corazón en la mano, cada vez que pensaba en ello, era como si me cayera una de las piedras que han matado lentamente, con un enorme sufrimiento a esta muchacha somalí, Asha.
Hoy leo una entrada conmovedora en La pistola de Larra.
Pienso que hay que escribir sobre esto, extender los comentarios, difundirlo, no dejarlo en la trastienda de la vergüerza, porque es una profunda vergüenza, una gran indignación, un dolor lacerante, lo que nos agita cuando se lee una noticia como ésta.
Cuando en Nigeria se dictó sentencia contra Amina Lawal, que iba a ser lapidada, la comunidad internacional se movilizó y consiguió que no fuera ejecutada por ese modo de ejecución bárbaro, inhumano y salvaje -si es que alguno no lo es- de la lapidación. Este tipo de ejecución no aparece en el Corán, sino que más bien habría que buscarlo en la Biblia. El rastro más patente y conocido es el del Evangelio, donde Cristo dice que el que esté libre de pecado tire la primera piedra, lo cual nos da a entender que las ejecuciones por blasfemia y pecado de adulterio eran castigados de ese modo. El Corán, que tanto recoge de la Biblia y de los Evangelios, precisamente esta forma de ejecución no la recoge. Se trata, desde luego, de una tradición pre-islámica adoptada por los islamistas fanáticos e integristas, pero no admitida por la ortodoxia musulmana, como ocurre ocn la ablación, que tiene sus orígenes en el animismo africano, aunque se practique en algunos países musulmanes.
En el triste caso de Asha, se unen preocupaciones y dolores de distinto significado, pero todos en el sentido del respeto a los derechos humanos:
Hoy leo una entrada conmovedora en La pistola de Larra.
Pienso que hay que escribir sobre esto, extender los comentarios, difundirlo, no dejarlo en la trastienda de la vergüerza, porque es una profunda vergüenza, una gran indignación, un dolor lacerante, lo que nos agita cuando se lee una noticia como ésta.
Cuando en Nigeria se dictó sentencia contra Amina Lawal, que iba a ser lapidada, la comunidad internacional se movilizó y consiguió que no fuera ejecutada por ese modo de ejecución bárbaro, inhumano y salvaje -si es que alguno no lo es- de la lapidación. Este tipo de ejecución no aparece en el Corán, sino que más bien habría que buscarlo en la Biblia. El rastro más patente y conocido es el del Evangelio, donde Cristo dice que el que esté libre de pecado tire la primera piedra, lo cual nos da a entender que las ejecuciones por blasfemia y pecado de adulterio eran castigados de ese modo. El Corán, que tanto recoge de la Biblia y de los Evangelios, precisamente esta forma de ejecución no la recoge. Se trata, desde luego, de una tradición pre-islámica adoptada por los islamistas fanáticos e integristas, pero no admitida por la ortodoxia musulmana, como ocurre ocn la ablación, que tiene sus orígenes en el animismo africano, aunque se practique en algunos países musulmanes.
En el triste caso de Asha, se unen preocupaciones y dolores de distinto significado, pero todos en el sentido del respeto a los derechos humanos:
- Las formas de violencia física extrema que no son más que los puntos álgidos de una violencia estructural contra las mujeres, en un efectivo intento de mantenerlas en su papel dentro de una sociedad patriarcal.
- El mantenimiento en multitud de países de la pena de muerte y de formas de ejecución inhumanas, si es que hay alguna que no lo sea.
- El hecho de que la comunidad internacional no haya podido intervenir en este caso, debido a la situación de Somalia, un país sin estado y sin ley, controlado por las milicias, los señores de la guerra, fanáticos islamistas.
- El espeluznante hecho de que finalmente Amnistía Internacional haya comunicado que no se trataba de una mujer, sino de una niña de trece años, aunque en la página de Amnistía no haya ningún comunicado al respecto.
- Las consecuencias que esta terrible noticia puede tener en la mentalidad occidental, pues alienta la islamofobia indiscriminada, que no es nada bueno para nadie.
13 comentarios:
Las barbaridades hechas costumbres.
