06 noviembre 2008

Onégeses

Me llamó mi amiga Amparo Iborra, que es muchas cosas, aparte de una magnifica persona. Es bibliotecaria de la Biblioteca Regional de Murcia. Concretamente se ocupa de la Hemeroteca y de la sección de Libros Raros y Antiguos, o algo así. No sé si tendrá algo que ver, pero ella me llamaba porque de la edición de mi libro "Onégeses", publicado por la Editora Regional de Murcia, después de todas las distribuciones quedaban unos quinces ejemplares para devolver a la autora, una servidora. Le dije que sí, que sería un placer reencontrarme con el bizantino y que venga para acá. Por cierto, amigos, Amparo firmó el manifiesto por el préstamo libre en bibliotecas, que es cosa de agradecer. "Non pago di leggere". Así que me dejó este montoncillo de libros obsoletos en casa de mi madre, en una bolsa de una cadena perfumera. Estos son. Mi segunda obra dramática. Según mi amigo César Bernad, profesor de Interpretación, actor y director de escena, "lo mejor que has escrito en tu vida, nena". Es que no ha leído mis notas de la compra ni los cuadernos de caligrafía de cuando era pequeña. Rubén Castillo dice lo mismo, pero no es de fiar por demasiado cariño.

La cosa va de Atila. Este Azote de Dios tenía un secretario bizantino, al que yo hago ser un eunuco -qué cosas se me ocurrían en los años ochenta-, que el pobre se ha quedado guardando un inexistente tesoro de su jefe, como una chota, vamos, en un paraje remoto de Hungría, donde recibe la visita de un joven romano, discípulo de Prisco, que a su vez viajó en su juventud hasta el salvaje Huno y vio el hombre que no era tan salvaje, según contó luego. La cosa no termina bien, claro, porque para eso es un dramón, entre psicológico e histórico, que no hay más. El pobre Onégeses se cree que el muchacho es el ángel de la muerte -qué delirio- y cuando descubre que nasti de plasti, en un momento de lucidez, pues va y lo atraviesa con una espada vieja que un romano se dejó por allí; vamos, que si no se muere del espadazo, se muere del tétanos un poco después. Hasta ese momento, se cuenta la historia de Atila, y sobre todo su muerte, en brazos de su última esposa Ildico. Actualmente hay en Hungría Atilas e Ildicos, o sea, gente normal con esos nombres.
Es que yo entonces era muy excesiva. Luego me moderé mucho. Y ahora soy así, como más normal. Pena que no tengo el texto digitalizado, que si no os ibais a enterar. Ah, y se me olvidaba decir, en plan autobombo y para más risa, que en el Buscón de la RAE aparece este nombre, Onégeses, con la única referencia a mi obra, porque debo de ser la única persona en el mundo que la ha usado en toda la historia de la literatura. Qué bien.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

! Fuensanta ¡ Siempre sorprendiéndome, y yo sin leer ni uno de tus libros, dramas, cuentos, ¿que más? Hala, más trabajo me das, a descubrir tu obra, a buscar los dichosos "libricos", y a leerlos. jajajaja

Eres una caja de sorpresas constante. Abrazos, dramaturga (y mañana qué...)

Sarashina dijo...

Que no, Ernesto, que no, que no es una propuesta de trabajo. Ya ves cómo lo veo yo ahora, aunque mi amigo Rubén y César Bernad se lo tomen tan en serio. Yo ahora me río de tanta tragedia en la juventud. Cuando se llega a una edad, se deja de pensar en la tragedia, porque ella ya se ha apoderado de la vida, y entonces, a disfrutar y a reírse. De todos modos, si quieres un ejemplar, dime en qué banco de qué jardín de Madrid te lo dejo. Luego, a la media hora o así, tú pasas y lo recoges, si es que no se lo ha llevado la perrera. Un abrazo, Ernesto.

La del Planeta dijo...

Tu blog fue todo un descubrimiento para mi. Ahora me vuelves a sorprender. Espero tener la oportunidad de leer alguno de tus libros.

