Estos días, y con muy poca diferencia, se han inaugurado en Murcia dos exposiciones. Los pintores eran dos viejos amigos de juventud, amistad que mantuvieron a lo largo de toda su vida, hasta la muerte de uno de ellos y un poco más a través de la familia.
En el Palacio del Almudí,
José Antonio Molina Sánchez, longevo y lúcido, inaugura una exposición sobre el gran tema de su pintura, los ángeles, y en una pequeña pero bien montada sala que ha abierto el Museo Salzillo, Muñoz Barberán inaugura otra sobre uno de sus temas más queridos, las procesiones de Semana Santa. La comisaria de la exposición ha sido Pilar Muñoz, hija del pintor, y el resultado no ha podido ser más afortunado. Y no lo digo porque sea mi hermana ni la propietaria de un espacio digital estupendo, sino porque es la pura verdad. Desde el emotivo detalle de una vitrina a la entrada donde se exponen dos jarras murcianas de pinceles usados por el pintor y su maleta de pinturas, cuya tapa está decorada con un precioso paisaje de Lorca, hasta la selección de óleos, acuarelas y bocetos, pasando por una muestra de Muñoz Barberán como cartelista, todo está perfectamente cuidado.
De Molina Sánchez, sólo puedo decir que es un pintor refinado y sensible. Para mí, por otra parte, es algo más que un pintor. Es una figura de mi infancia, entrañable y querida. Recuerdo sus visitas a mi casa cuando yo era niña y que lo primero que le pedíamos al entrar, antes incluso de saludarlo y darle un beso era: "Haznos el pajarico" y entonces él abocinaba los labios, se los cubría con una mano y piaba tal que un gorrión mañanero de la huerta, de allí mismo donde tenía su hermosa casa en Murcia, donde tenía su estudio y de donde salían casi volando todos esos bellos ángeles de su pincel.
Mi padre, su gran amigo, sentía una enorme debilidad por las procesiones de Semana Santa, no en vano era lorquino y blanco. Cuando vino a Murcia, trasladó esa pasión -y nunca mejor dicho- a las de la ciudad que lo acogió como a un hijo. Formaba parte de su interés por el pueblo y todas sus manifestaciones folklóricas. Muchos Viernes Santos, al escucharse los primeros lamentos de las trompetas de escarnio y de los tambores de burla, se levantaba para acercarse a la Iglesia de los Salzillos a ver salir la procesión y a dibujar apuntes, que luego transformaba en cuadros de amanecer murciano. Por eso la exposición se llama muy acertadamente "Pasión y memoria".
Quizás este año me anime y me acerque yo también a rememorar amaneceres.
No puedo evitarlo, he querido saber qué harían las Cofradías murcianas con la cosa de los lacitos blancos. Busco y encuentro que han renunciado a ellos. Explicación ociosa y oficiosa, mía particular: no sabían dónde ponérselos, porque ya de por sí el traje de nazareno y de estante o andero lleva lacitos blancas por doquier, medias de repizco, o sea, bien caladas y bordadas, ligas con escarapelas, y otros adornos extraños que asombran a los foráneos. Bajo la túnica remangada, llevan enaguas con puntillas almidonadas. El buche que abulta la túnica morada va llena de caramelos, habas tiernas, huevos duros y monas de pascua. Dicen que antiguamente recorrían la Huerta con los pasos y que tenían que llevar provisiones para el recorrido, las que luego compartían con los que se asomaban a verlos pasar o los acompañaban. Un obispo intentó que nuestros nazarenos no fueran repartiendo habas, huevos y monas, además de caramelos, pero se le formó el pitote, con toda la razón.
En el Palacio del Almudí,
José Antonio Molina Sánchez, longevo y lúcido, inaugura una exposición sobre el gran tema de su pintura, los ángeles, y en una pequeña pero bien montada sala que ha abierto el Museo Salzillo, Muñoz Barberán inaugura otra sobre uno de sus temas más queridos, las procesiones de Semana Santa. La comisaria de la exposición ha sido Pilar Muñoz, hija del pintor, y el resultado no ha podido ser más afortunado. Y no lo digo porque sea mi hermana ni la propietaria de un espacio digital estupendo, sino porque es la pura verdad. Desde el emotivo detalle de una vitrina a la entrada donde se exponen dos jarras murcianas de pinceles usados por el pintor y su maleta de pinturas, cuya tapa está decorada con un precioso paisaje de Lorca, hasta la selección de óleos, acuarelas y bocetos, pasando por una muestra de Muñoz Barberán como cartelista, todo está perfectamente cuidado.
