Mañana es 25 de noviembre, día mundial para la erradicación de la violencia contra las mujeres. Para decirlo sucinta y claramente, tal violencia no es puntual ni ocasional, sino que se trata de una violencia estructural. No se puede dominar y controlar a la mitad de la población mundial sin ejercer violencia, sea en forma civilizada, sutil, cultural, sea recurriendo a la violencia física cuando se considere necesario.
He traído aquí a esta pintora del siglo XVII porque fue una víctima de la sociedad patriarcal, que tan sólo salió adelante y vivió con fortaleza y creando gracias a su enorme energía y fuerza personal, y a que utilizó su arte como forma de superación de su dolor.
Artemisia Gentileschi nació en Roma en 1593, hija del pintor Orazio Gentileschi, que no tuvo inconveniente en educar a su hija y prepararla como pintora. Tan atento estaba y tan admirado de las facultades artísticas de su hija Artemisia, que la mandó a estudiar con el pintor y amigo suyo Agostino Tassi, el cual la violó, cuando la joven pintora tenía unos dieciocho años. Tanto su padre como ella decidieron denunciar al pintor por violación. Artemisia fue torturada salvajemente para que dijera la verdad acerca del suceso. Aunque su agresor fue finalmente condenado, Artemisia nunca olvidó aquello -naturalmente, ¿quién podría olvidarlo?- y la violación, la humillación ante los tribunales, que sólo mediante declaración hecha bajo tortura podía creer a una joven violada, influyó tremendamente en su pintura posterior. Tenebrista por influencia de Caravaggio, su pintura es sin embargo más suave y menos contrastada, pero sus temas aluden inevitablemente a la violencia, esta, por gracia del arte, dirigida hacia los hombres, como en el célebre cuadro "Judith y Holofernes", conservado en la Galería de los Uffizzi de Florencia, y otras versiones del mismo tema.
Artemisia siguió pintando, incansablemente; se casó con un rico florentino y viajó por Europa realizando encargos, a veces junto a su padre, como el gabinete de la reina en Greenwich, en Inglaterra. Vivió siempre de su trabajo como artista. Quizás es la primera mujer de la historia con dedicación absoluta a la pintura, de la cual hizo una profesión auténtica. Murió a los sesenta años.
La violencia masculina no pudo con su arte ni con su persona. Su violación, imaginamos, fue un suceso culminante en la cantidad de humillaciones que debió de sufrir por ser mujer en un mundo artístico dominado por hombres. Hoy es un buen día para recordarla. Ojalá llegue un día en que la violencia contra las mujeres no exista, sencillamente porque seamos iguales, estructuralmente iguales, con las mismas oportunidades y posibilidades vitales. Ojalá todas las Artemisias futuras, nazcan donde nazcan, puedan desarrollar su arte sin la violencia que condicione los temas que elijan para sus pinturas.
He traído aquí a esta pintora del siglo XVII porque fue una víctima de la sociedad patriarcal, que tan sólo salió adelante y vivió con fortaleza y creando gracias a su enorme energía y fuerza personal, y a que utilizó su arte como forma de superación de su dolor.
Artemisia Gentileschi nació en Roma en 1593, hija del pintor Orazio Gentileschi, que no tuvo inconveniente en educar a su hija y prepararla como pintora. Tan atento estaba y tan admirado de las facultades artísticas de su hija Artemisia, que la mandó a estudiar con el pintor y amigo suyo Agostino Tassi, el cual la violó, cuando la joven pintora tenía unos dieciocho años. Tanto su padre como ella decidieron denunciar al pintor por violación. Artemisia fue torturada salvajemente para que dijera la verdad acerca del suceso. Aunque su agresor fue finalmente condenado, Artemisia nunca olvidó aquello -naturalmente, ¿quién podría olvidarlo?- y la violación, la humillación ante los tribunales, que sólo mediante declaración hecha bajo tortura podía creer a una joven violada, influyó tremendamente en su pintura posterior. Tenebrista por influencia de Caravaggio, su pintura es sin embargo más suave y menos contrastada, pero sus temas aluden inevitablemente a la violencia, esta, por gracia del arte, dirigida hacia los hombres, como en el célebre cuadro "Judith y Holofernes", conservado en la Galería de los Uffizzi de Florencia, y otras versiones del mismo tema.
Artemisia siguió pintando, incansablemente; se casó con un rico florentino y viajó por Europa realizando encargos, a veces junto a su padre, como el gabinete de la reina en Greenwich, en Inglaterra. Vivió siempre de su trabajo como artista. Quizás es la primera mujer de la historia con dedicación absoluta a la pintura, de la cual hizo una profesión auténtica. Murió a los sesenta años.