No hay nada que justifique esta muerte violenta y atroz de esta muchacha. La violencia contra las mujeres (no he oído el caso de lapidaciones de hombres)es una realidad brutal que existe en todo el mundo. Una somali, Ayaan Hirsi Ali, huyó de un casamiento forzado y se refugió en Holanda donde llegó a ser diputada del parlamento. Ha denunciado la opresión de la mujer bajo el Islam. Recibió amenazas de muerte y ha de vivir permanentemente protegida por la policía. Su posición actual es de atea liberal y ha criticado duramente el islamismo. Su figura es molesta, y parece que ha tenido que abandonar Holanda y refugiarse en EE.UU. Es la otra cara de la realidad en Somalia, un país descompuesto y sin estado donde han tenido lugar estos hechos terribles. En todo caso, tu análisis es impecable.
El tema que toca Joselu es bastante importante, porque mientras se contemplan barbaries a la altura de este asesinato de estado asqueroso sin palabras, y mientras compadecemos a estos países intentando comrpender de acuerdo a situaciones como las que descirbes, Fuensanta, y con toda la razón, en realidad no son actuaciones aisladas, sino que tienen sentido dentro de un contexto inteernacional. Esta noticia espantosa, en Arabia Saudí o Etiopía no habrá tenido la trascendencia que tiene en Europa, igual que las maldiciones que lleva echadas el papa a las familias que han optado por la selección genética, tampoco son vistas igual en sectores coservadores españoles que en Pakistán. Está claro que depende de dónde nos situemos. El tema es que Arabia Saudí, como el Vaticano con sus horrores, luego tienen un papel importante en las relaciones internacionales. No hablamos de un país sin estado exclusivamente, hablamos de venta de armas a clanes de la sociedad somalí, a la ayuda de Etiopía en el avance integrista en Somalia, o de Arabia Saudí donde una mujer no puede sacarse el carnet de conducir --y es un país con pib bien alto-- que ayuda a la expansión religión-estado con todo lo que lleva eso.
Particularmente me importa un pito el corán y la biblia, con todos mis respetos a quienes sí le importen, no estoy dispuesta a defender ninguna ideología religiosa porque la considero opción personal y abogo por un mundo laico que no afecte a los derechos civiles, los básicos, ser mujer, ser hombre, ser niña...
Me quema este tema.
Un besazo
No te puedes imaginar, super, la cantidad de costumbres que son barbaridades, salvajadas y violencia. Sobre todo, en lo relativo a las mujeres y a la sexualidad. Siempre se alega que es tradición, que es costumbre. Y siempre hay psicópatas para llevarlas a cabo.
Gracias, Joselu, por tu apreciación. Te diré que este caso es tremendo, pero hay otros muchos de los que no tenemos conciencia. Sí que hay ejecuciones de hombres en países islámicos donde gobiernan partidos radicales religiosos, pero casi siempre es por homosexualidad, lo que tampoco es casual, pues sienten que es el mismo ataque al sistema patriarcal.
Si puse de ejemplo la Biblia comparada con el Corán es simplemente porque la islamofobia se extiende, y precisamente la alientan fuerzas religiosas ultracatólicas, con un discurso que luego cala en la población media. Esto es peligrosísimo, y algo a atajar.
Yo estoy contigo, Pilar, en que lo importante es que haya un mundo laico, sin religiones oficiales, ni interferencias entre la ley civil, la humana, y la religiosa. Pero hay que dejar bien claro que estas leyes inhumanas y salvajes no derivan nunca de los libros sagrados de tal o cual religión, sino de interpretaciones interesadas y siempre extrañas al dogma. Las persecuciones de la Iglesia sobre herejes, la Inquisicion y demás, eran ejercicios de poder, no mandatos religiosos, por ejemplo.
Y claro, Somalia, como prácticamente toda África es rehén del colonialismo y de la globalización.
Muchas veces discuto de religión y digo que son las causantes de muchos de los males del mundo.
Siempre se me acusa por parte de mis mayores (casi siempre) de simplificar y de que las cosas ocurren por dinero, intereses estratégicos, poder, etc...
Nadie que me haya leído (por aquí algun@ hay) me podrá acusar de estar con el capital precisamente, y digo que la religión es la piedra angular de muchos de los odios que existen en nuestro planeta. Eso está clarinete.