De Molina Sánchez, sólo puedo decir que es un pintor refinado y sensible. Para mí, por otra parte, es algo más que un pintor. Es una figura de mi infancia, entrañable y querida. Recuerdo sus visitas a mi casa cuando yo era niña y que lo primero que le pedíamos al entrar, antes incluso de saludarlo y darle un beso era: "Haznos el pajarico" y entonces él abocinaba los labios, se los cubría con una mano y piaba tal que un gorrión mañanero de la huerta, de allí mismo donde tenía su hermosa casa en Murcia, donde tenía su estudio y de donde salían casi volando todos esos bellos ángeles de su pincel.
Mi padre, su gran amigo, sentía una enorme debilidad por las procesiones de Semana Santa, no en vano era lorquino y blanco. Cuando vino a Murcia, trasladó esa pasión -y nunca mejor dicho- a las de la ciudad que lo acogió como a un hijo. Formaba parte de su interés por el pueblo y todas sus manifestaciones folklóricas. Muchos Viernes Santos, al escucharse los primeros lamentos de las trompetas de escarnio y de los tambores de burla, se levantaba para acercarse a la Iglesia de los Salzillos a ver salir la procesión y a dibujar apuntes, que luego transformaba en cuadros de amanecer murciano. Por eso la exposición se llama muy acertadamente "Pasión y memoria".
Quizás este año me anime y me acerque yo también a rememorar amaneceres.
No puedo evitarlo, he querido saber qué harían las Cofradías murcianas con la cosa de los lacitos blancos. Busco y encuentro que han renunciado a ellos. Explicación ociosa y oficiosa, mía particular: no sabían dónde ponérselos, porque ya de por sí el traje de nazareno y de estante o andero lleva lacitos blancas por doquier, medias de repizco, o sea, bien caladas y bordadas, ligas con escarapelas, y otros adornos extraños que asombran a los foráneos. Bajo la túnica remangada, llevan enaguas con puntillas almidonadas. El buche que abulta la túnica morada va llena de caramelos, habas tiernas, huevos duros y monas de pascua. Dicen que antiguamente recorrían la Huerta con los pasos y que tenían que llevar provisiones para el recorrido, las que luego compartían con los que se asomaban a verlos pasar o los acompañaban. Un obispo intentó que nuestros nazarenos no fueran repartiendo habas, huevos y monas, además de caramelos, pero se le formó el pitote, con toda la razón.
22 comentarios:
Habrá que ir a la exposición. Y para lazos...Que pesaditos con los lazos. Opciones personales. Y punto.
A las exposiciones, supersalva, no te pierdas ninguna de las dos, que te van a gustar. Molina y mi padre eran amiguetes a muerte.
Magnifica descripción, con lujo de detalles, con pormenores y curiosidades para mí desconocidos. Confieso que, si pudiera, me pondría en Murcia en un pis pas. Buenos recuerdos tengo de esa tierra, a la que antes iba a menudo. Pero nunca en Semana Santa, a esa fiesta singular, específica y apetecible. Conozco la obra de Salzillo, pero me falta saborear la atmósfera murciana en su salsa. Algún día lo haré porque es de las cosas que valen la pena.
Lo tengo apuntado en mi cuaderno de "no olvidar" Iré a las dos porque los dos pintores me gustan.A MuñoZ Barberan lo admiro,tengo algún catálogo.Su pintura y su figura debe pasar a la historia de la cultura de Murcia.Espero que así sea y no tarden mucho.Molina SáncheZ me parece un señor encantador,estuve en la Cámara el día que presentaron el almanaque de pictografía.Has hecho como siempre una entrada excelente. Felicidades. Besicos.