Por cierto, gracias por incluirme en tus blogs amigos, no sé si lo merezco.
Si me decido a poner un blogroll no dudes que ahí estarás la primera.
Un abrazo.

Sarashina dijo...

Muchas gracias, la del planeta, por esas palabras, que me llenan de vanidad... ay, los corazoncitos tontos de cada una. Pues ya ves, los libros están por ahí rodando. pero si quieres leer alguno, lee el de cuentos, a mí es lo que más me gusta. Lo puedes encontrar en cualquier biblioteca pública de Murcia y creo que en Marte, bajo una piedra con bacterias pegadas. Jajaja
Pero ¿cómo no te lo vas a merecer? ¿Es que alguno merecemos algo en este ciberespacio? O todo o nada. Es un placer para mí tenerte en mi rollo y espero que publiques más a menudo para leerte, por tu espontaneidad y porque dices cosas de tu vida. Lo que más me interesa.

supersalvajuan dijo...

Siempre que hay ángeles de por medio, ya sean del infierno o de lo que sea, surge algo excesivo. Aunque todos nos moderamos. Da envidia la soberbia de la juventud. Pues eso, ángeles y más ángeles
http://www.youtube.com/watch?v=YQkHndvGR4w&feature=related

miquelet dijo...

¿Y no se pueden encontrar fuera de Murcia? Si con pegar un "empujoncico" llegan a Elx. Que estamos al lado.
Como con los niños: tocas con los nudillos la puerta de nuestra biblioteca, dejas el libro en el suelo y sales corriendo antes de que abra la puerta el bibliotecario.

Salud.

Sarashina dijo...

Super, muchas gracias por el enlace del vídeo. Siempre recomiendas cosas buenas, por lo menos en música, y qué demonios -perdón- también en lo demás. Sí que los ángeles son excesivos, sí, y pasan cosas raras cuando aparecen.

Miquelet, si lo tienes bien fácil. Te vienes a Murcia, previo correo electrónico avisando de tu llegada. Me dices que vas a llevar un clavel en la solapa, aunque no haría falta en realidad. Nada más verte diría, este es miquelet, seguro. Y te doy uno de estos libros. También puedo ir yo cualquier día a Elche y te lo dejo debajo de una palmera. Tienes mi correo en los datos personales, para lo que necesites o desees, aparte las bromas. Un abrazo

Mameluco dijo...

Entonces es usted única.

Onégeses...

que lo dice el Búscon, no llamado Pablos, pero si llamado RAE.

Por cierto que yo tengo un amigo que se llama Raef.

Sarashina dijo...

Claro, cada uno de nosotros somos únicos, nunca se volverá a repetir en la vida un caso semejante a cada persona. A mí particularmente, me da mucha risa que el Buscón-RAE me tenga fichada por un nombre que nadie conoce, de un bizantino secretario de Atila, que es histórico.
Pues Raef también me gusta. Lo próximo que escriba de teatro tendrá por protagonista a un tío con ese nombre... "La importancia de llamarse Raef", suena bien.

Pilar M Clares dijo...

O los despojos de un sueño....y el caso es que creía que lo tenía por aquí y ahora no lo encuentro en las dobles filas de la anarquía bibliográfica de mi cuevaestudio. Pues me pido uno!!! --si no hay mayores compromisos--

Yo lo recuerdo un libro lleno de símbolos que con dificultad entendía. Voy a ver si lo encuentro... que me están dando ganas, joe.

Pero el que siempre me ha gustado y mucho es el de los monólogos femeninos, "La celada fuente". Para mí, el mejor, intenso, graduado dramatismo, innovador, ese libro siempre me pareció magnífico. Olé tu pluma.

Besico

Sarashina dijo...

Gracias, Pilar, por tanta alabanza. Tienes un ejemplar para ti en mi casa. Cuando quieras. Para mí también es mucho mejor la Celada fuente, y si vamos a otra cosa, los cuentos de Mixtura, pero bueno, no soy yo quién para decirlo. Para Rubén, según me dijo y escribió, el Onégeses. Para gustos...