Las lapidaciones, las ablaciones, las ejecuciones por ser gay, de otra religión, de la misma religión pero de otra rama, están ahí. En casi todas las limpiezas étnicas hay un dios de por medio, aparte de una etnia (otro ingrediente del cocktai: el racismo).
Las religiones siempre, repito, SIEMPRE, son excluyentes. La salvación es nuestra y solo nuestra. Los otro son infieles.
A más laicismo, más raciocinio. (Ahí ya entran en juego los dineros y el poder, la avaricia del hombre).
Y eso que dices de islamofobia yo al menos la tengo. Lo grito a los cuatro vientos.
También tengo cristianofobia, budismofobia y algo de agorafobia (sobre todo si hay mucha gente). Y muchas fobias más.
Eso si, en plano intelectual. No voy a quemar mezquitas ni iglesias góticas.
No caigamos (me refiero a los países occidentales) en la corrección política y la idealización de decir cuan bellas son las costumbres del pueblo fulano o zutano del África Tropical (y perdemos después el culo por ir a esos países que tienen leyes precarias en pro de los derechos humanos a hacer turismo). Porque son sus costumbres (apedrear a gente o cortarles cachos de cuerpo), tú lo has dicho, Fuensanta.
Unas costumbres de mierda.
Y con la bendición de cualquier Dios que se saquen de la manga.
Es abominable todavía seguir viendo este tipo de cosas, y más abominable, que como sociedad todavía tengamos que permitirlo por razones religiosas o de relaciones entre estados.
Andaba yo dándole vueltas al tema y me pasaba como a ti, por un lado la angustia de todo lo qe implica y por otro, la necesidad de sacarlo a la luz, de denunciar no solo el luctuoso hechoen si mismo sino también la impasibilidad y despreocupación de la comunidad internacional, que solo se preocupa (o nos preocupamos) de lo qe nos afecta directamente y con mediciones más o menos crematísticas.
Coincido con casi todo lo comentado, bueno realmente con todos y para mi las religiones, en general y sin distinción alguna, son una rémora frente a la vida y, con su falsa moral, justifican los actos peores de la nturaleza humana.
Me caliento Fuensanta y no quisiera perder los papeles. Gracias por este valinte y duro post. Un abrazo enorme.
Gracias te doy, yo también, porque me has acercado no una noticia mas, sino un drama que se repite demasiado a menudo, tanto, que a veces deja de ser noticia para algunos.
Nos es demasiado fácil olvidar (desde nuestro ordenado mundo ) que existe la barbarie a dia de hoy y que no se hace nada, ni siquiera mantenernos informados...
Una verdadera encerrona la que le hicieron a la pobre Asha.
Por ella ya nada se puede hacer, pero se ha de levantar la voz para salvar a las futuras Ashas que se van a enfrentar a la misma barbarie.
Salud.
He visto por ahí que la verdadera intención de estos criminales era dejar claro quién mandaba, en primer lugar por la denuncia de la muchacha, y en segundo lugar por sembrar el terror entre la gente de una comarca no demasiado favorable. Ha pagado una pobre mujer inocente. Sigo espantada.
La comunidad internacional no ha podido intervenir en este caso, porque al no haber ley ni estado en Somalia, no se trataba de un proceso tal como debe ser, ni siquiera como fue el caso de Amina Lawal en Nigeria, sino un juicio sumarísimo. Por otra parte, Nigeria tenía intereses en Occidente y podia ser influida, pero no es el caso de estas milicias islámicas fanáticas.
Ya ves, aqui a los americanos nos les interesa "salvar a estas pobres gentes de un tirano".
Hay dos tipos de tiranos. Los que tienen petroleo, y los que solo masacran negros.
Eso, Malbicho, es como lo de Afganistán, que estaban matando mujeres en estadios de tiro en la nuca, y reventando obras de arte, y sumiendo en la miseria a todo el país, pero no tenían ningún interés en quitarlos de enmedio, y realmente ahora tampoco, sino que se mueven por intereses económicos y estratégicos siempre. Tiranos solo son los que ellos dicen.
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