La violencia masculina no pudo con su arte ni con su persona. Su violación, imaginamos, fue un suceso culminante en la cantidad de humillaciones que debió de sufrir por ser mujer en un mundo artístico dominado por hombres. Hoy es un buen día para recordarla. Ojalá llegue un día en que la violencia contra las mujeres no exista, sencillamente porque seamos iguales, estructuralmente iguales, con las mismas oportunidades y posibilidades vitales. Ojalá todas las Artemisias futuras, nazcan donde nazcan, puedan desarrollar su arte sin la violencia que condicione los temas que elijan para sus pinturas.
21 comentarios:
¿Que es un día en el calendario para las bestias humanas? ¿Acaso pararán? El concepto de posesión de algunos machos no se va ni con días, ni con campañas. Son conscientes de lo que hacen y se creen con tal derecho. ¿Ante eso como se puede actuar?
¿Se puede erradicar la sinrazón?
Yo creo que no.
Desconocía a Artemisia Gentileschi. Se une a otras artistas más recientes de vidas apasionadas y tormentosas como Camille Claudel y Frida Kahlo. La huella de la mujer en la historia del arte ha sido escasa, quizás porque dicho arte estaba dominado por el mundo masculino. El hecho de que Artemisia fuera formada por su padre sin negarle la posibilidad de pintar dice mucho de él, en un tiempo en que esto parecía imposible y la mujer tenía que ser simplemente un decorado en la vida social. Bien por hacérnosla conocer. Un cordial saludo.
Gracias por la historia.
Esto sólo se parará con educación, mucha educación en valores de igualdad.
Gracias por compartir con nosotros esta historia de Artemisia, a quien por cierto yo tampoco conocia ... y a pesar de que estoy un poco más enfrascada en el tema, cuantos personajes femeninos me quedarán por conocer.
La violación en si, no era mal vista por ejemplo en la edad media (Claro Artemisia no vivió en ese tiempo pero pongo ese ejemplo para explicarme mejor), de hecho no era mal visto que grupos de chicos abusen de una sola mujer y esta luego tenia que verse obligada a ejercer la prostitución porque para colmo su reputación quedaba en duda. Te cuento otra cosita, la historiadora francesa Michelle Perrot en su libro "Mi historia de las mujeres" comenta un poco sobre este asunto de la violación y menciona que en el siglo XIX la violación solamente se castigaba si esta era perpetrada por un grupo de hombres pero si era por parte de uno solo se ponia en duda el testimonio de la mujer, porque decia que pudo haberse defendido.
Este tipo de cosas no hay que olvidarse, ni justificar el maltrato a mujeres o hombres (que tambien los hay obviamente).
Un abrazo!
Desde luego, Mameluco, un día no es nada, ni dos. Las conmemoraciones o los días dedicados a no pueden solucionar nada, pero sí la conciencia diaria del problema, la atención al asunto y el buscar sus causas profundas. Yo llevo en ello ya algún tiempo. Ya sé que tú pones en duda la eficacia de la militancia, pero yo no lo puedo evitar. Esta tarde me iré un año más a manifestarme contra la violencia machista, aunque no es cosa de un día para mí. A lo largo del año acudo a bastantes de estas, y sobre todo, me solidarizo con las mujeres y divulgo lo que sé como puedo.
PMM, de acuerdo contigo en que la educación es la única solución a largo plazo. A corto y medio hay medidas de carácter paliativo o punitivo tan solo.
Me alegra, Minerva, que conozcas por medio mío a esta magnífica pintora. Te añado que esos datos sobre la violación y su consideración jurídica los conozco, pero es que la violación es una de las medidas coercitivas más eficaces del terrorismo patriarcal contra las mujeres. Es la amenaza mediante la cual se sujeta a la mujer en todos los tiempos en el espacio privado más estricto. El cambio jurídico es relativamente reciente. Respecto a los malos tratos a hombres que nombras, hija mía, no es lo mismo, simplemente por estadística. Pregunta en Ciudad Juárez, que lo tienes más cerca.
Por cierto, ayer estuve en tu blog y leí tu post sobre la brujería. Muy interesante, pero volveré a comentarlo, y te dejaré algunos matices que conozco al respecto. Un beso desde acá.
Joselu, yo pienso como tú que la huella de la mujer en la historia del arte, como en tantos otros aspectos, ha sido escasa, pero es que encima no me negarás que se ha hecho una cuidadosa labor de ocultación. Te reservo otras sorpresas en esta línea. ¿Por qué conocemos a tantos pintores de la escuela de o menores en una época, mientras que mujeres, menores o menos menores, como esta pintora, no se conocen ni aún en ambientes cultos?
