Por el mismo hecho de ser profesora en un centro educativo de esta región que es la mía y la de ustedes, que no en vano estamos bajo la protección de la Matrona del Almudí (*), pues la Consejería de Educación me pone un correo electrónico para enviarme comunicaciones y para lo que yo quiera. Pero es el caso que yo no quiero nada, y que de uvas a peras, o sea, unas dos veces al año, miro a ver si me han dicho algo interesante. Nada. Lo cual me desanima mucho y vuelta a esperar las peras o las uvas. Pero hoy, hoy ha sido un gran día, porque se me ha ocurrido mirarlo y me he encontrado tres mensajes. Uno de la Fábrica de Moneda y Timbre, que me pregunta si estoy yo contenta con sus servicios. Como no lo sé, no les contesto. Si es con las monedas y los sellos, pues más o menos me arreglo. Para decir eso, ni caso. Otro correo es para decirme que ya han puesto los teléfonos que les dije y no los del año de maricastaña que tenían. Y el tercero, la verdad, no sé cómo me lo había perdido. Por no mirar antes. ¡La felicitación de Navidad del Señor Consejero! ¡Qué ilusión! Una monada. En toda la línea de happiness total. Así es como tenemos que vivir, que es que no sabemos ni vivir, ni celebrar la Navidad, ni poner regalitos sobre la alfombra, ni agenciarnos un árbol de Navidad como es debido. Ni tener a los niños limpios ni entretenidos, ni nada de nada. que somos unos patanes todos. Pongo el enlace como medida pedagógica de educación de adultos, a ver si vamos aprendiendo, entre otras cosas, a felicitar la Navidad como es debido.
(*)Palacio del Almudí. En el exterior destaca un relieve de la Matrona de Murcia, obra de Hernando de Torquemada. Es la representación de una mujer, una matrona, que amamanta a un niño que está al lado del suyo propio y que viene a simbolizar y rendir homenaje a la Hospitalidad de la ciudad de Murcia. El pelícano que corona el relieve viene es símbolo de la abundancia.
23 comentarios:
A mí me repelen por babosas las felicitaciones que me llegan de mi conseller, y creo que ni las abro, las borro directamente, así que no te la puedo enseñar. Supongo que es un intento de ser amable y quedar bien con el personal, y no debe ser fácil saber qué mensaje enviar. En el caso del vuestro no puede ser más tópico y estereotipado. Niños rubitos, familia feliz, papás afectuosos, hogar confortable, árbol de Navidad, villancicos entrañables... Un cromo, vamos. Por mí se las pueden guardar. Prefiero que no se dirijan a mí. Al menos que me den la oportunidad de contestarle con otra felicitación que seguro que sería menos empalagosa y más siniestra.
Yo, en realidad, sí tendría oportunidad de contestarle, pero creo que no me conviene en absoluto. Ya has visto cómo se las gasta. Cursi es lo mejor que se puede decir de esto. Añádele el análisis completo de imagen y entonces ya es que pringa por todos lados.
Sigo con la risa. No es para menos, Clares, que tu ironía me encanta.
Tú ríete, Isabel, ríete, pero mira si tú sabías antes cómo se debe celebrar una navidad como es debido y felicitarla de paso. Yo ahora mismo estoy pensando cómo conseguir dos niños rubios, un cuento, una alfombra peluda, un marido con menos años y una operación total para aproximarme a la muchacha. No doy con el quid, ya veremos.
Isabel, por cierto, leí por ahí algo de una plaza que te habían dedicado, pero no encontré más datos. ¿A ti o a alguien de tu familia? Es que no tengo ni idea. Anda, destapa ese regalo y compártelo.
Jo, me encanta la alfombra. Cuando los niños repelentes se duerman se tienen que echar unos polvos impresionantes ahí encima.
Pero, Rubén, por lo que valga, tú crees que esos echan polvos ni en la alfombra ni en ningún sitio de la casa? Para mí que no, Después de mirar la nómina y la casa, y ver todos los créditos que tienen que amortizar, ni ganas les quedan, eso en el caso de que su religión se lo permita. Bueno, por lo menos sabemos que no son kikos, que con dos churubitos se han dado por contentos.
Tienes toda la razón, Thorton, es que no sabemos apreciar los esfuerzos de nuestros gobernantes administradores para educarnos y enseñarnos cómo tenemos que llevar las cosas.
El otro día me enteré de que es motivo de despido el que le pille a uno/a el jefe hablando mal de él o haciéndole burla. Cuidadín, pues, que se puede enterar y meteros en un lío.