Ya tenía ganas yo de ir a Murcia y ahora ganas aún más finas: ¡Quiero ir a Murcia en Semana Santa!
Aunque sólo sea por enterarme de las "trompetas de burla" y de "los tambores de escarnio" que prometen.
¿Qué será eso?
Recuerdo en mi pueblo a los capuchones fumando... (que no era bien visto, por aquello de mortificarse) ...y el humo que les salía por los agujeros de los ojos.
(Me ha salido una palabrota en la verificación)
Gracias, Fernando, por el aprecio de mis escritos en este blog. Si tienes ocasión, no te pierdas una Semana Santa en Murcia, sobre todo para ver la procesión de los Coloraos, el miércoles por la noche, y la de los Salzillos el Viernes por la mañana. Tendré mucho gusto en servir de guía.
Lo mismo te digo, Matapollos, serías mi invitada. Si tienes curiosidad, haré una entrada sobre las tubas o trompetas de burla y los tambores de escarnio. Son algo diferente e impresionante.
Cabopá, las palabras de verificación no las pongo yo, que no pondria nunca palabrotas, desde luego, aunque alguna vez las diga, para ser sincera. Si vas a ver esas dos exposiciones no te arrepentirás. Verás como son muy sensibles.
Aquí los estantes también fuman, Matapollos, ya has visto el apunte de uno de ellos con el pitillo, pero lo de que salga el humo por los agujeros de los ojos, eso es de lo más surrealista.
Oye, que me he equivocado y lo de la palabrota era para Matapollos.
Cabopá, gracias por lo que dices de una persona tan querida para mí, y a la que tanto añoro. Besicos
¡¡¡Que cruz de lazos!!!
Pero los Salzillos continuarán siendo Salzillos, y mi trompeta en desuso volverá a tocar la música de capilla del "Miserere" y el "Stabat Mater".
Porque si a los que le da igual Dios volarán, en la procesión quedaban quince.
Y nosotros allí, en la estratosfera.
Me gustaría asistir a ambas expos, pero no se puede estar en dos sitios a la vez... y no tengo demasiadas ganas de viajar.
En la estratosfera me parece poco, yo creo que estaríamos en la última esfera de Dante, curioseando.
Dejo aquí el enlace para oír un poco esas tubas y tambores. Lo he dicho al revés, creo, y son tubas de escarnio y tambores de burla, pero no encuentro testimonio de ello en la red. Dejo el enlace para oírlas, pero han fastidiado la grabación con una voz diciendo cursilerías:
http://www.cofradiadejesus.com/publicaciones/docdow.php?id=27
Me encantaría poder visitar esas exposiciones. Pero espero que haya nuevas entradas hablando sobre esos cuadros que verán los visitantes y sobre los rincones que representan.
Sobre los lazos, he decidido que no voy a hablar.
Me gustan las procesiones y no me gustan a la vez. Ahora no me pararía a ver una -ni siquiera de Murcia o Sevilla- pero me gustan como telón de fondo de mis vacaciones de semana santa. Durante varios años nos íbamos al sur a pasar la semanita, pero desde que soy padre hay que ir a Galicia. Pero me atrae el sur. Murcia no la conozco, pero con tus posts me estás dando ganas de escaparme algún día. Casi se puede decir -desde que te leo- que la conozco un poco. Me sorprende tu imbricación en la vida de Murcia (me sorprende y maravilla). Yo siempre he sido un personaje que no ha encajado en ningún lugar. Por no tener no tengo ni tierra propia ni de acogida. Soy de donde sopla el viento, sin raíces en ningún lado. Por eso me maravilla ver cómo amas y das a conocer Murcia. Un abrazo.
Acabo de crear el blog del próximo encuentro de LITERATURA SOS 4.8 que tendrá lugar en Murcia los días 25 y 26 de abril. Si quieres conocer más cosas sobre este evento, puedes entrar en:
http://literaturasos48murcia.blogspot.com/
Seguro que muchas de las actividades serán de tu interés. En los próximos días, ampliaremos esta información con más detalle. Mesas redondas con escritores y editores, lecturas de obras literarias y un espacio reservado para los más pequeños serán algunas de las actividades que se desarrollarán dentro de este encuentro literario.