Todo lo que se diga, se haga, se mencione o se recuerde contra esa lacra de nuestra sociedad es pertinente y necesario. Luchar contra la violencia machista es una tarea que no admite descanso ni tibiezas. Es un síntoma de degradación, que pone en entredicho los avances sociales e invalida todas las proclamas bienintencionadas que pudieran hacerse sobre la salud moral de nuestra sociedad. Siento una enorme rabia y sensación de impotencia cuando me entero de que una mujer ha sido violentada en su dignidad, muchas veces con el precio de su vida. Reconforta pensar que hay muchas personas que piensan así y uno se siente gratificado cuando lee textos como el que nos describes con tu habitual brillantez y oportunidad. Un buen homenaje para un dia que no debiera haberse celebrado porque el problema que lo justifica habría desaparecido.Un abrazo
Yo no pongo en duda la eficacia de la militancia. Pongo en duda todo, menos las pocas certezas casi absolutas a las que tenemos acceso.
La militancia ha hecho que trabajemos 8 horas, que no trabajen los niños, que el papel de la mujer sea más igualitario cada vez.
Pero ahora hemos llegado a una situación donde el conflicto social se enmascara con maquillajes, donde todo se dulcifica o se hacen piedras de molino, al sol de lo que más calienta. Yo no dudo de usted (por supuesto), pero dudo de much@s apuntadas a este carro, porque me han demostrado ser hipócritas. Casi todos pertenecían a una organización vinculada a partidos políticos, también hay que decirlo.
Yo ante todo pido coherencia por las causas por la que se lucha.
Yo intento siempre ser coherente conmigo mismo y con los demás (hay veces que lo consigo). Pero la incoherencia y la hipocresía de muchas de las "militancias" de este país son sonoras. Cuando le dan un mandito se creen Masters del Universo. Por eso siempre me gusta hablar por mí. Y el día que no estoy de acuerdo con algo, lo digo y ya está.
Además, lo único por lo que me manifestaría en el mundo por conciencia, sería por la implantación de un estado ateo, cosa que vulnera la libertad religiosa, de opinión, y sería un cosa absurda, a la vez que romántica. Y yo, Clares, a lo mejor algún día me suicido, pero no soy Larra.
Fernando, gracias por tu valoración de la entrada. Elegí a Artemisia Gentileschi por su valor artístico y porque la violencia que se ejerció contra ella la ponía como una imagen propia para el día de hoy, aparte de que siendo víctima, su fuerza y su coraje la rescataron del victimismo estéril. Un ejemplo para las mujeres actuales, que ya no queremos ser más victimas ni caer en el victimismo.
Mameluco, las mujeres que yo conozco en el grupo en el que colaboro, o al menos al que sigo en sus convocatorias y escritos, no son de esas que se suben a un carro por conveniencia política, ni mucho menos. La Comisión 8 de marzo de Murcia está formada informalmente -ni siquiera somos asociación ni nada de eso- por mujeres de muy diferentes procedencias y militancias, además de bastantes no adscritas a ningún partido ni sindicato, pero todas unidas por una idea común. De momento no me han defraudado ni he visto ningún movimiento extraño en sus actuaciones. Son de lo más sano, la verdad. Será porque no se han institucionalizado de ningún modo ni obedecemos a ninguna consigna externa. Y allí seguiré mientras así siga la cosa, que para irme siempre estoy a tiempo.
Supongo que si Artemisia hubiera sido hombre hubiera gozado de una mayor fama. No sería la primera mujer artista que utilizara un seudónimo masculino para triunfar. pero Artemisia supongo que sintió el suficiente orgullo propio para mostrarse públicamente como realmente era.
Salud.
Supongo que tienes razón, Miquelet. Muchas mujeres artistas utilizaron pseudónimo masculino, pero eran sobre todo escritoras, porque la escritura es algo oculto, donde el artista no tiene por qué mostrarse. Siendo pintora es algo más difícil, porque se trata directamente con el que contrata el trabajo y luego se tiene que realizar con presencia física directa en el lugar de trabajo, aśi que no se puede ocultar la verdadera personalidad. No obstante, esta mujer fue muy valiente, eso no se puede negar.
¡Artemisia Gentileschi!, tuve el honor de conocerla hace años en una clase de pintura.
La profesora aludió a la gran calidad de su obra sin dar detalle alguno sobre su biografía. Quizás ésta sea una buena forma de dar el justo valor que muchas mujeres perdidas en un mundo de hombres se merecen, sin más.
Y en el mundo del arte seguro que hay mucho por ahí para rescatar. Es de justicia.