No fue sólo uno, a mí me dieron dos direcciones de correo, así por la cara desde la oficialidad. Ya sabes, para mandarte normas y disposiciones varias. Y tal vez, aunque no recuerdo, para felicitar las pascuas o la anomástica.
Pero yo no quiero abrir nada. Lo tengo todo, todito en casa. No sé cómo lo he hecho, pero los recibo aquí, en el ordenador. Y cuando llega uno, de donde sea y por donde quiera, hace el cacharro, ¡clink!, y aunque esté fregando en la cocina, me entero de que alguien me ha enviado algo.
Pero ¿abrir yo?, ni hablar.
Uy, pero si es moníiiiisima ;). Un reflejo tal cual de su prototipo de familia ideal de la muerte.
Pero oye, al menos os felicitan la navidad.
Desde luego, estáis fatal hoy. Todos entusiasmados con la felicitación. PMM, si tanto os gusta os la regalo, o mejor os la mando por correo para que la uséis el año próximo.
Miguel Ángel, si yo no hago burla ni critico a mis jefes. Ya te digo, fatal estáis. Todo lo que he dicho es la pura verdad y nada más que la verdad, y os muestro el trofeo para que lo valoréis, pero nada más.
Creo que en el fondo, la envidia os corroe a los que no sois profesores en la región y no habéis tenido felicitación de navidad del jefe.
Ay, amiga Clares, no hay nada que compartir de especial revuelo.
Los amigos de Culturajos -que son tan propios, majos y agradecidos- me dedican una de las plazas de Murcia, la céntrica que lleva mi nombre.
No te rías, por favor, que ya es bastante con que yo esté saturada de carcajadas con tu respuesta.
Viva la abundancia. Y que no falte la cerveza en abundancia!!!
¿Te refieres a la plaza de Santa Isabel? Creí que sólo estabas en proceso de beatificación, pero que aún no habías superado las pruebas y no eras santa todavía. ¿Hay en Murcia alguna plaza que se llame Isabel la Católica? Mira que si te la han dedicado...
Clares, conseguirás que de tanta risa que me provocas, se me suelte el vendaje del esguince.
De beatificación, nada de nada. Y de santificación, menos. No reúno los requisitos ni para la una ni para la otra, que acaparo y mimo los pecados que me gustan con premeditación y alevosía.
Un abrazo, mi querida amiga.
La verdad es que la felicitación no puede ser más cursi, pero vamos, no deja de ser una simple felicitación de Navidad. Parece como si os hubiesen ofendido gravemente o abofeteado en una plaza pública. Qué enfado más tonto os habéis pillado
Pero ¿quién se ha enfadado? Ni yo ni ninguno de los visitantes. Si lo que estamos es muertos de risa, y eso es sano. Y además todo, no hay más implicaciones de ningún tipo. En fin, cada cual interpreta como puede.
No sé, yo os he visto muy susceptibles, mucha acritud en algunos comentarios. Es cursi, como casi todo lo que rodea hoy a la Navidad. Pues bueno, ya está. Tampoco tengo muy claro que una felicitación rompedora por parte de un onanismo... perdón, organismo oficial fuese bien recibida por el común de los mortales. Y si no felicitaran, pues también habría quien se quejase, seguro. Por donde vayan, les pilla el toro.
Jamás lo abrí, a saber lo que puede haber allí entre telarañas. Pues feliz navidad!
leandro, no es prejuicio. Yo lo encontré más bien inadecuado. ¿Qué quieren mostrar? Si esa felicitación iba dirigida a los docentes, ninguno, que yo sepa, es como esas personas que aparecen ahí, ni tienen esas casas. No te digo nada si también la enviaron a los conserjes y a los administrativos. A mí personalmente me da igual que me feliciten o no, pero ya que lo hacen, basta con una sencilla frase, algo así como Feliz Navidad, ya que cosas mejores y de interés no van a decir. Y no es porque sean ellos, ya sabes, es el poder. Parece que viven en otro planeta. Cualquier publicista te daría un análisis muy certero de esa felicitación.
Pilar, haces muy bien. Ya te digo, de uvas a peras.
En algo tengo que darte toda la razón: viven en otro planeta. O más lejos. Ahora bien, estoy seguro de que esa felicitación la hizo un publicista. Y la cobró bien, seguro
Me imagino que la hizo un publicista, Leandro, pero buscaron al más cursi y fantasioso de la región. Como además cobró, pues ya sabemos que nos pagamos nosotros mismos la felicitación de navidad.
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