PMM, ya os lo digo, un viajecito para venir a verlas en persona, y con mucho gusto os guío. Yo tampoco tengo mucha gana de hablar de lacitos blancos, que por cierto eran antes para otra cosa, porque de lacitos estoy ya hasta las trenzas, que rollo.
Joselu, con niñas o sin niñas, con pareja, solo, como quieras, cuando tú quieras, te vienes, os venís, a conocer in situ esta ciudad. Tendrás buena cicerone, no te quepa la menor duda. Un abrazo.
Literaturasos, seas quien seas, ahora voy a tu blog y veo lo que hay. Ahora, ten en cuenta que yo me muevo según qué y según quien, que estoy hasta los pelos de grupos y de tendencias, y que voy un poco por libre. De todos modos, enhorabuena, que toda iniciativa da esperanza en que algo se haga. Saludos.
En el sitio donde trabajo hay un monumental cuadro de Muñoz Barberán, con unas letras suyas al dorso, que figura la antigua plaza de Santa Catalina. Es magnífico. Subo a verlo un par de veces a la semana. Y eso que está en el despacho del jefe
Cuántas cosas interesantes que me pillan de trasmano... pero bueno, aprender es siempre bueno, aunque sea digitalmente y no pueda verme las exposiciones enteras.
Un supersaludo
Tienen pinta de estar muy bien. Iré.
Hola, Leandro, cuánto bueno por aquí. Por cierto, que tengo un cuento tuyo bajado e impreso ya para leer y con las evaluaciones y demás aún no he podido. En cuanto que tenga una opinión me paso por tu blog y te la dejo. Un abrazo.
Superwoman, no te preocupes, estás informada y además tendrás otras cosas que ver por allí. Pues no es bonito el país en el que estás. Me encanta, y pienso volver en cuanto pueda.
Ve, eme, que te gustarán. Y este año no te pierdas la procesión del Viernes. También te recomiendo la del Domingo de Resurrección, que es de lo más popular.
A mí también me ha dado ganas este año de madrugar, si nos ponemos de acuerdo, vamos juntas!
Mil gracias por lo que dices, y sobre todo por el cariñico, tan bonico, un beso
Qué bien por lo de las exposiciones :) y más todavía por el hecho de que son de obras realizadas por personas tan allegadas a ti ;).
Las diferentes costumbres propias de la semana santa me parecen bastante curiosas, hasta interesantes de observar porque de algún modo te trasladan a otros tiempos ... y las procesiones siempre causan alguito, como cierta emoción no sé porqué ...
Ya ví la entrevista que publicaste de Rita Levi Montalcini, lo que son las casualidades!! porque yo usé esa misma entrevista (pero tomada de otra página) como una de mis fuentes para hacer las dos partes del post dedicado a esta mujer :). Esta semana voy a publicar la última parte.
Un abrazo fuerte!
Buenos días, Fuensanta, vengo paseando en la mañana.
El sol ha salido con salero y está derrotando a la fría helada.
Seguro, seguro que hoy va a ser un buen día.
Saludos cordiales.
Gracias por la información sobreºlas exposiciones, aunque desgraciadamente no pueda desplazarme a Murcia para saborearlas.
Hay un detalle que me ha parecido fascinante, y es el hecho de qe coincidan dos amigos en estas muestras de sus obras. Todo un acontecimiento sin duda para ellos.
Felices exposiciones y enhorabuena a comisaria y organizadores.
Pilar, hablamos de lo de madrugar, a lo mejor nos animamos las dos. Un besico.
Minerva, ya ves, qué mujer tan grande. Sí, para mí es un placer que la exposición de Molina coincida con la de mi padre, porque eran grandes amigos.
Buenas noches, Miguel Ángel, vengo del tai chi y de tomar una cerveza con mi hijo y su mujer, así que es verdad, ha sido un gran día. Un abrazo.
Ernesto, uno de los dos ya no puede disfrutarlo, porque murió, pero la familia lo disfrutamos en su lugar. Un abrazo, amigo.
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