No sé que sexóloga, socióloga o escritora francesa dice que la verdadera no discriminación sexual se producirá cuando en los papeles del registro de nacimientos eliminen la casilla del sexo. Quizás tenga razón.
Gracias por descubrirme a esta mujer que no conocía, y por el relato acerca de ella. Y por supuesto, todo mi apoyo a la lucha para erradicar la dramática situación de la violencia en general y la ejercida contra las mujeres en particular. Es una obligación de todos, hombres y mujeres qe no podemos permanecer inactivos ante esta situación.
Un abrazo solidario.
Hola, Matapollos, me alegra que esta pequeña biografía de Artemisia Gentileschi haya completado el conocimiento que tenías de su pintura. Merece la pena. Y tienes razón en lo que dices, hay mucho que rescatar y las mujeres, así como los hombres, tenemos mucho que hacer en recuperar las genealogías femeninas. Lo de la socióloga, como metáfora, vale también. El sexo siempre será relevante, no puede ser de otro modo, pero que esa condición biológica no supongo ningún tipo de discriminación ni de sometimiento, eso será lo que debemos lograr para una sociedad justa.
Gracias por tu solidaridad, Ernesto. Es cierto que cualquier violencia debe ser erradicada, pero cada tipo de violencia, según hacia dónde se dirija, tiene sus propias causas. Esa es la labor de todos, erradicar las causas concretas de cada tipo de violencia.
¿Qué tiene que ver el sexo? La militancia, es decir, la investigación, el estudio, los debates, la información, las campañas... todo, vale, por ejemplo, para que la distinción entre sexo y género no sea un tema de expertos. Todos nacemos con un sexo (y muy excepcionalmente con los dos), pero es necesario todo un proceso de doma (no quiero llamarle educación) para que, por ejemplo, los que nacen con testículos se conviertan en "machos". Uno de los contenidos del aprendizaje de macho es la violencia en general y hacia las mujeres en particular. Otro la represión de la ternura. Hay muchos estudios que describen este proceso destructivo-constructivo. También se sabe que algunos individuos sucumben al entrenamiento y son tachados de débiles, cobardes, mujeretas, gallinas, nenazas y, por supuesto, maricones, entre otras lindezas. La violencia en sí es machista, se aprende con el género macho. ¡Ojo! que no digo que sea cosa de hombres. Es tan así que, cuando por finalmente hayamos renunciado todos al machismo, descubriremos que el mundo es absolutamente de otra manera y sabremos por fin el número real de mujeres pintoras, escritoras, investigadoras, políticas... importantes, geniales, grandes, que ha habido.
Aunque, claro, yo no lo veré.
Mobesse, acabas de plantear el problema de la diferencia, que es una de las líneas principales del feminismo actual. Yo estoy de acuerdo contigo, pero ciertos planteamientos me hacen dudar alguna vez. Creo que aquellos a los que la "doma" ha convertido en "machos" tienen mucho que hacer. Establecer y asumir las condiciones de esa doma, analizarlo, desmontarlo y tomar conciencia. A partir de ahí sería el momento en el que grupos de mujeres con ese trabajo previo hecho -en eso llevamos cierta ventaja- y esos nuevos hombres concienciados podríamos poner en común nuestros aprendizajes. Sin esa parte vuestra es imposible. Pues, venga, a trabajar.
Yo no me refería a lo de las mujeres, sino a la militancia en general.
La militancia politizada sin independencia es lo peor que puede haber.
Si no fíjese en los sindicatos pagados por el estado, que dan vergüenza.
A eso me refiero. las fieras que se doman con cuatro sueldos y cuatro banquetes.
Y no nos mande a trabajar,como manda a Mobesse, que si no no se conseguirá nada, jajaja.
Ya recuerda usted lo que pensamos algunos del trabajo, jejeje.
Yo soy del igualitarismo negativo.
La raza humana es bastante deplorable indistintamente del sexo, raza, credo o condición.
No todas las Artemisias tienen tanta suerte de tener tanto apoyo ni tanta fortaleza para denunciar y para mantener la verdad aunque las torturen.
Jajaja, Mameluco. Que no era a Mobesse a quien largaba a trabajar, sino a todos los hombres, a todos, joer, que de trabajar las mujeres estamos hasta los... pelotones superiores, por decir una inconveniencia.
Y tienes razón, Ramon, no hubo muchas con la fuerza y el apoyo de Artemisia. Ahora quizás hay más como ella, porque también la seguridad en una misma es algo cultivado. Un abrazo.
Y aquí va el link a la noticia del disparate... :-) http://www.eitb.com/noticias/noticias/detalle/38116/
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